"Las ideologias son las hijas putas de los ideales...

… porque se han vendido.”

Pinti es un referente a la hora de pintar un panorama del argentino pacato y el porteño en particular.

Antes de la ola menemista de privatizaciones de empresas públicas, rezongaba:

“Los cables telefónicos, son de la época de Graham Bell, no es que los teléfonos no andan por una maldición bíblica. (...) Unos opinan que hay que privatizar “ENTEL”, a los otros no les importa: Yo soy un hijo de puta...
¡Sólo quiero hablar por teléfono!”

En uno de sus monólogos expresa:

"Este es el único país dónde la izquierda no apoyó a los trabajadores en el '45, cuando salieron a defender a Perón, porque idealizaban a los obreros rusos, que veían en las películas de propaganda soviética que daban en el cine Lorange, y acá, el obrero de entonces era un gordito, que prefería ir a un asado, que a una revolución... es que no se puede hacer una revolución con obreros que tienen la panza llena.

La izquierda argentina tardó 25 años en darse cuenta de su error...Y encontró en los jóvenes peronistas de los '70, aliados para infiltrarse. Porque los únicos boludos capaces de organizarse y hacerse matar por ideas de otros son los de izquierda. La izquierda peronista es más imposible que el helado caliente... ¡Perón era de derecha! Cómo todo milico, con eso no engañó a nadie. Los armó y luego hechó de la plaza, cuándo había logrado su objetivo de volver para morir "en su salsa". Después nos dejó a la boluda de Isabel, López Rega y los milicos y el terror, y el desastre al pedo...

¿Cómo nos quejamos de que estamos mal? ¡Tendríamos que estar peor!
La sacamos bastante barata. Hay países que por la mitad de estas cagadas no están en el mapa.
¡Mirá La Unión Soviética! El cuco de occidente. Empezó a contradecirse y cagó fuego. No está más...
¿Y Yugoslavia? Un pobre país mártir, que lo único que hizo, fue nada más que soportar invasiones comunistas y nazis.

Nosotros todavía estamos en el mapa. En vez de decir: "La Porongonia Rebelde", "Boludolandia", dice: “Argentina”, todavía.
Dios no nos quiere castigar a nosotros. Estamos salvados, con nosotros renunció.

La justicia Divina tiene un límite: La República Argentina. Porque Dios castiga sólo lo que entiende. Y a nosotros no nos entiende…
¿Lo hacen de malos o de boludos?
Hasta que devele esa incógnita, estamos salvados.”