"Cada hoja es todas las hojas del innumerable Arbol de los Relatos"

Sunday, November 29, 2009

"Ni demasiado pronto, ni demasiado tarde..."

... suceden las cosas según Saramago en: "La balsa de piedra", donde tres de los protagonistas, siguen al cuarto, quien ha sido alcanzado "como al azar" por un hilo azul que ondulaba en el aire. Este suceso le impide ir en el auto con los demás, es por eso que ellos van detrás de él, que es guiado por el perro que se extiende en la entrada de la casa de una mujer: "Llevaba en la mano un hilo, el mismo que Joaquim Sassa seguía sosteniendo. (...) No pueden Joaquim Sassa y María Guavaira estar así unidos más que el tiempo suficiente para dar un sentido no dudoso a aquel enlace, por eso ella recoge todo el hilo y llegándole a la muñeca la rodea como si, invisiblemente lo atara otra vez, y luego se mete el pequeño ovillo en el pecho, acerca del significado de este gesto, solo un tonto tendría dudas, pero sería necesario ser muy tonto para tenerlas. (...) Estoy entre el mar y los montes, sin hijos ni más familia, los hermanos que tengo emigraron a Argentina, mi padre murió, mi madre está loca en A Coruña, más solas que yo debe de haber pocas en el mundo. (...) Fui joven, aunque apenas recuerdo cuando lo fui, y dicho esto se inclinó hacia el hogar, para que la lumbre la mostrara mejor, miraba a Joaquim Sassa por encima de las llamas y era como si le estuviera diciendo, Así soy, repara bien en mí, viniste a mi puerta sujeto a un hilo que estaba en mi mano, si quiero puedo arrastrarte a mi cama, y tú vendrás, estoy segura, pero hermosa nunca seré, a no ser que tu me transformes en la más bella mujer que haya existido, eso es obra que solo los hombres son capaces de hacer, y la hacen, la pena es que no pueda durar siempre."

Esto me recuerda a la "Tía Emma", quien aparece en el capítulo 3 de esta histotoria dominical intitulada: "Una de extranjeros en Yankilandia"
Puede leerla hoy al mismo precio que la semana anterior (o gratis) en:

http://unadextranjerosenyankilandia.blogspot.com/2009/11/capitulo-3-salvado-por-tia-emma.html

"Joaquim Sassa la miraba desde el otro lado del fuego y le pareció que las llamas danzando le modificaban súbitamente el rostro, ahora excavado en arrugas, luego alisado en sombras, pero lo que no se alteraba era el brillo de sus ojos oscuros, acaso una lágrima suspensa se había convertido en película de pura luz. No es guapa, pensó, pero tampoco es fea, tiene las manos gastadas y fatigadas, no se pueden comparar con las mías, que son de oficinista que goza de vacaciones pagadas (...) miro y sigo mirando a esta María Guavaira que tiene una manera de mirar que no es mirar sino mostrar los ojos, viste de oscuro, viuda a quien el tiempo ya alivió pero ennegrecida por la costumbre y la tradición, por suerte le brillan los ojos, y allí está la nube azul que no parece pertenecer a esta casa, el pelo es castaño, y tiene el mentón redondo, los labios carnosos, y los dientes, hace poco se los vi, son blancos, gracias a Dios, esta mujer es realmente bonita y yo no me había dado cuenta, estuve atado a ella y no sabía a quién, tengo que decidirme, regreso o me quedo aquí (...) con esta criatura silvestre que sabe qué sal traen los vientos por encima de los montes y debe de tener el cuerpo blanco bajo esas ropas...

Wednesday, November 25, 2009

Argentores...

... organizó en su auditorio de la calle Pacheco de Melo 1820, una serie de charlas mensuales con guionistas de televisión. La última dedicada a Jorge Guinzburg:

"Periodista, conductor, guionista, humorista, publicista. Su ductilidad lo llevó por casi todos los recovecos profesionales de los medios. Entevistador sagaz, incisivo, pero al mismo tiempo simpático, fue una marca que instaló desde sus primeros programas."

Se encargaron de contar anécdotas y forma de trabajo: Lionel D'Agostino, Miguel Gruskoin, Hernán Ferreiros, Martín Vázquez y Fidel Chiatto, quien cerró ante la negativa de Andrea Stivel, con esta frase:

"Jorge, aunque físicamente era bajo de estatura, dejó un agujero enorme en la televisión argentina"

Sunday, November 22, 2009

Gracias por las musas...

Gracias a los que opinaron y me hicieron notar con muy buena onda, detalles a corregir y para los que se alegran de mi alegría.
Y, como siempre gracias a los 3 muchachos que me inspiraron semejante relato.

Para los que quieren volver a pecar después de misa, ya les subí el Capítulo dos, de la novela... que es para eso. Podrá usted lector amigo, espiar los pensamientos del muchachito, quien se cree un gringo malo en:

http://unadextranjerosenyankilandia.blogspot.com/


Tal vez, como Dolina en su genial opereta criolla: "Lo que me costó el amor de Laura"... este hombre enamorado pensaba:


"Durante mucho tiempo me ha gustado creer que todo buen verso estaba al final de un camino lleno de espantos y pena. El sendero poético que me atreví a imaginar conducía a un lugar más glorioso cuanto mayores eran los sufrimientos del camino. Los malvados elegían un camino más fácil, que no llevaba a ninguna parte.

Más tarde, Robert Graves me reveló una verdad: existe la musa y es la mujer que uno ama.

Desventuras de última hora me hicieron ver que tal vez ambas intuiciones son ciertas. El camino difícil es el camino del enamorado y el del poeta. Ese camino es el que conduce a la diosa, que es la mujer amada y la única que conoce -o nos hace conocer- la música buscada."

Monday, November 16, 2009

Bajo la cruz de cada día

En: "Artistas, locos y criminales", ese libro que Soriano editó con sus artículos aparecidos en el diario: "La Opinión"... leo el título que usé para esta entrada:


"Esta breve biografía de Roberto Mariani, autor de los notables Cuentos de la oficina, es, creo, uno de los pocos textos disponibles para aproximarse al autor y a su obra.
Durante la investigación su familia me proporcionó varios cuentos y apuntes inéditos que se publicaron junto a este artículo. Ese suplemento del diario, sirvió como material de trabajo en Filosofía y Letras de Buenos Aires. Mariani era casi ignoto en aquellos días de euforia militante. No creo que hoy se conozca mejor."

Se lo dedica a Jorge Di Paola y arranca así:

"Roberto Mariani fue uno de los más brillantes narradores del infortunio y la deseperación y quizás por eso su obra estaba destinada a esfumarse de la historia de la literatura argentina. Vivió 53 años duros _entre 1893 y 1946_ y dejó tres libros de cuentos, uno de poemas dos dos obras de teatro y tres novelas..."

Me pareció casi que "el gordo" querido me lo dedicaba a mi.

Siempre me pasa con lo que leo de él, pero en este caso, fue algo muy poderoso, ya que llevo años de infortunio a cuestas (43, en mi caso) y pretendo una especie de exorcismo publicando electrónicamente al menos, las obras que hace años esperan "el papel".

El domingo, mi padre postizo me hizo una aguda observación al respecto y mi jefe de ojos azules, a quien le asigné la ardua tarea de corregirlo, realizó otra tremenda...

Como considero que los primeros capítulos ya están en condiciones, los invito a leer: http://unadextranjerosenyankilandia.blogspot.com/ el nuevo blog en el que estoy subiendo una novela y otros trabajos que no quiero corran la suerte de los de Mariani, quien se los dejó a libreros y editores para que los perdieran irremediablemente... o a parientes que se los dieron a Soriano, quien no logró publicarlos en su totalidad por su alejamiento del diario.

¡Si el tipo no era el paladín de la mala suerte le pasó raspando!

Monday, November 09, 2009

"El nacimiento de San Lorenzo de Almagro"

Decir "le robo" al "Geniocuervo" este videíto de You Tube, no se si será exacto. Pero es real.
Esta no tan célebre frase que lo precede, tal vez le de la razón, al chabón (que, me temo no entendió mi elogio pa' su poema y me contestó otra cosa):

http://www.youtube.com/watch?v=aWeQ7jAPuus

Lo que sigue, es la épica historia del cuadro de mi papá, un leonés que vino a la Argentina en 1924, en los brazos de su madre. De Baradero, se mudó a Parque Patricios para enamorarse del Ciclón y se ve que algunas cosas se heredan, che.

"Para quienes me conocen, esta historia no necesita introducción. Para los demás lectores diré que hacía tiempo que tenía ganas de reconstruír el nacimiento de San Lorenzo y la doble victoria de 1972 me dio un buen pretexto. Jorge Gelman_ hincha de Atlanta_ aprobó la idea pues gustaba, como yo , de provocar a los lectores del diario y al propio Timmerman.
Esta reconstrucción sigue pareciendome apasionante, porque aquella aventura de un puñado de pibes en la primera década del siglo es común al nacimiento de casi todos los clubes de Buenos Aires. Un fenómeno cultural que ha impregnado la vida argentina y que, en el caso de San Lorenzo, me parece una parábola ejemplar del fulgor y la decadencia de una soiedad. Cuando hicimos el reportaje, ni Xarau, ni Gianella, ni nadie podía imaginar que nueve años más tarde San Lorenzo predería su estadio y sus bienes que costaron tantos esfuerzos. Menos aún que en 1982, tendría que volver a jugar en la B."



Con esta introducción, el gordo Soriano explica el texto que sigue, dedicado a Sanfilippo y Rafael Albrecht. Es de 1973 y pertenece a: "Artistas, locos y criminales", una selección de los artículos que hizo para el diario: "La Opinión", de Timmerman. Son de los años 1972 al '74. Por eso, tengamos en cuenta que habla del siglo veinte. Siglo donde no solo nace San Lorenzo, el cuadro de mi viejo... sino también los "Estudios San Miguel", donde se filmaron las películas argentinas de la época de oro. No tan curiosamente, cuando en 1982, los demolían, mi viejo lloraba conmigo. A él le dolía que le habían destruído el viejo "Gasómetro" y yo sentía que era un mal augurio para mi carrera de cineasta...

"Entre los hinchas de San Lorenzo de Almagro que festejaron alborozados la conquista de los títulos de 1972, caminaba un hombre de 79 años, de rostro seco como una cáscara de nuez, de ojos desteñidos que sólo podían permitirse una mirada lejana. No sintió los habituales dolores en el hígado y en la nariz, quebrada sesenta años atrás por un pelotazo. En el bolsillo trasero del pantalón guardaba una billetera de cuero gastado, abrigo de doscientos pesos, un carnet de socio vitalicio de San Lorenzo y una medalla de oro. Nadie lo reconoció, nadie le agradeció nada. Cuando llegó a la pensión de la calle Monte al 3.700, se encerró en su pieza de tres por tres, sacó el calentador de querosén, peló tres papas y las puso a hervir. Se sentó en la única silla, prendió la radio y escuchó cómo la gloria caía sobre un grupo de hombres que se ganan holgadamente la vida con el fútbol. El no lo dice, pero quizás haya mirado a su alrededor la vieja cómoda, el camastro, el crucifijo en la pared del que cuelgan siempre dos flores que se marchitan. La voz del locutor cuenta la historia de San Lorenzo, memora nombres rutilantes y menciona a los Forzosos de Almagro. El viejo Francisco Xarau asiente con la cabeza. Recuerda el 1 de enero de 1915: el wing derecho desbordó su punta y tiró al arco, la pelota rebotó en un defensor de Honor y Patria y vino de buscana, justito para la zurda de Xarau; le pegó como venía, buscando el efecto contrario para enderezarla. La pelota rozó con el tiento en la cabeza de un defensor y se clavó en la red. Xarau, veloz, hábil con las dos piernas, lo imprescindible para ser un gran centroforward, corrió a festejar. Lo ahogaron a abrazos. La vieja cancha de Ferrocarril Oeste estaba repleta. La barra de Almagro deliraba. Era la misma alegría que en 1972 sintieron los herederos de aquellos hinchas cuando Figueroa logró el tanto del triunfo frente a River Plate. Aquel gol de Xarau abrió el camino para que San Lorenzo ascendiera a la primera división de la Asociación Argentina de Football. Corrían 37 minutos del primer tiempo. Dos goles más, el último del wing izquierdo Luis Giannella, sellaron el score definitivo: 3 a 0. La barriada de Almagro tenía ya un club que la identificara.Desde entonces, la aventura que había nacido en 1907, en la esquina de México y Treinta y Tres, con el nombre de Forzosos de Almagro, creció hasta alcanzar en 1930 su esplendor. En la euforia del triunfo, pocos sabían que dos de aquellos pibes que integraron el equipo de los Forzosos, cuando se fundó, en 1907, y cuando ascendió en 1915, están vivos y abandonados por su hijo presuntuoso. Xarau vive en la pobreza de un cuarto. Giannella, de 77 años, está ciego, sordo y apenas puede mover sus piernas. Casi todos los días, como hace 65 años, los dos "muchachos" (así se nombran ellos) se juntan en casa de Giannella -quien vive cuidado por una hija y tiene otro hijo varón-, para recordar aquella época que ya parece una alucinación. Giannella, que no oye ni ve, habla como una ametralladora, se indigna cuando lo interrumpen. Xarau nunca se casó y no se queja demasiado de su soledad: 'Siempre tuve problemas -dice-, cosas de la vida. Todo lo que les dejó San Lorenzo fue un carnet para entrar gratis al club y una medalla de oro. El viejo centroforward opuso resistencia a contar la historia de los Forzosos: 'Ya está escrita -argumentó-, la hicieron los investigadores; nosotros la vivimos, no podemos modificarla'. Al fin, Xarau y Giannella contaron aquella infancia en el barrio de Almagro junto al cura Lorenzo Massa, quien los dirigió en sus primeros pasos. El relato de ambos sacó a la luz una circunstancia casi desconocida para los hinchas de San Lorenzo. El nombre del club no proviene sólo de un reconocimiento al padre Massa; se refiere, concretamente, a la batalla ganada por San Martín en 1813.
GIANNELLA: En 1907 la calle México era de tierra, todas las casas eran bajas y modestas y por allí pasaba el tranvía 27. Los pibes jugábamos al fútbol en la calle porque era lo más barato que había. Los de la barra vivíamos en la calle México o en Treinta y Tres. Todos trabajábamos para ayudar en casa. Yo hacía herrería artística en un taller de Avenida La Plata y Rosario. Cuando largaba el trabajo, salía corriendo para juntarme con la barra y hacer el partido. La pelota era mía, de esas de tiento que había entonces, ¿las conoció? Después se la vendí a Federico Monti, que era el cabecilla de la barra, en dos pesos cincuenta. Queríamos formar un cuadro para jugar con los muchachos de otros barrios, así que nos reunimos y empezamos a buscar un nombre. Elegimos Forzosos de Almagro. El primer nombre lo discutimos mucho, pero todos estábamos convencidos de que, al club, había que agregarle a cualquier nombre, el del barrio: Almagro. Algunos queríamos ponerle Almagro solamente, pero por fin le agregamos Forzosos.
XARAU: (...) En 1907 éramos los Forzosos pero no jugábamos todavía contra otros cuadros. Hacíamos partidos entre nosotros, menores contra mayores. Eramos pibes de 12 a 15 años. Me acuerdo que cuando pasaba el tranvía, lo usábamos para hacer rebotar la pelota, lo que ahora llaman 'pared'.
GIANNELLA: San Lorenzo nació el día que Juancito Abondanza se llevó por delante al tranvía. Estábamos jugando un partido entre mayores y menores en la calle, justo frente a la capilla de San Antonio. El padre Lorenzo Massa salía a la vereda a mirar. En un momento, Juancito agarra la pelota y empieza a disparar como loco. Se cortaba solo y no vio el tranvía, o lo quiso gambetear, la cosa es que se lo tragó. El mótorman alcanzó a frenar pero igual lo golpeó y lo tiró al suelo. El tipo que manejaba y el guarda bajaron furiosos para pegarle a Juancito, pero el pibe era muy ligero y se las tomó mientras los mandaba con madre y todo. Yo estaba parado al lado del padre Massa (...) Cuando escuchó que Abondanza los insultaba a los del tranvía, me dijo: 'Pero che, qué barbaridad, qué mal educado es ese pibe'. Enseguida me preguntó quién era el cabecilla de la barra. 'Aquél', le dije, y señalé al Carbuña. Nosotros lo respetábamos mucho. Federico Monti era un pibe que trabajaba de carbonero -después se hizo albañil-, por eso le habíamos puesto ese apodo. Lo llamó al Carbuña y le dijo: 'Mirá, en el fondo de la capilla tengo un lindo terreno. Si ustedes lo limpian pueden hacer una canchita. Yo les hago hacer los arcos en la carpintería de la iglesia de San Carlos. ¿Qué les parece?'.
XARAU: Limpiamos el fondo de escombros. Trajimos un carro, y Giannella, Federico Monti, su hermano Juan y yo, nos llevamos muchas cargas de yuyos, ladrillos y otras cosas. Dejamos todo limpito. El cura trajo los arcos con las medidas que le habíamos dado (...)
GIANNELLA: El que puso el nombre de Forzosos fue Luisito Manara, un chico muy bueno que iba a todas partes con nosotros y que se murió enseguida, a los 16 años, de tifus. Cuando discutimos el nombre no teníamos ni la pelota. Luisito decía que el cuadro se tenía que llamar Forzosos de México, porque éramos casi todos de esa calle. Federico Monti dijo que no, que había que ponerle cualquier nombre, pero con Almagro al final, y que eso no podía cambiarse nunca. Entonces quedó Forzosos de Almagro. Con el nombre de Forzosos jugamos apenas dos o tres meses. El primer partido fue contra Estrellas de México, que era un cuadro de ahí cerca, por Castro Barros. Estrenamos unas camisetas color borra de vino que nos trajo el cura Lorenzo. Les ganamos 2 a 1. Xarau hizo un gol de penal ¡Cómo los tiraba! El otro creo que lo metió Julio Maidana. Jugamos muchos partidos y los ganamos todos. En la capilla no perdimos nunca. Le ganamos al Jorge Brown, al Laureles Argentinos, que era de las calles Agrelo y Boedo. Ibamos a los diarios a poner los desafíos, pero no nos querían recibir el papel porque no tenía sello y decían que si no tenía sello no era un club. Como el padre Lorenzo nos obligaba a ir a misa todos los domingos, a la salida hablábamos con los vecinos y juntamos 7 pesos que costaba el sello de goma. En la misa, el padre controlaba muy bien si estábamos todos, porque si no, no había permiso para usar la cancha. Ibamos tantos muchachos a misa que se empezó a llenar de chicas, pero en ese tiempo no nos ocupábamos de mujeres, como hacen ahora.Federico Monti y otros empezaron a decir que había que cambiarle el nombre al cuadro, porque Forzosos era muy feo. Monti me dijo: 'Hablá con el padre Massa, elegí un nombre, y si él está de acuerdo, lo cambiamos'. Lo agarré al cura cuando salía para ir a San Carlos, que quedaba en Victoria y Yapeyú (hoy Hipólito Yrigoyen y Quintino Bocayuva). Le dije: 'Padre, vamos a cambiar el nombre del cuadro'. Me preguntó cómo pensábamos llamarlo. 'Mire padre -me animé-, le vamos a poner Club Atlético Lorenzo Massa'. El cura se agarró la cabeza: '¡No! -me dijo-. ­Por favor! Ustedes se pelean en la cancha, les van a decir cuervos, frailongos, no, no'. Entonces le insistí: 'Federico dice que lo único que no podemos sacar es Almagro, pero lo otro está decidido'. No quiso saber nada, así que tuvimos que reunirnos todos en la esquina y buscar otro nombre. Nosotros le queríamos hacer el homenaje al padre y ponerle su nombre al club, así que buscamos una vuelta en el asunto. Alguno se acordó de la batalla de San Lorenzo. Fuimos corriendo y el cura aceptó. 'Bueno, si es por la Batalla de San Lorenzo está bien. Que se llame San Lorenzo de Almagro'. Esto era en abril de 1908.Xarau: Yo le voy a contar cómo cambiamos la camiseta y adoptamos la azulgrana, que se usa ahora. Como nosotros no perdíamos ningún partido, el cura nos dijo un día: 'El domingo que viene les voy a traer un cuadro bravo a ver si ésos les pueden ganar. También voy a traer dos juegos de camisetas y los sorteamos. Uno es verde y blanco en franjas verticales, el otro rojo y azul, también verticales. La camiseta que tenga el cuadro ganador queda para San Lorenzo'. Trajo un cuadro de San Francisco, que tenía unos jugadores bárbaros. Sorteamos las camisetas y nos tocó la roja y azul. Les ganamos 5 a 0. Giannella hizo un gol. Así que nos quedamos con las camisetas azulgrana que se siguen usando ahora. Entonces el cura se convenció de que no perdíamos más y nos hizo entrar en el campeonato de las iglesias, que se llamaba Don bosco. También lo ganamos. Entre tanto, nos íbamos haciendo muchachos grandes.Giannella: El padre Lorenzo consiguió una cancha en el Parque Chacabuco y nos fuimos a jugar allá, porque ya necesitábamos más. Por el año doce, la municipalidad nos sacó la cancha y no sabíamos qué hacer, así que decidimos irnos a jugar a otros clubes. Xarau y yo nos fuimos a Vélez Sarsfield. Llegamos a la semifinal pero perdimos contra Porteño. Yo no jugué ese día. Al año siguiente terminamos segundos de Floresta y perdimos el ascenso. Si ese año Vélez Sarsfield hubiera subido a primera, San Lorenzo no existiría.En 1914 formamos de nuevo el club San Lorenzo de Almagro y entramos en el campeonato de segunda división. Nos reunimos en la casa de Alberto Coll, en la esquina de Treinta y Tres y Agrelo, y allí instalamos la secretaría del club. Entramos en segunda y ganamos todos los campeonatos del norte, sur, qué se yo. Ganamos el torneo de segunda y teníamos que jugar la final con Honor y Patria, que era campeón de Intermedia. El partido fue en la cancha de Ferro y ganamos 3 a 0. Fue el 1 de enero de 1915. Xarau hizo el primer gol y yo el último. Subimos a primera y, desde entonces, San Lorenzo no descendió nunca.Xarau: Nos hacía falta cancha. Habíamos juntado cien socios que pagaban una cuota mensual. Empezamos a hacer la cancha en Liniers, sobre un terreno que era del cuadro de Olimpia. Gastamos toda la plata y cuando la terminamos, la municipalidad nos avisó que por ahí iba a pasar una calle asfaltada y nos desalojó. Perdimos todo, una fortuna en ese tiempo, y lo peor es que no teníamos cancha para jugar en primera. Menos mal que el presidente de Ferrocarril Oeste nos alquiló la de ellos. La pagamos con plata nuestra porque también éramos socios del club, y ya teníamos una barrita buena. Cuando entramos en primera, la cosa andaba mejor. Nosotros éramos jugadores y se había formado una comisión directiva. En el año dieciséis nos fuimos a Avenida La Plata, al lugar mismo donde ahora está el club. El padre Massa consiguió alquilar el terreno y empezamos a hacer la cancha. Nosotros íbamos a ayudar a nivelar el terreno, a sacar escombros y todo eso. La hicimos casi en el mismo lugar en que está ahora, un poco más sobre Avenida La Plata, y tenía una tribunita chica, como para cincuenta personas.
GIANNELLA: Mi vieja tiraba la bronca. Decía que todos los que jugaban al fútbol eran unos atorrantes. Yo le contestaba: 'Cuando juegue en primera voy a conseguir un trabajo mejor'. Claro, me dieron un trabajo en la Unión Telefónica. Yo jugué hasta 1923 (...)
XARAU: Yo me retiré antes, en el dieciocho. Por mi madre y mi hermana. Siempre tuve problemas. No me pude casar porque tenía que cuidarlas. Ya ve donde vivo. El año pasado viví en un ranchito de La Reja. Conservaba recuerdos de la época, pero un día entraron ladrones y se llevaron todo. Soy socio vitalicio de San Lorenzo, tengo el número cinco y mi foto está en la intendencia del club junto a la de los demás. Entro gratis a la cancha. Me conformo. Trabajé seis años como cuidador de las canchas de bochas del club y me daban un sueldito. Tengo una jubilación chiquita y a los setenta y nueve años no puedo esperar mucho.
Los que empezamos éramos menos de veinte, los que hicimos el club unos cien y sólo quedamos dos vivos. También queda Silva, que era de las inferiores. Ahora lo único que me queda por delante es la muerte. Mi amargura no es andar solo y tirado, sino que lo que hice no me haya servido de nada. No me refiero al club, que lo hicieron los que vinieron después, sino a la vida. Siempre tuve problemas. Tengo unos sbrins, pero ellos están en lo suyo y me parece bien. De los viejos, más vale no acordarse. Aunque alguna vez también hicieron goles."

Friday, November 06, 2009

Cine Debate en UNTREF

Retransmito:

Tenemos el agrado de anunciar e invitar al nuevo ciclo de cine que arranca, este sábado, en la Untref (sí, ¡mañana!)
EL ESPEJO Y EL ESPECTÁCULO - El Cine y los medios de comuncación de masas -Durante los ultimos meses, el escenario político y el de la opinión pública estuvieron atravesados por el debate acerca de la nueva ley de medios de comunicación. Muchas voces se alzaron a favor y en contra, pero lo llamativo es que ambas dicen sostener lo mismo: la libertad de expresión y la pluralidad de voces. Con el ciclo de cine debate El Espejo & El Espectáculo, trataremos de entender juntos cómo funcionan y qué espacio ocupan en nuestras vidas medios como la radio, la televisión y los diarios; desenmascarando la actitud de "reflejo" objetivo de la realidad, para ver detrás de ella una vocación de prisma que refracta: forma opinión, crea realidad, construye poder

Las películas:
7/11: Dias de Radio (Woody Allen, 1987)


14/11: Network (Sidney Lumet, 1976)


21/11: Ellos Viven (John Carpenter, 1988)


28:11: La crisis causó dos nuevas muertes (Damian Finvarb y Patricio Escobar, 2006)



Como siempre, aseguramos al que venga:- buen cine, - un momento lindo,- un espacio para charlar y preflexionar,- un agapé (ágape + canapé) para amenizar- y todo, ¡gratis!


Los esperamos:Todos los sábados de noviembre a las 19 hs. en el Auditorio de Untref, Valentín Gómez 4838 (frente a la estación Caseros).


Ojalá los veamos por ahí, Grupo Celuloide (Martina, Pablo, Yamila)


http://grupoceluloide.blogspot.com/

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María Elsa Rodríguez nació en San Miguel (Buenos Aires, Argentina) en 1966. Supo que lo suyo no eran las obtusas matemáticas, y que los sueños la movilizaban más que la realidad. Estudió Cinematografía, Fotografía, Bibliotecología y Archivística (áreas estas dos últimas en las que desarrolló su labor profesional los últimos años, sin dejar de seguir ampliando en talleres, su interés por la dramaturgia y la literatura). Estrenó obras en teatro, publicó cuentos y su primera novela. Desde entonces, comparte algo de su material en los sitios que administra en la Web: • https://artistinconcluso.blogspot.com/ • http://unadextranjerosenyankilandia.blogspot.com/ • http://ailaviuforever.blogspot.com/ • https://www.facebook.com/Libros-para-olvidar-la-editorial-de-los-libros-perdidos-984324104963181/