"Cada hoja es todas las hojas del innumerable Arbol de los Relatos"

Thursday, August 28, 2008

Invitación



UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRES DE FEBRERO

HELMUT DITSCH EN UNTREF

CONFERENCIA Y PRESENTACIÓN DE LA OBRA DEL PRESTIGIOSO ARTISTA INTERNACIONAL

11 de Septiembre a las 18.30hrs.
Sede de UNTREF, Valentin Gomez 4828

Los libros rebasan las ciudades

"Fin del mundo del fin"


"Como los escribas continuarán, los pocos lectores que en el mundo había van a cambiar de oficio y se pondrán también de escribas. Cada vez más los países serán de escribas y de fábricas de papel y tinta, los escribas de día y las máquinas de noche para imprimir el trabajo de los escribas. Primero las bibliotecas desbordarán de las casas, entonces las municipalidades deciden (ya estamos en la cosa) sacrificar los terrenos de juegos infantiles para ampliar las bibliotecas. Después ceden los teatros, las maternidades, los mataderos, las cantinas, los hospitales. Los pobres aprovechan los libros como ladrillos, los pegan con cemento y hacen paredes de libros y viven en cabañas de libros. Entonces pasa que los libros rebasan las ciudades y entran en los campos, van aplastando los trigales y los campos de girasol, apenas si la dirección de vialidad consigue que las rutas queden despejadas entre dos altísimas paredes de libros. A veces una pared cede y hay espantosas catástrofes automovilísticas. Los escribas trabajan sin tregua porque la humanidad respeta las vocaciones, y los impresores llegan ya a orillas del mar. El presidente de la república habla por teléfono con los presidentes de las repúblicas, y propone inteligentemente precipitar al mar el sobrante de libros, lo cual se cumple al mismo tiempo en todas las costas del mundo. Así los escribas siberianos ven sus impresos precipitados al mar glacial, y los escribas indonesios etcétera. Esto permite a los escribas aumentar su producción, porque en la tierra vuelve a haber espacio para almacenar sus libros. No piensan que el mar tiene fondo, y que en el fondo del mar empiezan a amontonarse los impresos, primero en forma de pasta aglutinante, después en forma de pasta consolidante, y por fin como un piso resistente aunque viscoso que sube diariamente algunos metros y que terminar por llegar a la superficie. Entonces muchas aguas invaden muchas tierras, se produce una nueva distribución de continentes y océanos, y presidentes de diversas repúblicas son sustituidos por lagos y penínsulas, presidentes de otras repúblicas ven abrirse inmensos territorios a sus ambiciones etcétera. El agua marina, puesta con tanta violencia a expandirse, se evapora más que antes, o busca reposo mezclándose con los impresos para formar la pasta aglutinante, al punto que un día los capitanes de los barcos de las grandes rutas advierten que los barcos avanzan lentamente, de treinta nudos bajan a veinte, a quince, y los motores jadean y las hélices se deforman. Por fin todos los barcos se detienen en distintos puntos de los mares, atrapados por la pasta, y los escribas del mundo entero escriben millares de impresos explicando el fenómeno y llenos de una gran alegría. Los presidentes y los capitanes deciden convertir los barcos en islas y casinos, el público va a pie sobre los mares de cartón a las islas y casinos donde orquestas típicas y características amenizan el ambiente climatizado y se baila hasta avanzadas horas de la madrugada. Nuevos impresos se amontonan a orillas del mar, pero es imposible meterlos en la pasta, y así crecen murallas de impresos y nacen montañas a orillas de los antiguos mares. Los escribas comprenden que las fábricas de papel y tinta van a quebrar, y escriben con letra cada vez más menuda, aprovechando hasta los rincones más imperceptibles de cada papel. Cuando se termina la tinta escriben con lápiz etcétera; al terminarse el papel escriben en tablas y baldosas etcétera. Empieza a difundirse la costumbre de intercalar un texto en otro para aprovechar las entrelíneas, o se borra con hojas de afeitar las letras impresas para usar de nuevo el papel. Los escribas trabajan lentamente, pero su número es tan inmenso que los impresos separan ya por completo las tierras de los lechos de los antiguos mares. En la tierra vive precariamente la raza de los escribas, condenada a extinguirse, y en el mar están las islas y los casinos o sea los transatlánticos donde se han refugiado los presidentes de las repúblicas, y donde se celebran grandes fiestas y se cambian mensajes de isla a isla, de presidente a presidente, y de capitán a capitán."


Julio Cortázar: "Historias de cronopios y de famas"

Tuesday, August 26, 2008

Tersa dulzura


El breve amor

Con qué tersa dulzura
me levanta del lecho en que soñaba
profundas plantaciones perfumadas,
me pasea los dedos por la piel y me dibuja
en el espacio, en vilo, hasta que el beso
se posa curvo y recurrente
para que a fuego lento empiece
la danza cadenciosa de la hoguera
tejiédose en ráfagas, en hélices,
ir y venir de un huracán de humo-

(¿Por qué, después,
lo que queda de mí
es sólo un anegarse entre las cenizas
sin un adiós, sin nada más que el gesto
de liberar las manos ?)


Julio Cortázar
Salvo el crepúsculo (1984)

Sunday, August 24, 2008

En el siglo pasado, cuando yo era chica...

...veía: ”La Luna de Canela” . En la fotografía, se ve a “Canela (Gigliola Zecchin, quien hoy sigue conduciendo en televisión (para los más grandes), con el mismo afán de informar y educar, además de ser editora de libros infantiles en Editorial Sudamericana)”, junto a un joven Enrique Pinti, quien también era guionista y escribía la tira “El mono relojero” para la revista infantil “Billiken”.Era este, un programa infantil donde se leían cuentos, pensado para que los niños no tengan que “solo ver” con los ojos, los horrores que les brindan hoy... en un nuevo milenio, plagado de tecnología donde los adultos ocupados aseguran que ésta, hará más por los niños que la simple imaginación. Luego esas mismas personas se preguntarán por qué “los chicos no la tienen” ó “los jóvenes ya no leen”.
En un contexto ideológico más salvaje que el actual, existían en la mínima programación de 4 canales televisivos, ciclos como el citado antes ó: “Cineclub infantil”, un programa de cine para chicos conducido por Víctor Iturralde y su imagen de señor normal... tan impensable en la actualidad, cuando los programas infantiles no existen o los presentan vedettes.



Los tiempos han cambiado, pero siguen siendo los adultos los responsables. La “televisión basura”, pretende invadir todo. Nos compete a nosotros, volver a reinstalar los aún vigentes libros en papel... que paradójicamente sigue siendo el soporte más duradero. Entre diversas “novedades empresariales”, circula por Internet el siguiente texto:

“Presentamos el nuevo aparato de "Líneas Informativas Basadas en Reconocimiento Óptico" (LIBRO).
El LIBRO supone un gran avance tecnológico: sin cables, sin baterías, sin nada que deba conectarse o encenderse. Su manejo es tan sencillo que hasta un niño puede utilizarlo. Compacto, portátil, puede usarse en cualquier sitio incluso si nos hallamos en un sofá junto a la chimenea y aun así es lo bastante potente como para contener tanta información como un CD-ROM.
El LIBRO se confecciona a partir de una secuencia numérica de hojas confeccionadas con derivados de la madera finamente comprimidos, conocidos también como papeles (reciclable), cada una de las cuales es capaz de contener millares de bits de información.
Las páginas se unen mediante un artefacto que tiene diversas denominaciones y que se aloja en el lomo, que mantiene las hojas en su correcta secuencia. La llamada Tecnología del Papel Opaco (TPO) permite a los fabricantes utilizar ambas caras de la hoja, con lo que se duplica la densidad de información y se reducen los costos.
Los expertos se hallan divididos en cuanto a las perspectivas de futuros aumentos de la densidad de información; por el momento, los LIBROS que contienen mayor información sencillamente utilizan más páginas.
Cada una de las páginas se analiza ópticamente y la información resultante queda directamente registrada en el cerebro humano.
Cualquier movimiento a través del flujo informativo se lleva a cabo de forma digital: un leve gesto con el dedo le lleva a uno a la página siguiente. El LIBRO puede utilizarse en cualquier momento mediante el mero hecho de abrirlo.
Al LIBRO no le afectan golpes o caídas ni precisa un ocasional reinicio, aunque, al igual que otros artefactos de visualización de datos, puede resultar inutilizable si se deja caer al agua.
La función de "búsqueda" le permite a usted trasladarse de manera instantánea a cualquier página y avanzar y retroceder como desee.
Muchos incluyen una función llamada "índice" que indica con gran precisión la situación exacta de cualquier información seleccionada para su instantánea localización.
Portátil, duradero y asequible, el LIBRO está teniendo una excelente acogida y se lo considera precursor de toda una nueva ola de entretenimiento.
Además, sus atractivos son tan evidentes que miles de creadores de contenidos se han comprometido a dedicarse al género y, según se cuenta, los inversores son numerosísimos. Cabe esperar muy pronto una verdadera oleada de nuevos títulos.”
... Los libros están aún en algunos hogares al mismo nivel que una PC. Si un niño simplemente ve a sus padres leer y escucha relatos narrados por ellos o sus abuelos, para luego ver las imágenes e imitarlos, tarde o temprano leerá con el mismo placer con el que juega o ve la tele... que después de todo, también la hereda de sus mayores.

Friday, August 22, 2008

Amo tanto las palabras...

Pablo Neruda, también confiesa:

“... Son las palabras las que cantan, las que suben y bajan... Me prosterno Ante ellas... las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito... Amo tanto las palabras...”

En: ”Lecciones de literatura”, Vladimir Nabokov expresa:

“La literatura no nació el día en que un chico llegó corriendo del valle de Neandertal gritando: ¡el lobo, el lobo!, con un enorme lobo gris pisándole los talones; la literatura nació el día en que un chico llegó gritando: ¡el lobo, el lobo!, sin que lo persiguiese ningún lobo. El que el pobre chaval acabara siendo devorado por un animal de verdad, por haber mentido tantas veces, es un mero accidente. Entre el lobo de la espesura y el lobo de la historia increíble, hay un centelleante camino intermedio.
Ese término medio, ese prisma es el arte de la literatura.”


El escritor y filósofo español, Fernado Savater, dice:

“Un buen cuento no exige preparación previa: va directamente al hecho y arrastra al lector hasta hundirlo en su materia desde el primer momento: debe aparecer como una realidad rotunda, sin inútiles alargamientos, con un atuendo exclusivo y no vulgar. Sugiere, hace pensar. En su unidad traduce la unidad del mundo en que está inserta, pero no como un saber adquirido sino como una forma de vivir y sentir esa realidad presente (...) Los cuentos ilustran los ensueños de los niños y perfilan el vigor de los adolescentes, pero nos acompañan también sin desertar a lo largo de toda nuestra vida. De ese insustituible aprendizaje del valor y la generosidad por vía fantástica depende en gran medida, el posterior temple del espíritu, la opción que marcará la vida de ese ser, hacia la servidumbre resignada o hacia la enérgica libertad.”

Magia forever!





Faltan los 3 Reyes Magos... porque siempre me despreciaron, como la Fama y la Fortuna. Pero en ellas es explicable, ya que son mujeres.
Tal vez, ellos tampoco entendieron mis cartitas porque hablan otro idioma...
¿No tienen un secretario que les traduzca?
¡Qué ineficientes!

En: “La palabra mágica”, Silvia M. Pardo, reflexiona acerca de las palabras y lo hechizos que fueron cambiando con el tiempo, igual que los cuentos...
“¿En cuántas oportunidades aquellos conjuros se encargaron de beneficiar o castigar a bondadosos e impíos o de imprimir la confianza necesaria al héroe en un paso trascendente?
El poder de la palabra como generadora de actos de magia se ha manifestado desde el nacimiento de la literatura y ha mantenido su vigencia hasta nuestros días. El motivo de esta permanencia debemos buscarlo, tal vez en el lugar privilegiado que la palabra ha ocupado desde siempre en la vida de la humanidad. (...) La magia conduce invariablemente a un solo fin: la transformación. La palabra mágica vehiculiza el propósito deseado y en él metamorfosea la realidad.
(...) Dice Jean Paul Sartre: ... “para el hombre, las palabras están domesticadas, para el poeta, continúan en estado salvaje (...) para aquel, son convenciones útiles, para el segundo son cosas naturales que crecen sobre la tierra.”

Pero lo mejor es notar que mientras los poetas siguen sembrando, y los magos andan ocupados en otros barrios... las brujas tampoco tienen paz:

“La bruja Mon
necesitaba un reloj
lo quiero sumergible
_pensó_
... con cronómetro y alarma;
que de las horas,
los días
el mes y el año.
Sacó su varita mágica
Y dijo las palabras secretas.
Entonces, delante de la cueva
Apareció un reloj de sol (...)
_ Mi varita es tan vieja
que solo fabrica antigüedades...”
1

Los relojes son objetos muy jodidos...

1 Pilar Mateos: “La Bruja Mon”, SM, Madrid, 1988.

Wednesday, August 20, 2008

Jonathan y Ernesto, esos matemáticos viajeros

Dijo Ernesto Sábato como "Justificación":

“Uno se embarca hacia tierras lejanas, indaga la naturaleza, ansía el conocimiento de los hombres, inventa seres de ficción, busca a Dios. Después se comprende que el fantasma que se perseguía era Uno-Mismo (…) Estas reflexiones no forman un cuerpo sistemático ni pretenden satisfacer las exigencias de la forma literaria: no soy un filosofo y Dios me libre de ser un literato; son la expresión irregular de un hombre de nuestro tiempo que se ha visto obligado a reflexionar sobre el caos que lo rodea. (…) En 1934, cuando era estudiante, fui enviado a un congreso comunista en Bruselas. Iba a Europa imaginando que los males del movimiento podían ser exclusivamente argentinos; todavía conservaba muchas ingenuidades (…) el universo burgués me había asqueado.”[1]

A Jonathan Swift, lo que le daba asco soberanamente, eran los soberanos ingleses que le fastidiaban su irlandesa estirpe. “Los viajes de Gulliver” no eran un libro para niños entones, sino una mordaz crítica ligeramente disfrazada contra esos viles vecinos invasores. La historia del primer viaje de este hombre que naufraga y es retenido como “prisionero” entre un pueblo de baja estatura física, que lo trata con mayor altura que las autoridades doblemente “reales” en su propia tierra… comienza en:” Bristol el 4 de mayo de 1699, y la travesía al principio fue muy próspera.”

Como a Sábato, no solo le molestaban las gentes de su época, sino que también compartían algunas curiosas observaciones, las matemáticas para explicarlo todo y: “El reloj, que surgió para ayudar al hombre, se ha convertido hoy en un instrumento para torturarlo.
Antes, cuando se sentía hambre se echaba una mirada al reloj para ver que hora era; ahora se lo consulta para saber si tenemos hambre.”


Cuando a Gulliver le piden con todo respeto, permiso para registrar sus bolsillos (ya que después de todo es el prisionero)… le garantizan hacer un inventario de sus posesiones:

«Imprimis. En el bolsillo derecho de la casaca del «Gran-Hombre-Montaña» (así traduzco Quinbus Flestrin), después del más detenido registro, encontramos sólo una gran pieza de tela ordinaria, de bastante tamaño para servir de alfombra en la gran sala del trono de Vuestra Majestad (…) Había dos bolsillos en que no pudimos entrar: los llamaba él sus bolsillos de pretina, y eran dos grandes rajas abiertas en la parte superior de su media cubierta, pero que mantenía cerradas la presión de su vientre. Del de la derecha colgaba una gran cadena de plata, con una extraordinaria suerte de máquina al extremo. Le ordenamos sacar lo que hubiese sujeto a esta cadena, que resultó ser una esfera la mitad de plata y la otra mitad de un metal transparente, porque en el lado transparente vimos ciertas extrañas cifras, dibujadas en circunferencia, y que creímos poder tocar, hasta que notamos que nos detenía los dedos aquella sustancia diáfana. Nos acercó a los oídos este aparato, que producía un ruido incesante, como el de una aceña. Imaginamos que es, o algún animal desconocido, o el dios que él adora; aunque nos inclinamos a la última opinión, porque nos aseguró -si es que no le entendimos mal, ya que se expresaba muy imperfectamente- que rara vez hacía nada sin consultarlo. Le llamaba su oráculo, y dijo que señalaba cuándo era tiempo para todas las acciones de su vida.2


[1] Ernesto Sábato. Fragmento de “Justificación”, prólogo de: “Hombres y engranajes”. Seix Barral, 2006

2 Jonathan Swift: “Viajes de Gulliver (Primera parte): Un viaje a Liliput

Julio, el mes de la "Rayuela"




Monday, August 18, 2008

En el filo de las hojas de un libro

Un bibliotecario, subió a la correspondencia que compartimos a través de la "Lista de ABGRA (Asociación de Bibliotecarios Graduados de la república argentina)", un mail que se titula:

" El arte de ocultar imágenes en el filo de las hojas de un libro"

"A partir del siglo X, distintos editores de ediciones de lujo o limitadas, desearon ampliar la
belleza de sus libros agregando ciertos secretos en los mismos. Y qué mejor lugar para esconder imágenes ocultas que el filo de las páginas de dichos libros que, a pesar de estar perfectamente a la vista, las mismas ocultaban su secreto gracias a un juego de posicionamiento de las partes de la imagen. Es decir, que sólo pueden ser vistas cuando las páginas, en su conjunto, son presionadas de manera o forma específica.

Si bien esto empezó a manera de símples dibujos ornamentales, para el siglo XVIII empezarían a surgir verdaderas obras de arte. Libros que, si sus hojas eran presionadas con cierto ángulo, mostrarían una imagen que, presionadas hacía otro ángulo, cambiaría para representar otra escena (...)
Martin Frost, un artísta británico que se ha propuesto resucitar esta maravillosa técnica. E incluso ha restaurado y recreado obras de éste tipo que se encontraban en muy mal estado a causa del paso del tiempo y el abandono. Desde 1970 hasta el presente Martin ha producido más de 3000 obras.
Mi versión preferida,
ésta representació n de La Última Cena de Da Vinci hallada en un libro de 1814 en la Iglesia de Inglaterra. (se encuentra a mitad de página. El sitio posee varios ejemplos más)"

Enlaces relacionados.
- Galería de imágenes del trabajo de Martin Frost- Otro espectácular video de ejemplo

Original: http://www.anfrix.com/las-imagenes-ocultas-en-el-filo-de-las-hojas-de-un-libro/

Piluso y Picasso compran la ropa en el mismo boliche




La pilcha no lo es todo, pero alguna gente no puede dejar de estar a la moda.

Algunos otros son creativos, otros excentricos.

“Lo que hace que el individuo sienta que la vida vale la pena de vivirse es más que ninguna otra cosa, la percepción creadora.”

D.W.Winnicott (“Realidad y juego”)




“Dada mi condición de educador, sigo siendo conciente de que la creatividad debería ser el centro de toda educación.”


Bruno Bettelherim















recomiendo: http://tontospavotes.blogspot.com/2008/07/grandes-sobras-del-arte.html

Es la primera vez que no me ponen en la imagen de la gorda.

Friday, August 15, 2008

Yo no busco, encuentro

Los "Salieris" de Picasso andan sueltos...
Acá están intercalados dibujos de Wanda Recchi y María Elsa Rodríguez. Apuesto que se notará cual es cual... pero no nos interesa.
Al tal Pablo (que aparece en varias famosas fotos con la misma remera que el Capitán Piluso), capaz que tampoco:
"Cuando era chico sabía dibujar como Rafael, pero necesité una vida para aprender dibujar como los chicos"


“Nada puede surgir sin soledad. Yo me he creado una soledad que nadie es capaz de imaginar”


“A menudo he utilizado pedazos de periódicos para hacer mis collages, pero no para hacer un periódico”

“ Nunca llega el momento en el que puedas decir: he trabajado bien, y mañana es domingo. En cuanto te detienes, vuelves a empezar otra vez desde el principio. Puedes dejar de lado un cuadro y decir que no lo vas a tocar más. Pero nunca podrás ponerle debajo la palabra FIN”


“Dicen que soy un hombre que busca. Pero yo no busco, encuentro”

“Ustedes esperan que les diga que es el arte. Si lo supiera no se lo diría a nadie”

“Todo lo que puedes imaginar es real”

Pablo Picasso

Thursday, August 14, 2008

Todos los paises grandes fueron alguna vez miles de chicos leyendo

Elsa Borneman, no solo logró hacer leer a chicos y grandes... ella conoció al jorobado de Notre Dame. En: “Socorro Diez (libro pesadillesco)”, escribe doce cuentos de terror ¡Presentados por el mismísimo Quasimodo!
Quien le dedica una:


“Cantata a manera de prólogo”

“Si no fuera Quasimodo
de París, el jorobado,
no me hubieran convocado
_ ¡Justo a mi!_ de ningún modo,

para ser el prologuista
de esta obra tan genial,
donde al mal se lo ve mal
aunque desvíes la vista...

Si yo famoso no fuera
por perfección de fealdad,
no tendrían la bondad
de pedirme que escribiera...

Pero lo hago porque si,
porque la autora es la Elsita:
me quiere desde chiquita...
a ella nunca la asusté...

Aunque soy tan espantoso,
Papá de locos, bufón;
solo ve mi corazón
y repite que es hermoso.

Y como fiel compañero,
ya me voy hacia mi torre.
No ha nacido _ aún_quien borre
lo que se sueña en febrero...

Palabra de Quasimodo:
antes de irme, te digo
que este libro es un castigo.
Peor que yo. Te dije todo.

¡Qué repiquen las campanas
por él y por mi, por ella;
porque la luz de su estrella
no se apague en las mañanas!

Porque a través de tus días
sea un libro compañero
(entre tanto traicionero...)
no estás solo/a... ¿Lo sabías?"



Firmado: Quasimodo
El jorobado de Notre Dame

Obra satírica...

"No estás solo/a... ¿Lo sabías?"



Le dice Quasimodo a otra "Elsita" que no soy yo...



"La vedette y actriz presentó esta tarde su primer libro de rimas e historias personales. El mismo cuenta con el prólogo de Chiche Gelblung y con las participaciones de Jorge Rial y Luis Ventura. El ejemplar es el primer libro de Ediciones Paparazzi.
La ingenuidad de Belén Francese la llevó el verano pasado a la televisión argentina para realizar varias rimas disparatadas. Lo que parecía broma terminó siendo un libro, así de sencillo.
Esta tarde, Belén presentó su primer libro cuyo nombre es “Pequeña Belén (No) ilustrada”, y es el primer ejemplar que edita Ediciones Paparazzi."


Belén, ingenuamente, dijo: "Rial, Ventura, Moria y otros me hicieron el EPILOGO".
Tampoco los integrantes de "RSM", de América TV se percataron que era el "PRO-LOCO"

Loca "me vine yo". Miré otra cosa... como para distraerme, digamos, y leí en: http://www.percevalpress.com/ " WHEN ONE HAS LIVED A LONG TIME ALONE" en la lengua de Jamaica, que no domino así como Belén no lo hace con las rimas...



Pero tal vez, diga algo así:


“Cuando uno ha vivido demasiado tiempo solo"
Le habla hasta a un caballo rubio
Que aparenta estar tan aburrido como uno mismo.
Me contó su pena (que consistía en estar
Permanentemente mal acompañado).
Lo entendí perfectamente…
El ocaso de su carrera como actor, acaso
Le provocaba su equino lamento.
Ya no está en la “cresta de la ola”
A pesar de haber sido coprotagonista
De: “Océano de fuego” en su etapa Hollywoodeña.


Cuando uno ha vivido demasiado tiempo solo
Quiere hasta hablar con los niños…
Y ellos a veces, incluso nos contestan
Cuando no son tercos, de puro jóvenes
Y no contestan, no caminan, no laburan
¡Abusadores! primero te piden que los lleves
Y después se quedan con tu auto…
Y luego no te dejan jugar con ellos
Porque tu culo ocupa mucho espacio.

Cuando uno ha vivido demasiado tiempo solo
Adelgaza y casi se alegra de tan extraño suceso
¿Cómo no se me había ocurrido antes?
Como no me habían ocurrido tantas cosas…
Evidentemente. Seguramente…
En un punto, es práctico y conveniente.
Queda más espacio del otro lado de la cama
Y se puede invitar más gente…
Por el otro, es molesto, ya que se puede
También, acumular más cantidad de libros,
Platos usados, lentes, lápices, medias
Ropa que no se guarda sola, etc.
(complicándose el proceso de cambiar sábanas
Ya que hay que sacar todo lo antes dicho
Y se te van las ganas de invitar a nadie…)

Cuando uno ha vivido demasiado tiempo solo
Los objetos más inanimados adquieren, de pronto
Una belleza inesperada que antes no advertíamos
(mientras observábamos fielmente el otro
Objeto poco animoso que nos acompañaba)
Ese muñequito de Qui Gonn Jin…
Ya nos parece tan lindo como Barbie
Con ese pelito lacio como de plástico,
Que es conmovedor o patético… no se.

Cuando uno ha vivido demasiado tiempo solo
Te encontrás hablando con animales diferentes
A los que les estabas hablando cuando
Te parecía estar más acompañado.
Uno le habla a las plantas
Y advierte que ellas nos contestan…
Las aves nos dirigen sus gorjeos
¡Y les entendemos! Y llevámosles
Las miguitas a la carrera para que no se alteren
Esa costumbre de malcriar a todos…
Entregando todo nuestro tiempo gratis
Sintiéndonos extrañamente solos.

No preguntar más. No esperar más…
Es demasiado tiempo, solo de solo pensar…
Amarillos de espera, en las hojas
Y amargados en los ojos.

Cuando uno ha vivido demasiado tiempo solo
Ve un elegante smoking hasta en un perro


Color negro con pechito blanco...
Juro que me pidió llorando que lo lleve a casa
Sin que me asombre, y es que
He vivido demasiado tiempo sola…
Justamente por creerle lágrimas a gente
Que me pedía la misma cosa.


Cuando uno ha vivido demasiado tiempo solamente
Acompañado de incomprensiones varias…
Solo desea que lo dejen solo un rato
Y se abre un blog porque no consigue un representante decente
Para hablarle al pedo a nadie
Que es más o menos lo mismo que “todo el universo”
En este caso…

Wednesday, August 13, 2008

"El poder transformador de la literatura"

"El campo Literario:

Dentro del descuido universal que se produce cuando las necesidades socioeconómicas se convierten en prioridad, el discurso literario no está ajeno. En la industria editorial vemos circular “pseudoliteratura” pensada solo con fines materiales, que responde únicamente a los caprichos de “mercado”, esa “cosa sin forma ni rostro” pero formada por todos nosotros.
Las generaciones actuales abrevan en productos comerciales, plagados de estereotipos, lugares comunes, facilismos, “que no permiten la experimentación del goce, del desafío por la resolución de conflictos ni el placer provocado por mensajes estéticos, bellos, capaces de activar y fortalecer los espíritus a través de historias y personajes referenciales por su poder transformador. Y aquí reside el maravillosos secreto: el poder transformador de la literatura.”
En esta época tan convulsionada por grupos económicos corporativos (BIG BROTHER: Orwell), se trazan cada vez más derroteros emparentados con el consumismo.
“El campo literario se va contaminando paulatinamente con pretensiones foráneas. La prensa, los medios de comunicación (TV, radio), las instituciones, los círculos y salones, la crítica, todos se van aglutinando y organizando desde el imperio de otro campo más poderoso: el político, y el campo literario se subordina haciéndose dependiente, peligrando su autonomía. Como consecuencia, los compromisos con el poder más las aspiraciones comerciales distorsionan su verdadero objeto de estudio: la libre expresión del hombre.”
En este cuadro de situación, se observan dos grandes vertientes: aquellas que responden al orden económico y a las expectativas del mercado (producciones masivas y en serie) y las producciones puras, que se ven restringidas a una circulación más limitada, ya que al no ser atendidas (ni entendidas) por la industria editorial, se oxigenan entre familiares y amigos, sin llegar a ver una marquesina ni una tabla de posición.
Esta contribución a tiradas en serie tergiversa las competencias. Las instituciones educativas y escolares tampoco quedan afuera, ya que como centros monopolizadores del saber ejercen su propio poder de exclusión, a la hora de organizar las programaciones en la selección de textos y autores (primando aquellos que ha consagrado el mercado).
Lamentablemente las producciones literarias en la mayoría de los casos, fueron consagradas “post mortem” y cada presente también puso en duda nombres y autores, obligando a hurgar en el pasado.”

“La desaparición del mecenas y protectores fue dando paso a certámenes y convocatorias laudatorias y votivas, que con el tiempo fueron desvirtuando su intencionalidad para terminar cerrando aún más sus círculos, al privilegiar a los reiterados consagrados (previo estudio de rentabilidad en plaza)"


(...) Como afirma García Márquez, 1992:

“En realidad, los concursos literarios patrocinados por las casas editoriales no favorecen a nadie más que a ellas mismas. Los editores piensan, como lo han pensado desde el día de infortunio en que fueron inventados, que son ellos quienes les hacen a los escritores el favor de publicarles sus libros, sobre todo a los escritores nuevos, y que, por consiguiente, son éstos quienes deben pagarles por la publicación...”


Miretti, María Luisa: “Literatura en la educación inicial y EGB”, Buenos Aires, Homosapiens, 1993 (Selección)

Realismo mágico...



Bueno...muy realistas no serán algunas imágenes...
En la primera, el diálogo podría ser:


_Che, Guido... soy “Le-golda”....
_ Señora... ya le expliqué que no puedo darle lo que usted pretende.
_ ¡Rendite y tendrás un juicio justo!... Pensá el “La gorda” de “Misery”... (fijate con qué actitud logró el Oscar...)
_ Bueno, en ese caso... ¿Si le publico un cuentito ya está?
_ ¡Dale! Igual no lo tomes como una amenaza... es una advertencia.
_ Dura la vida del artista...



Si este muchacho, más vivo que Mortensen en lugar de gastarse los mangos de: “El Señor de los Anillos” en poner una “Petite Editorial” se hubiera puesto una joyería...


Yo no lo estaría molestando, caballero.


A mi las alhajas no me llaman la atención.



¡Pero la culpa es nuestra!







En la red, había fotos casi peores que la que armé yo. Sin ir más lejos... Boromir y Aragorn le reclamaban a los gritos al mal teñido de Legolas, que les devolviera el shampú...


delicias de la pelambre.



Las mejores son, sin dudas las del: “Lord of the Rings” de Ralph Bakshi...


Perdidas en el tiempo.


"El género que me caracteriza es la arpillera...

... berreta y áspera.”


María Elsa Rodríguez



“Ninguna reseña teórica puede sustituir la obra en si (...)
Contrariamente al estrecho criterio de muchos
que confunden literatura con pedagogía,
literatura con enseñanza, literatura con adoctrinamiento ideológico,
un escritor tiene todo el derecho de dirigirse a un lector más complejo”

Julio Cortazar: Obra crítica/2(1963,1994)

Sobre los géneros literarios:

Tradicionalmente, las producciones literarias se clasifican según su presentación en prosa, verso y teatro, en correspondencia con la división clásica de épica, lírica y dramática. Esta agrupación permitía cierto ordenamiento sistemático, pero no impone tabicamientos fijos ni estancos: podemos encontrarnos por ej.: excelentes poemas narrativos, con historias cargadas de poesía o teatros poéticos.
(...) “La distinción entre poemas y cuentos es incierta, sobre todo cuando se considera el pasado arqueológico, como dice Michel Foucault, del discurso poético. En sus orígenes la poesía narra. No se escribe. Constituye la memoria cultural de los hombres (...) Numerosos cuentos populares no son más que resurgimientos oscuros, transformados por la gente del pueblo y los narradores de los mitos, leyendas y epopeyas arcaicas, cuya poesía fue sin duda, el medio de expresión. En todos los cuentos sobreviven procedimientos, letanías, juegos fonéticos, ritmos, simetrías, etc. Que caracterizan a la poesía.”
Un género no nace, evoluciona y muere por capricho, sino que cada escritor adapta sus propuestas a las demandas sociológicas de la época.
“El género es siempre el mismo y otro simultáneamente, siempre es viejo y nuevo, renace y se renueva en cada nueva etapa.”



Miretti, María Luisa: “Literatura en la educación inicial y EGB”, Buenos Aires, Homosapiens, 1993 (Consideraciones finales)

Desagradecimiento...

"¡Desagradecido! ¡Encima que te salvé la vida!..."

Tuesday, August 12, 2008

"De corazón de oro y vestido de plata"

"La margarita"
Hans Christian Andersen


"Oigan bien lo que les voy a contar: Allá en la campaña, junto al camino, hay una casa de campo, que de seguro han visto alguna vez. Delante tiene un jardincito con flores y una cerca pintada. Allí cerca, en el foso, en medio del bello y verde césped, crecía una pequeña margarita, a la que el sol enviaba sus confortantes rayos con la misma generosidad que a las grandes y suntuosas flores del jardín; y así crecía ella de hora en hora.
Allí estaba una mañana, bien abiertos sus pequeños y blanquísimos pétalos, dispuestos como rayos en torno al solecito amarillo que tienen en su centro las margaritas. No se preocupaba de que nadie la viese entre la hierba, ni se dolía de ser una pobre flor insignificante; se sentía contenta y, vuelta de cara al sol, estaba mirándolo mientras escuchaba el alegre canto de la alondra en el aire.
Así, nuestra margarita era tan feliz como si fuese día de gran fiesta, y, sin embargo, era lunes. Los niños estaban en la escuela, y mientras ellos estudiaban sentados en sus bancos, ella, erguida sobre su tallo, aprendía a conocer la bondad de Dios en el calor del sol y en la belleza de lo que la rodeaba, y se le ocurrió que la alondra cantaba aquello mismo que ella sentía en su corazón; y la margarita miró con una especie de respeto a la avecilla feliz que así sabía cantar y volar, pero sin sentir amargura por no poder hacerlo también ella. «¡Veo y oigo! -pensaba-; el sol me baña y el viento me besa. ¡Cuán bueno ha sido Dios conmigo!».
En el jardín vivían muchas flores distinguidas y tiesas; cuanto menos aroma exhalaban, más presumían. La peonia se hinchaba para parecer mayor que la rosa; pero no es el tamaño lo que vale. Los tulipanes exhibían colores maravillosos; bien lo sabían y por eso se erguían todo lo posible, para que se les viese mejor. No prestaban la menor atención a la humilde margarita de allá fuera, la cual los miraba, pensando: «¡Qué ricos y hermosos son! ¡Seguramente vendrán a visitarlos las aves más espléndidas! ¡Qué suerte estar tan cerca; así podré ver toda la fiesta!». Y mientras pensaba esto, «¡chirrit!», he aquí que baja la alondra volando, pero no hacia el tulipán, sino hacia el césped, donde estaba la pequeña margarita. Ésta tembló de alegría, y no sabía qué pensar.
El avecilla revoloteaba a su alrededor, cantando: «¡Qué mullida es la hierba! ¡Qué linda florecita, de corazón de oro y vestido de plata!». Porque, realmente, el punto amarillo de la margarita relucía como oro, y eran como plata los diminutos pétalos que lo rodeaban.
Nadie podría imaginar la dicha de la margarita. El pájaro la besó con el pico y, después de dedicarle un canto melodioso, volvió a remontar el vuelo, perdiéndose en el aire azul. Transcurrió un buen cuarto de hora antes de que la flor se repusiera de su sorpresa. Un poco avergonzada, pero en el fondo rebosante de gozo, miró a las demás flores del jardín; habiendo presenciado el honor de que había sido objeto, sin duda comprenderían su alegría. Los tulipanes continuaban tan envarados como antes, pero tenían las caras enfurruñadas y coloradas, pues la escena les había molestado. Las peonias tenían la cabeza toda hinchada. ¡Suerte que no podían hablar! La margarita hubiera oído cosas bien desagradables. La pobre advirtió el malhumor de las demás, y lo sentía en el alma.
En éstas se presentó en el jardín una muchacha, armada de un gran cuchillo, afilado y reluciente, y, dirigiéndose directamente hacia los tulipanes, los cortó uno tras otro. «¡Qué horror! -suspiró la margarita-. ¡Ahora sí que todo ha terminado para ellos!». La muchacha se alejó con los tulipanes, y la margarita estuvo muy contenta de permanecer fuera, en el césped, y de ser una humilde florecilla. Y sintió gratitud por su suerte, y cuando el sol se puso, plegó sus hojas para dormir, y toda la noche soñó con el sol y el pajarillo.
A la mañana siguiente, cuando la margarita, feliz, abrió de nuevo al aire y a la luz sus blancos pétalos como si fuesen diminutos brazos, reconoció la voz de la avecilla; pero era una tonada triste la que cantaba ahora. ¡Buenos motivos tenía para ello la pobre alondra! La habían cogido y estaba prisionera en una jaula, junto a la ventana abierta. Cantaba la dicha de volar y de ser libre; cantaba las verdes mieses de los campos y los viajes maravillosos que hiciera en el aire infinito, llevada por sus alas. ¡La pobre avecilla estaba bien triste, encerrada en la jaula!
¡Cómo hubiera querido ayudarla, la margarita! Pero, ¿qué hacer? No se le ocurría nada. Se olvidó de la belleza que la rodeaba, del calor del sol y de la blancura de sus hojas; sólo sabía pensar en el pájaro cautivo, para el cual nada podía hacer.
De pronto salieron dos niños del jardín; uno de ellos empuñaba un cuchillo grande y afilado, como el que usó la niña para cortar los tulipanes. Vinieron derechos hacia la margarita, que no acertaba a comprender su propósito.
-Podríamos cortar aquí un buen trozo de césped para la alondra -dijo uno, poniéndose a recortar un cuadrado alrededor de la margarita, de modo que la flor quedó en el centro.
-¡Arranca la flor! -dijo el otro, y la margarita tuvo un estremecimiento de pánico, pues si la arrancaban moriría, y ella deseaba vivir, para que la llevaran con el césped a la jaula de la alondra encarcelada.
-No, déjala -dijo el primero-; hace más bonito así.
Y de esta forma la margarita se quedó con la hierba y fue llevada a la jaula de la alondra.
Pero la infeliz avecilla seguía llorando su cautiverio, y no cesaba de golpear con las alas los alambres de la jaula. La margarita no sabía pronunciar una sola palabra de consuelo, por mucho que quisiera. Y de este modo transcurrió toda la mañana.
«¡No tengo agua! -exclamó la alondra prisionera-. Se han marchado todos, y no han pensado en ponerme una gota para beber. Tengo la garganta seca y ardiente, me ahogo, estoy calenturienta, y el aire es muy pesado. ¡Ay, me moriré, lejos del sol, de la fresca hierba, de todas las maravillas de Dios!», y hundió el pico en el césped, para reanimarse un poquitín con su humedad. Entonces se fijó en la margarita, y, saludándola con la cabeza y dándole un beso, dijo: ¡También tú te agostarás aquí, pobre florecilla! Tú y este puñado de hierba verde es cuanto me han dejado de ese mundo inmenso que era mío. Cada tallito de hierba ha de ser para mí un verde árbol, y cada una de tus blancas hojas, una fragante flor. ¡Ah, tú me recuerdas lo mucho que he perdido!
«¡Quién pudiera consolar a esta avecilla desventurada!», pensaba la margarita, sin lograr mover un pétalo; pero el aroma que exhalaban sus hojillas era mucho más intenso del que suele serles propio. Lo advirtió la alondra, y aunque sentía una sed abrasadora que le hacía arrancar las briznas de hierba una tras otra, no tocó a la flor.
Llegó el atardecer, y nadie vino a traer una gota de agua al pobre pajarillo. Éste extendió las lindas alas, sacudiéndolas espasmódicamente; su canto se redujo a un melancólico «¡pip, pip!»; agachó la cabeza hacia la flor y su corazón se quebró, de miseria y de nostalgia. La flor no pudo, como la noche anterior, plegar las alas y entregarse al sueño, y quedó con la cabeza colgando, enferma y triste.
Los niños no comparecieron hasta la mañana siguiente, y al ver el pájaro muerto se echaron a llorar. Vertiendo muchas lágrimas, le excavaron una primorosa tumba, que adornaron luego con pétalos de flores. Colocaron el cuerpo de la avecilla en una hermosa caja colorada, pues habían pensado hacerle un entierro principesco. Mientras vivió y cantó se olvidaron de él, dejaron que sufriera privaciones en la jaula; y, en cambio, ahora lo enterraban con gran pompa y muchas lágrimas.
El trocito de césped con la margarita lo arrojaron al polvo de la carretera; nadie pensó en aquella florecilla que tanto había sufrido por el pajarillo, y que tanto habría dado por poderlo consolar."

Leedor...

Saturday, August 09, 2008

"Un triángulo o bien medio dado de la felicidad"

Los zuecos de madera de mi abuelo...
Cuando mi mamá era chica, le tocó padecer la Guerra Civil Española en Galicia y la miseria posterior (me torturó “por siglos” con ese asunto, como si yo no hubiese tenido ya bastante con los desaparecidos…). Entre lo poco que se trajo, están los zuequitos de madera que les tallaba su papá, que era un artista impresionante. Ahora que ya estoy casi tan anciana como ella, me vienen sus relatos, como si fueran míos una y otra vez, llenándome de nostalgia. Es cierto, que mi profesora de Literatura no ayuda haciéndome leer libros en los que los protagonistas parecen ser gente que conozco de toda la vida…
Ya ni películas miro para no complicarme con ese asunto. ¿Ahora tendré que dejar de leer?
Resulta que en: ”Los chanclos de la felicidad” del danés Hans Christian Andersen, los tales zuecos, tienen el poder de hacer realidad los sueños de quien se los calce. Primero un juez, por error se los lleva y termina viviendo una noche en la Edad media, que idealizaba, hasta que su Østergade se le aparece llena de barro bajo los pies y los puentes no se hallan donde debieran:

“¡Ha desaparecido la acera, y las farolas están apagadas! (…) _ ¿Desea el señor cruzar a la isla? _preguntaron_ ¿La isla? Dijo el juez que no sabía en que época estaba_.Quiero ir a Kristianshavn, a la pequeña Torvegade”.

Cuanto más hablaba con los barqueros menos se entendían. Terminó borracho en una taberna donde le hablaban en alemán, hasta que se le cayeron los zuecos y se vio en su calle de vuelta, alegrándose de que todo fuera otra vez tan civilizado…

nuestra época, con todos su defectos es mucho mejor que aquella en la que acababa de estar. Y pensar eso fue muy juicioso para el juez.”

Allí mismo en la vereda, un sereno se encuentra los chanclos y se los calza para llevárselos a un teniente que cree será su dueño. Siempre deseó ser soltero y sin preocupaciones como el fulano:

“el sereno se transformó en el teniente en cuerpo y alma. Estaba en su habitación levantado, y tenía entre los dedos un papelito rosa en el que había un poema, un poema del teniente mismo, porque quien no ha sentido alguna vez en su vida el deseo de componer un poema y poner en verso sus pensamientos. Decía:

¡Si yo fuera rico!

¡Si yo fuera rico!, de niño rezaba
Cuando ni siquiera a la mesa llegaba
¡Si yo fuera rico!, sería oficial,
Con casaca, plumas y con puñal;
Más llegué a serlo un día, al final,
Y el dinero a mi no acude.
¡Nuestro Señor me ayude!

Una tarde una niña me besó en la boca;
Yo era alegre, su edad era poca,
Yo era rico en cuentos y aventuras,
Y si en el dinero las pasaba duras
La niña quería escuchas aventuras;
Yo las tengo, más el oro no acude.
¡Ojalá que algún día Dios me ayude!

¡Si yo fuera rico!, a Dios aún le pido.
Aquella niñita ya tanto ha crecido…
Es bella, es lista y es bondadosa;
Si de mi corazón quisiera la rosa,
Si conmigo aún se mostrara amorosa…
Pero soy pobre y su amor no acude.
¡Ojalá que Dios al fin me ayude!

Si tranquila estuviera mi alma
No escribiría y tendría calma.
Si tú, a la que amo, entendieras
Y este poema joven leyeras…
Más sería mejor que no lo hicieras.
Soy pobre, la miseria acude.
¡Ojalá que a ti Dios te ayude!”

Si, esos son los versos que se escriben cuando uno está enamorado, aunque ninguna persona razonable los imprima. Teniente, amor y pobreza forman un triángulo, o bien medio dado de la felicidad. Eso era lo que sentía el teniente, y por eso apoyó la cabeza en el marco de la ventana y suspiró profundamente.
_ Ese pobre sereno que está ahí afuera en la calle es mucho más feliz que yo. El no conoce las privaciones que yo siento. El tiene hogar, una mujer e hijos que lloran con sus penas y ríen con sus alegrías.”

Al final, parece que tenía razón el hada amarga: la Pena…
“¡El que los tenga será desgraciado y bendecirá el momento en que se vuelva a ver libre de esos chanclos!
_ ¡Pero porqué dices eso! _replicó la otra_ los dejaré junto a la puerta, alguien los recogerá y será feliz.”

Claro, pobre inocente… ella no llegaba a ser el hada de la Felicidad, solo era su doncella.

Thursday, August 07, 2008

"Permítannos que vivamos en sus ojos.."

De: “Las alas del deseo”

“Ustedes,

ustedes a quienes nosotros amamos...

ustedes no pueden vernos,
no pueden oírnos...


Nos imaginan tan lejos,
y estamos tan cerca.


Somos mensajeros para acercar a quienes están lejos.


No somos el mensaje,
somos los mensajeros.


Nosotros, no somos nada...
Ustedes lo son todo para nosotros.


Permítannos que vivamos en sus ojos.


Vean su mundo a través de nosotros.


Recuperen por medio de nosotros esa mirada apacible una vez más.


Entonces estaremos cerca de ustedes,y ustedes de Él."


”Dirigida por Win Wenders / 1993.

"Porfìas del arte, que entreteje naderías..."

"Remordimiento"

"He cometido el pero de los pecados
Que un hombre puede cometer.
No he sido feliz.
Que los glaciares del olvido
Me arrastren y me pierdan, despiadados.
Mis padres me engendraron
Para el juego arriesgado
Y hermoso de la vida.
Para la tierra, el agua y el aire, el fuego.
Los defraudé. No fui feliz.
Cumplida no fue su joven voluntad.
Mi mente se aplicó a las simétricas
Porfías del arte, que entreteje naderías.
Me legaron valor. No fui valiente.
No me abandona. Siempre está a mi lado
La sombra de haber sido un desdichado."


Jorge Luis Borges

Monday, August 04, 2008

La primera actriz de un drama...

“El imposible”

"Nadie lo va a adivinar,
Soy primera actriz de un drama
Que a escena no va allegar;
Si ni figura en programa...

Me toca un triste papel:
La secreta enamorada.
Voy de alboroto en la piel
Y de ilusión desmayada.

¡Pobre de mi!, no es ficción
mi sentimiento inasible...
bordado en mi corazón
llevo un amor imposible.

Será sin fin mi dolor,
Sin telón la desventura,
Porque amo a mi profesor...
(materia: literatura)."



Elsa Borneman. De: "El libro de los chicos enamorados"

Sunday, August 03, 2008

"un autor debe buscar siempre la ruina de un editor"


"Hay muchas formas de describir la función, el trabajo del editor. Tantas como los variados roles que los editores pueden desempeñar en sus respectivas empresas. Y aún estas empresas pueden ser muy diferentes entre sí: desde una internacional con representación en distintos países hasta un pequeño emprendimiento independiente de características artesanales.
Me animo a pensar, sin embargo, que hay algo común y compatido entre todos aquellos que nos dedicamos a la edición y la la producción de libros. El editor es, siempre y al mismo tiempo, un productor de artículos de consumo y un agente cultural. Productor de artículos de consumo ya que editar libros implica someterse a las normas de cualquier producto de mercado. Un producto muy peculiar sin embargo, que reproduce en grandes cantidades la pieza única, el original; que está destinado a la mente, al intelecto de un solo individuo: el lector. Agente de la cultura en tanto que la publicación de un libro implica la elección de un texto, su divulgación, la difusión de ideas, historias, pensamientos. A veces es un verdadero descubridor cuando estimula la escritura u orienta a un autor, aún cuando el cáustico Umberto Eco diga que "un autor debe buscar siempre la ruina de un editor" no es imaginable el mundo de los libros sin editores, así como no lo podemos concebir sin autores."


Canela http://www.imaginaria.com.ar/03/4/editar.htm

"Otras veces, las más, fue el momento de los mientras..."

"Autobiografía:

Seguramente, mientras yo nacía un 5 de octubre de 1936, mi mamá trabajaba atendiendo el notorio arribo y a la vez pensaba si mi abuela podría darse vuelta sola en la casa con tanto trajín. Seguramente lloraba al verme así, toda recién nacida y tan gritona y pensaba en mi nombre, mientras también pensaba en el almuerzo de mi papá.
Mientras escribo esto y tomo un mate con peperina y espero que vengan a retirar un paquete de una editorial y en el horno se dora una calabaza cortada en rodajas, a la manera de mi abuela, quiero compartir los mientras. Porque para mucha gente son una forma de vida, sobre todo si se es mujer, se trabaja con chicos y a una se le da por ser artista.
Mi vida tuvo, entre otras, dos facetas bien marcadas: la de laburante y la de artista. Muchos creen que quien anda escribiendo, pintando o cantando, muy laburante no es, porque el de artista no es trabajo. A veces se dio la buena y una pudo hacer un poco de televisión, teatro y libros. Otras veces, las más, fue el momento de los mientras, Mientras soy docente, cuido de la famlia, hago notas periodísticas o talleres, puedo también ser artista.
Me recibí de maestra con guardapolvos de tablas impecables y buenas notas. En 1956 fui a trabajar a un pueblo del norte de Santa Fe. Tenía un segundo grado con 56 alumnos que oscilaban entre los siete y los diecisiete años. Daba clases, según el día, en la sala de música, en ritmo de Febo asoma, o en una iglesia vieja que se había convertido en palomar. Y las palomas eran comilonas. Y nosotros estábamos abajo.
En esa época escribía lo que me saliera en papelitos sueltos o en un cuaderno de tapas duras que después se me perdió. Los papelitos jamás se pierden. Estudiaba Letras en Córdoba, así que viajaba casi veinticuatro horas para rendir. Eso no le gustaba nada al director.
Mis alumnos trabajaban casi todos en la cosecha del algodón y de la caña. Y nosotros teníamos la obligación de darles deberes. Un día reté a un gordito de rulos por no cumplir. Yo los perseguía, porque una maestra de verdad tenía que ser severa, qué tanto. Pero el gordito me dijo: ¡Qué deberes! Yo trabajo en el campo. A la escuela hay que venir a descansar.
Entonces inauguré los cuentos. Pero no podía usar la biblioteca porque el dire decía que los libros se gastaban. Llevé mis libritos de infancia, muchos, queridos, ajados. También les pedí a los chicos que contaran los cuentos que sabían. Y ese contar fue glorioso porque salieron el lobizón, el zorro, el Pombero, ánimas, asesinatos varios, adulterios en la familia, canciones de Italia, refranes, oraciones.
Nuestro pizarrón era la tierra del patio o la arena. Aprendí mucho. El guardapolvo planchado se me fue derritiendo con el viento norte y algunas lágrimas. A los chicos les dejé mis libros de infancia.
Me fui a Córdoba a terminar los estudios. Allí vinieron amigos, amores, hijos, profesión. Movidas y ricas épocas de final de los 50, 60 y 70 durante los que la vida de artista se encontró a veces con la del trabajo, y dar clases en la universidad significó para mí poder montar una obra de teatro.
Pero el panorama político venía complicado. En los 70 actuaban las Tres A y ya había personas muertas y desaparecidas. En 1976 llegó el golpe militar con más desapariciones de personas, quemas y prohibiciones de libros y manifestaciones artísticas, gente que se exiliaba. Con mi familia nos trasladamos a Buenos Aires.
Cada lugar en que viví me dio lo mejor que tenía, se metió en mis libros sin permiso. También están las marcas de la historia en todos los que escribimos durante esas épocas, aunque no se hayan mencionado siquiera las palabras proceso militar. Quizás alguien debiera investigarlo alguna vez.
Hoy trabajo desde cada lugar para que todos podamos leer más cuentos, novelas y poemas, es decir ficción y poesía, porque estoy convencida de que esta práctica agiliza otras formas de conocer y de pensar. En la ficción y en la poesía hay, además de ideas, nociones, sensaciones, emociones, que pueden llevarnos a leer y sentir la realidad de otra manera. A veces, a ver lo que no vemos y sin embargo está ahí."


Laura Devetach Destacados: Laura Devetach en Imaginaria

"Henri se cruzó con Blancanieves"

Elsa Isabel Bornemann, hija de un relojero alemán y de una argentina descendiente de portugueses y españoles, nació en el barrio de Parque de los Patricios de la ciudad de Buenos Aires. Afirma que a los chicos les llega a la panza la poesía antes que el cuento:

"—¡Bornemann, Elsa!
"—Presente, señorita.
"—Muy bien, ¿nos puede decir el nombre de su mamá?
"—Sí.
"—A ver, díganos.
"—Blancanieves.
"'La carcajada de todo el grado no le hizo mella, ni entonces ni después. Cada una de las veces en que la maestra preguntó, ella respondió lo mismo. Que su mamá se llamaba Blancanieves Fernández, y que era cierto.
'Cada vez que yo decía Blancanieves, todos empezaban: Ja ja, la mía Caperucita, la mía Cenicienta. Se creían que era un invento.'
"Pero no. Blancanieves Fernández es morena, descendiente de portugueses y españoles, casada —a disgusto de ambas familias— con el alemán, de Hannover, Wilhelm Karl Henri Bornemann, relojero y campanero venido y quedado para colocar reloj y campana del Concejo Deliberante.
"'Papá vino con otros alemanes en la época de Yrigoyen, pero en 1930 los agarró la revolución de Uriburu y no les quisieron pagar, entonces los compañeros volvieron a Alemania y lo dejaron a mi papá para que cobrara.'
"Colocando otro reloj en Harrod's, Henri se cruzó con Blancanieves que salía de la tienda bambolenado su morenez del bracete de una amiga. Henri no pudo resistir el resbaloso encanto latino. El resultado fueron tres hijas mujeres, incluyéndola a Elsa, la menor de todas."

Friday, August 01, 2008

"la dignidad del arte"

"Yo escribo para quienes no pueden leerme. Los de abajo, los que esperan desde hace siglos en la cola de la historia, no saben leer o no tienen con qué. Cuando me viene el desánimo, me hace bien recordar una lección de dignidad del arte que recibí hace años, en un teatro de Asís en Italia. Habíamos ido con Helena a ver un espectáculo de pantomima, y no había nadie. Ella y yo éramos los únicos espectadores. Cuando se apagó la luz, se nos sumaron el acomodador y la boletera. Y, sin embargo, los actores más numerosos que el público, trabajaron aquella noche como si estuvieran viviendo la gloria de un estreno a sala repleta. Hicieron su tarea entregándose enteros, con todo, con alma y vida; y fue una maravilla. Nuestros aplausos retumbaron en la soledad de la sala. Nosotros aplaudimos hasta despellejarnos las manos."

Eduardo Galeano

"Esa grotesca (pero patética) dualidad"

"La gran literatura no es cosa de broma"

" En estos países se confumde la seriedad con hueca solemnidad: la solemnidad de las vacas. Una vaca que aquí tuviese la suerte (o la desgracia) de nacer con cuerpo de hombre, sin más que mantener ese silencio vacuno y esa solemne mirada del rumiante, llegaría seguramente a académico y a ministro.
De modo que cuando digo que la literatura grande es necesariamente seria, no me estoy refiriendo a esa correcta apariencia funeraria que caracteriza a los figurones criollos. Hablo de otra cosa. Serio, por supuesto, es Tolstoi, pero también lo es Moliere en sus lavativas gigantes y Gombrowics, en Ferdydurke. No nos engañemos, en efecto, con los palos que llueven sobre el Quijote y hasta sobre el pintoresco Sancho: en cuanto nos descuidamos tenemos lágrimas en los ojos. También Puchkin, cuando oía aquellas comiquísimas historias de Gogol, entre carcajadas equívocas decía: “¡Dios mío, qué triste es Rusia!” Queriendo significar, qué triste es el hombre en general y que espantoso es su tránsito sobre la tierra.
Literatura seria, pues, es la descripción de la tragicómica dualidad de la criatura humana; esa tragicomedia que resulta de su doble condición de sapo y ángel; esa grotesca (pero patética) dualidad que lo hace hablar de la eternidad cuando todos sabemos que viviremos alrededor de los sesenta años; esa estúpida (pero heroica) dualidad que lo lleva a ocuparse del absoluto y de las ideas puras cuando está perfectamente comprobado que terminará convertido en una inmunda pasta hirviente de gusanos.
Literatura para divertirse , en cambio, es la mayor parte de las novelas de terror, la totalidad de las novelas policiales, buena porción de la literatura fantástica y una considerable cantidad de páginas de James Joyce. No digo que sea de mala calidad, que necesariamente sea nefasta o de fácil obtención: quiero decir que no es gran literatura aunque a veces alcance a ser genial.
En suma, llamo gran literatura a la que se propone la investigación de la condición humana. Y casi diría a la investigación feroz, pues la ausencia de ferocidad me hace dudar sobre el auténtico propósito de ese investigador. Ya que un hombre que no se plantee ese problema con indignación, un escritor que no esté impulsado por una despiadada furia contra Dios o contra la Nada es muy improbable que tenga posibilidades (o ganas) de atravesar el abismo. "


Ernesto Sábato

"Escribir poesía es decir el estado verdadero del hombre"

"Yo poeta declaro"

"Yo poeta declaro que escribir poesía
es decir el estado verdadero del hombre
es cantar la verdad es llamar por su nombre
al demonio que ejerce la maldad noche y día.

El poeta es el grito que libera la tierra
la primera montaña que divisa la aurora
la campana que toca la canción de la hora
el primer corazón que lastima la guerra.

Colocado en vanguardia sin que nunca desate
su unidad con los pueblos su visión del conjunto
el poeta es el hombre que primero está a punto
para hacerse con bríos a la mar del combate.

El poeta es el pueblo que a morir se resiste
en la súbita noche donde todo se olvida.
Donde no hay libertad no hay poeta con vida.
Ningún pájaro vuela donde el aire no existe.
Yo poeta declaro que la cólera es una
cuando hay algo que atenta contra el sol que nos guía.

Languidece el poeta si la tierra se enfría
cuando no hay corazón ni justicia ninguna.
Yo poeta declaro que en duro camino
del tiempo el poeta se halla siempre un hermano.
Yo poeta declaro que el poeta es humano
aunque a veces nos haga presentir lo divino."


Agustín Millares, Las Palmas de Gran Canaria, España (1917 - 1990)

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María Elsa Rodríguez nació en San Miguel (Buenos Aires, Argentina) en 1966. Supo que lo suyo no eran las obtusas matemáticas, y que los sueños la movilizaban más que la realidad. Estudió Cinematografía, Fotografía, Bibliotecología y Archivística (áreas estas dos últimas en las que desarrolló su labor profesional los últimos años, sin dejar de seguir ampliando en talleres, su interés por la dramaturgia y la literatura). Estrenó obras en teatro, publicó cuentos y su primera novela. Desde entonces, comparte algo de su material en los sitios que administra en la Web: • https://artistinconcluso.blogspot.com/ • http://unadextranjerosenyankilandia.blogspot.com/ • http://ailaviuforever.blogspot.com/ • https://www.facebook.com/Libros-para-olvidar-la-editorial-de-los-libros-perdidos-984324104963181/