"Cada hoja es todas las hojas del innumerable Arbol de los Relatos"

Monday, September 29, 2008

Día de la madre again...

La vendetta será terrible…
Saben que no me gusta ser rencorosa, pero me obligan.
O. K. Para el día del bibliotecario no me regalaron nada… ¡Para el día de la madre espero no tener que tomar represalias!
A ustedes: “Tres tristes pibes”, les digo.
El año pasado no me trajeron a Liam Neeson y lo soporté…
Pero la gente cambia.
¿Ahora me dibujan con la bolsa del super en la mano?
Buéh!
El tal “Guido”. Estaba saltando el otro hipermarket, yo lo vi (añorando su canchita de tablones).
Cuchame, sincronicemo’ los reloses y compremo’ juntos, que capaz nos hacen descuento. De mientras, juguemos al super-combatiente de la limpieza.

"Nunca quise mariposas clavadas en un cartón"

"Una carta de amor

Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo

porque en el fondo es todo

como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,

todo eso es tan poco
yo lo quiero de vos porque te quiero.

Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,

y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad

Este camino ya nadie lo recorre, salvo el crepúsculo"


Julio Cortázar escribió poesías que fueron reunidas por él mismo a su modo, con su inconfundible estilo. Armó un libro que se llama "Salvo el crepúsculo", en el que escribe "me apenaría que a pesar de todas las libertades que me tomo, esto tomara un aire de antología: nunca quise mariposas clavadas en un cartón; busco una ecología poética, atisbarme y a veces reconocerme desde mundos diferentes, desde cosas que sólo los poemas no habían olvidado y me guardaban como viejas fotografías fieles".

Friday, September 26, 2008

"Cómo algo hermoso puede ser pervertido hacia su opuesto"


“Entre 1968 y 1971 yo estaba en la escuela de cine y también escribía para Filmkritik. En la escuela no aprendí mucho, pero absorbí muchísimo cine escribiendo. No tenía ningún método para hacer crítica y ningún criterio más que “la verdad”. Ciertamente, no una verdad objetiva, solo la verdad de la experiencia: yo miraba películas, pero al mismo tiempo que estaba atento a la pantalla, era consciente de mi mismo como espectador. Escribir era tanto una observación de mi mismo como de lo s films. No reflexionaba sobre las películas, yo las reflejaba y punto. Sentía que los films eran extraordinarios, necesarios, eran sobre la vida, me daban vida. Y yo les daba vida, también.
Había empezado a escribir sobre cine cuando vivía en París tratando de convertirme en pintor. Sin embargo, pasaba la mayor parte del tiempo en la cinemateca. En un principio fue porque por solo un franco podía pasar más de dos horas en un lugar cálido. Pero después quedé enganchado y veía tres o cuatro películas por día, y los fine de semana hasta siete. Hice un curso de un año sobre la historia del cine. Cuando volvía a casa, de noche, las imágenes se confundían. Entonces empecé a tomar notas, a escribir sobre cine.
Me conmueve que me sienta más familiarizado con estas reseñas releyéndolas ahora, que con mis propios primeros films que son de la misma época. Cuando los vuelvo a ver, ellos me provocan extraños, mezclados sentimientos. La escritura, en cambio, me parece más simple, como un libro abierto. Puedo ver a través de cada palabra, mientras en el cine las imágenes parecen estar escondidas y dejan tantas preguntas abiertas: ¡De donde vienen? ¡Por qué las junté de esa manera?
La palabra escrita siempre se explica a si misma, tal vez porque es el vínculo entre la imagen de aquella objetiva pantalla y de la pantalla más subjetiva de todas, la mente. Una imagen solo existe cuando es vista, existe porque es vista. Las películas no tienen existencia sino a través de los ojos. De hecho, son siempre vistas primero por un director, con la ayuda de su guionista, cameraman, actores y algunas personas más, y en segundo lugar por cada persona del público. Cada cual mira y crea su propio film. El crítico también. Como cualquier otro, él es guiado por el film en la pantalla añadiendo _ o sustrayendo_ sus propias emociones, colores, memorias, sentido del humor… por lo tanto, es una responsabilidad muy grande escribir sobre un film. El peligro de escribir sobre uno mismo y sepulta el film en ese proceso es bastante considerable.
Los peores ejemplos de sepulturas se pueden encontrar en críticas de los periódicos matutinos. Basta abrir el New York Times, por ejemplo: un verdadero cementerio de cine, donde se encuentra la perversión americana de la crítica cinematográfica. No hay un solo rastro de modestia o humanidad hacia las películas. Solamente un show cínico de arrogancia y superioridad. El crítico aquí es el juez, y su juicio tiene poder: el de destruir antes de su estreno o de convertirlo en un suceso. Ambas alternativas son igualmente terribles.
Con respecto al ensayo más reciente_ “El sueño americano”_ trata del mismo fenómeno: cómo algo decente y hermoso puede ser pervertido hacia su opuesto a través del descuido y del abuso cínico.”

Revista Página 30: “La emoción de las imágenes. Reflexiones sobre cine”. Por Wim Wenders, 1990. (Fragmento)

Sunday, September 21, 2008

"¿Qué pasó con mi propio sueño americano?"



“En 1970, Wim Wenders se aprestaba a concretar su primer largometraje ”Verano en la ciudad”, estudiaba cine y escribía en la revista “Filmkritik”.”
(...)

“EL SUEÑO AMERICANO
The American dream
(fragmento)

El sueño americano
Seguramente todo el mundo sabe
Lo que eso significa.
¿Por qué escribir entonces sobre algo
que todos conocen?
Pero puede ser que lo que todos conocen
Sea justo lo que yo aún no conozco.
¿Escribir sobre eso me ayudará a descubrirlo?
Expresarme a mi mismo en una palabra no es mi oficio.
(...)
He vivido durante siete años en América.
“¿Qué pasó con mi propio sueño americano?”
¿Puede ser separado del sueño
de la misma América?
Si continúa soñando después de todo.

AMERIKA y el sueño sobre ella: desde afuera.
AMERIKA y su sueño sobres si misma: desde adentro.
Ambos son llamados SUEÑO AMERICANO.
(...)
¿Sobre qué es este sueño?
¿Quién los sueña? ¿Y con qué derecho?
¿A costa de quién?
Pero, primero de todo,
¿Qué es “Americano”?

Por supuesto están Norte y Sud América
Por supuesto los únicos que se llaman a si mismos
“Americanos” son los estadounidenses.
Por supuesto uno debería diferenciar.
Sin embargo, yo llamaré justamente
A los Estados Unidos “América”
Para nombrarlos detrás de su sueño.

“AMERICA”
siempre significa dos cosas:
un país, geográficamente, los Estados Unidos de América,
y una idea de tal país, el ideal que va con él.
“Sueño americano”, entonces es:
el sueño DE un país
EN un país diferente,
Que se sitúa donde el sueño tiene lugar.

La palabra “SUEÑO” es también ambigua.
En un sentido significa
Un “sueño” regular, en el dormir,
Y en otro, “imaginación”, “deseo”,
En la vigilia,
Esencialmente de un futuro mejor.
De esta manera, el Sueño Americano
Es doblemente deseo, doblemente eliminado.
“Yo quiero estar en América”, cantan los Jets
en aquella famosa canción de “Amor sin barreras”.
Ellos ya están en América,
Y aún esperan llegar allá.
Pero nunca alcanzarán
La otra tierra prometida,
Porque los Jets son de Puerto Rico
Y la mitad de la población,
La población negra e hispánica,
Hoy está desocupada y desesperanzadamente despojada.


Marzo/Abril 1984
Traducción: Luciana Castagnino"


Revista “Página 30”.
Septiembre de 1990.

Monday, September 15, 2008

"Me está pasando algo por el cuerpo que no es ropa"




Y dale con la nostalgia... una revista con la cara de Castelo en su columna editorial, se me apareció de repente. Adolfo declaraba: “Sueño con letras”. Y, ahí nomás me puse a leerlo, ya que no podemos charlar por ahora. A mi me pasa que sueño con frases.

“Me está pasando algo por todo el cuerpo que no es ropa. Es una sensación que no quisiera despreciar para no cometer un asesinato con mi pensamiento. Es cierto que preferiría digerir esa sensación y de esa manera convertirla en sentimiento. Pero no me aguanto más y se lo digo: ahora, junto a ustedes, nos toca a nosotros. Frase pequeña que encierra un sueño con textos, que no es otra cosa que TXT.


La enorme repercusión de TXT en su primer número, que nos obligó a una segunda edición, hizo que nos indisciplináramos con la rutina y desafiáramos las leyes de la casualidad, que no es otra cosa que el destino. Gracias a todos los que nos están acompañando, y a quienes se sumen, para hacer de este proyecto algo perdurable v sin abandonar la premisa inversa: mérito-éxito-suerte.
Estamos en tiempos difíciles donde los dioses se abstienen de opinar, o permiten versiones en su nombre; es entonces una buena oportunidad para sacar conclusiones sin complejos con respecto a la edición que usted acaricia.
Tenemos un reportaje a Jorge Guinzburg, donde se la agarra con los mandamientos y con los galanes, y nos explica por qué gana plata. Tiene razón, con hojas de jazmín pocas cosas se construyen.”


La nota de Jorge, quien desde el título ya se pregunta con toda razón: “¿Por qué no me ofrecen a mi los papeles de Echarri?” y en el copete se aclaraba, por si alguien distraído no sabía: “Es uno de los más grandes humoristas de Argentina, un referente ineludible de la televisión, un genio de la repentización. Jorge Guinzburg asegura que padece ‘delirio de ruina futura’, que el amor incondicional no existe y que, gracias a Dios, su mujer piensa que es un pelotudo.”


“Jorge Guinzburg por Adolfo Castelo”

“Castelo_ ¿Qué fue lo peor que te dijo una ex?
Guinzburg_ Ahora estoy bien.
Castelo_ ¿Cómo sería una mentira en dos palabras?
Guinzburg_ Te perdoné.
Castelo_ Una verdad en tres.
Guinzburg_ Nunca te olvidé.
Castelo_ Una duda en cuatro.
Guinzburg_ ¿De verdad soy yo?
Castelo_ ¿Qué olores de la infancia todavía tenés presentes?
Guinzburg_ El olor a albahaca, el de los limones, el de los azahares...
Castelo_ ¿Por qué Miguel Angel y Rafael pintaron a Adán y Eva sin ombligo?
Guinzburg_ ¿Cuándo vos eras chico no te preguntabas porqué había negros y blancos si todas venían de Adán?. Mi teoría es que si Adán está hecho de barro es negro. Si Eva nació de una costilla es porque era blanca. Por eso estamos como estamos.
Castelo_ ¿Cómo te llevás con los pecados capitales?. Digamos la soberbia.
Guinzburg_ Es el mas atenuado de los pecados
Castelo_ ¿Qué tal con la gula?
Guinzburg_ Para regalar
Castelo_ ¿Y la lujuria?
Guinzburg_ Quien sabe donde termina el erotismo sano y comienza la lujuria...
Castelo_ La pereza...
Guinzburg_ Hago tantas cosas que me convertí en un perezoso contrariado.
Castelo_ La avaricia.
Guinzburg_ Soy feliz compartiéndola.
Castelo_ Y la envidia.
Guinzburg_ La envidia sana no existe. No le deseo el bien a todo el mundo pero creo que si uno no es rencoroso es injusto con los buenos. Si yo quiero ser justo con la gente con buena leche, al que tiene mala leche no lo tengo que olvidar.
Castelo_ ¿Cómo podrías representar a la muerte?
Guinzburg_ Yo pienso que la muerte es como el final de los dibujitos animados: un círculo cada vez más negro.
Castelo_ ¿Rezás?
Guinzburg_ Creo en Dios. Me resulta más fácil explicarme todo a partir de Dios que a partir del big-bang. Una explosión y las pelotas, no puede ser... Dios me parece mucho más científico.”


Fragmentos del N°2 de la Revista "TXT"

Saturday, September 13, 2008

¡Artistas para-lelos?



Fui a ver y oír la charla del “artista de los hielos” Helmut Disch... (un pintor argentino contemporáneo, identificado dentro del hiperrealismo y nacido en en el seno de una familia de origen germano. En 1988, se estableció en Austria, estudiando en la Academia de Bellas Artes de Viena), quien al entrar al auditorio de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (www.untref.edu.ar)se parecía sorprendentemente a Viggo Mortensen.
Ta’ bien que yo lo he confundido con Rugther Hauer, por ejemplo, así que... la verdad que no soy un referente a la hora de reconocer a alguien.




Lo curioso es que automáticamente, pensé en lo extraño de semejante situación... “si yo le mando cartas o mails... ¿Pa’ qué se molesta en acercarse hasta acá, este muchacho? ¡Qué loco!”
Al día siguiente (todavía impactada por Helmut, que era Disch, nomás, ya que dejó claramente establecido que Boca Junios era el mejor club del mundo y que había nacido en Ballester), escucho en Rock’n Pop, a Juan Di Natale: “Nuestro querido Viggo, tuvo problemas por llevar la yerba del mate y la bombilla en una bolsita y no en el paquete original...”.

"Me han preguntado si es una pipa, para fumar marihuana, y si la yerba es marihuana. He cometido el error de llevar el mate en una bolsa de plástico, una Ziploc en vez de llevarla en su empaque original y entonces sí tiene pinta de un kilo de marihuana o algo así"
, sostuvo.

Evidentemente, tenía “el mate” puesto en San Lorenzo.
¿Si estás en cana... te mando textos allá?
Avisá. Tené en cuenta que Helmut, mucho cuadro, mucha música, mucho diseño y construcción: arte, arte, arte... pero no tiene una editorial pequeña... ¿De qué trabajará, no? Le hubiese preguntado.




"Hamlet de Buenos Aires

Danesas estirpes, Americanas prosapias.
Gaucho yanki, ó: Príncipe Dinamarqueño,
Antes que nada tendría que pedirte perdón
Por negarte tantas veces, como a ese otro
Monarca de los judíos (caballero traicionado)
Yo creí que por como chamuyás, eras un trucho,
Un porteño exiliado, un guacho mal parido
Que se piantaba por el mango.

¡Qué garrón, me da vergüenza!
Esperándote en la cancha del Ciclón,
Pa’ remediar mi falta, entre arrepentida
Y asombrada ¡Te vi saltando… en Boedo
En un parking de supermercado!"

María Elsa Rodríguez

Friday, September 12, 2008

Inalcanzable?

La hija de Don Fulgencio


"Don Fulgencio, el hombre que no tuvo infancia"... era el personaje de esa historieta que leíamos con mi papá cada tarde, en la "Quinta de La Razón", cuando el diariero pasaba en su bicicleta por la calle de tierra de Bella Vista en la que habíamos jugado hasta un rato antes de que nos llamaran a tomar el Nesquik. Era un gran tímido en un cuerpo enorme, para el cual el trabajo siempre podía esperar si pintaba algún juego infantil o travesura a la vista.

"La historia cuenta que el 24 de abril de 1938 apareció por primera vez en las páginas del diario "La Prensa" la tira "Señor Fulgencio" (el hombre que no tuvo infancia)" y mantuvo ese nombre hasta 1939. El "señor" había trocado por el "Don", que iba a inmortalizar a este ser inefable y encantador, que en su interior es un niño que no tuvo infancia. El personaje se hizo tan popular que hasta apareció en afiches publicitarios en colores (recomendando la compra de productos), inundando las paredes de la ciudad. En vista de ello, el director de "La Prensa", levantó el personaje de las páginas del diario. Pero Don Fulgencio no iba a permanecer mucho tiempo sin ponerse en contacto, otra vez, con sus lectores, ya que luego de varias ofertas, pasó a "La Razón"

http://www.todohistorietas.com.ar/otrospersonajes.htm

Volvé al barrio...


"Volvé"

"Cuando algo nos llama
poderosamente desde lejos
y, la infancia perdida
nos vuelve con aromas de ilusión...
¿Qué es lo que más nos duele?
¿El recuerdo de esas ganas?
¿Las ganas de tener ganas?
¿Eso es lo que te preocupa?
Do you remember?
Eso se te pasa, y se vuelve a ser
quien uno era, de alguna forma
más elaborada y conciente.
Pero siempre se vuelve."


María Elsa Rodríguez

"Para Pilar, que no había nacido y que tardó tanto en llegar"

"Sin darme cuenta iba pescando cosas que en el futuro no iban a ser menos importantes..."

“Nunca fui gran pescador. Usaba, como cualquier otro muchacho de la misma edad y tan modestas posesiones como eran las mías, una caña vulgar con el anzuelo, el plomo y la boya de corcho o mosca atados al hilo de pescar, nada que se pareciera a los artefactos modernos que habrían de aparecer por allí más tarde y que alcancé a ver en las manos de algunos aficionados locales cuando ya era mayorcito y había abandonado las ilusiones piscatorias. Como consecuencia de lo dicho, mis capturas siempre se reducían a unas cuantas carpas, pequeños y escasos barbos, y muchas horas pasadas en vano (en vano, hablando bien, ninguna, porque sin darme cuenta iba ‘pescando’ cosas que en el futuro no iban a ser menos importantes para m: imágenes, olores, sonidos, brisas, sensaciones). Al sol, si no castigaba demasiado, o a la sombra de algún sauce llorón, esperando que algún pez picara. Por lo general, sentado a la vera del agua, operaba en el ‘río de mi aldea’, el Almonda.”
José Saramago, fragmento de: “La pequeñas memorias”

Thursday, September 11, 2008

Como si condujera por los aires... el mundo entero

"Junto a una de las puertas de los Almacenes Grandella un hombre vendía globos, y ya fuera porque los había pedido (lo que dudo mucho, porque solo quien espera que se le dé se arriesga a pedir), o quizá porque mi madre hubiera querido, cosa excepcional, hacerme un cariño público, uno de aquellos globos pasó a mis manos. No me acuerdo si era verde o rojo, amarillo o azul, o simplemente blanco. Lo que después pasó borraría de mi memoria el color que debería habérseme quedado pegado a los ojos para siempre, dado que era nada más y nada menos que el primer globo que tenía en todos los seis o siete años que contaba de vida. Íbamos a Rossio, ya de regreso a casa, yo orgulloso como si condujera por los aires, atado con un cordel, el mundo entero, cuando de repente oí que alguien se reía a mis espaldas. Miré y vi. El globo se había vaciado, iba arrastrándolo por el suelo, sin darme cuenta, era una cosa sucia, arrugada, informe, y los dos hombres que venían detrás se reían y me señalaban con el dedo, a mi, en esa ocasión el más ridículo de los especimenes humanos. Ni siquiera lloré. Solté la cuerda, agarré a mi madre por el brazo como si fuese una tabla de salvación y seguí andando. Aquella cosa sucia, arrugada e informe era realmente el mundo."

José Saramago. Fragmento de: "Las pequeñas memorias"

Wednesday, September 10, 2008

"El paisaje es un estado del alma"

“No falta quien afirme seriamente, con el argumento de autoridad de alguna cita clásica que el paisaje es un estado del alma, lo que dicho con palabras comunes quiere decir que la impresión causada por la contemplación de un paisaje siempre dependerá de las variaciones temperamentales y del humor jovial o atrabiliario que están actuando en nuestro interior en el preciso momento en que lo tengamos delante de los ojos. No me atrevo a dudar. Se presupone, por tanto, que los estados del alma son pertenencia exclusiva de la madurez, de la gente crecida, de las personas que ya son competentes para manejar, con más o menos propiedad, los graves conceptos con que sutilezas así se analizan, definen y pormenorizan. Cosas de adulto, que creen saberlo todo. A este adolescente, por ejemplo, nadie le preguntó como se sentía de humor y que interesantes vibraciones le estaba registrando el sismógrafo del alma cuando, todavía noche, en una madrugada inolvidable, al salir de la caballeriza donde entre caballos había dormido, fue tocado en la frente, en la cara, en todo el cuerpo, por la albuna de la más resplandeciente de las lunas que alguna vez ojos humanos hayan visto. Y tampoco qué sintió cuando con el sol ya nacido, mientras iba conduciendo a los cerdos por cerros y valles en el regreso de la feria donde vendió la mayor parte, se dio cuenta de que estaba pisando un trecho de calzada tosca, formada por lajas que parecían mal ajustadas, insólito descubrimiento en un descampado que parecía desierto y abandonado desde el principio del mundo. solo mucho más tarde, muchos años después, comprendería que había pisado lo que con toda seguridad era un resto de un camino romano(…) antes del lugar en el que tenía que abandonar la carretera para cortar campo a través, el camino estrecho por donde iba pareció terminar de repente, esconderse detrás de una cerca alta, y demostró como impidiéndome el paso, un árbol aislado, alto, oscurísimo en el primer momento contra la transparencia nocturna del cielo. De súbito, sopló una brisa rápida. Zarandeó los tallos tiernos de las hierbas, hizo estremecerlas navajas verdes de los cañaverales y ondular las aguas pardas de un charco. Como una onda, soalzó las ramas extendidas del árbol, le subió por los troncos murmurando, y entonces, de golpe, las hojas volvieron hacia la luna la cara escondida y el haya entera (era un haya) se cubrió de blanco…”

José saramago. Fragmento de: "Las pequeñas memorias"

Monday, September 08, 2008

"Cuando las manos se junten con las manos..."


“El niño que fui no vio el paisaje tal como el adulto en que se convirtió estaría tentado de imaginarlo desde su altura de hombre. El niño, durante el tiempo que lo fue, estaba simplemente en el paisaje, formaba parte de él, no lo interrogaba, no decía ni pensaba con estas u otras palabras (...) le urgía comprender e incorporar al espíritu (excusado será recordar que el niño no sabía que llevaba dentro de si semejante joya), ya fuera una culebra, una hormiga levantando al aire una raspa de trigo, un cerdo comiendo en la artesa, un sapo bamboleándose sobre las patas torcidas, o también una piedra, una tela de araña, el surco de tierra levantada que deja el hierro del arado, un nido abandonado, la lágrima de resina seca en el tronco del melocotonero, la helada brillando sobre las hierbas a ras del suelo.. O el río. Muchos años después, con palabras del adulto que ya era, el adolescente escribiría un poema sobre ese río _ humilde corriente de agua hoy contaminada y maloliente_ en el que se bañó y por donde había navegado Protopoema lo llamó y aquí queda:

Del ovillo enmarañado de la memoria, de la
oscuridad, de los nudos ciegos, tiro de un hilo
que me aparece suelto.
Lo libero poco a poco, con miedo de que se
deshaga entre mis dedos.
Es un hilo largo, verde y azul, con olor a cieno,
y tiene la blancura caliente del lodo vivo
Es un río.
Me corre entre las manos, ahora mojadas.
Toda el agua me pasa por entre las palmas
abiertas, y de pronto no se si las aguas nacen
de mi o hacia mi fluyen.
Sigo tirando, no ya solo memoria, sino el propio
cuerpo del río.
Sobre mi piel navegan barcos, y soy también los
barcos y el cielo que los cubre y los altos
chopos que lentamente se deslizan sobre la
película luminosa de los ojos.
Nadan peces en mi sangre y oscilan entre dos aguas
como las llamadas imprecisas de la memoria.
Siento la fuerza de los brazos y la vara que los
prolonga.
Al fondo del río y de mi, baja como un lento
y firme latir del corazón.
Ahora el cielo está más cerca y cambió de color.
Y todo él es verde y sonoro porque de rama en
rama despierta el canto de las aves.
Y cuando en un ancho espacio el barco se detiene,
mi cuerpo desnudo brilla bajo el sol, entre el
esplendor mayor que enciende la superficie de las aguas.
Allí se funden en una sola verdad los recuerdos
confusos de la memoria y el bulto súbitamente
anunciado del futuro.
Un ave sin nombre baja de no se donde y va a
posarse callada sobre la proa rigurosa del barco.
Inmóvil, espero que toda el agua se bañe de azul
y que las aves digan en las ramas por que son
altos los chopos y rumorosas sus hojas.
Entonces, cuerpo de barco y de río en la dimensión
del hombre, sigo adelante hasta el dorado
remanso que las espadas verticales circundan.
Allí, tres palmos enterraré mi vara hasta la piedra viva.
Habrá un gran silencio primordial cuando las
manos se junten con las manos.
Después lo sabré todo.”


José Saramago: “Las pequeñas memorias (fragmento)”

Tuesday, September 02, 2008

Un cierto ser que fui y que dejé encallado en algun lugar del tiempo...

“No se sabe todo, nunca se sabrá todo, pero hay horas en que somos capaces de creer que si, tal vez porque en ese momento nada más nos podría caber en el alma, en la conciencia, en la mente, como quiera que se llame eso que nos va haciendo más o menos humanos. Miro desde lo más alto del ribazo la corriente que apenas se mueve, el agua casi plomiza, y absurdamente imagino que todo b volvería a ser lo que fue si en ella pudiese volver a zambullir mi desnudez de la infancia, si pudiese retomar en las manos que tengo hoy la larga y húmeda vara o los sonoros remos de antaño, e impeler, sobre la lisa piel del agua, el barco rústico que condujo hasta la frontera del sueño a un cierto ser que fui y que dejé encallado en algún lugar del tiempo. Ya no existe la casa en que nací, pero ese hecho me resulta indiferente porque no guardo ningún recuerdo de haber vivido en ella. También ha desaparecido en un montón de escombros la otra, la que durante diez o doce años fue el hogar supremo, el más intimo y profundo, la pobrísima morada de mis abuelos maternos, Josefa y Jerónimo se llamaban, ese mágico capullo donde sé que se generaron las metamorfosis decisivas del niño y del adolescente. Esta pérdida dejó de causarme sufrimiento porque, por el poder reconstructor de la memoria, levantar en cualquier momento sus paredes blancas, plantar el olivo que daba sombra a la entrada, abrir y cerrar el postigo de la puerta y la verja del huerto donde un día vi una pequeña culebra enroscada, entrar en las pocilgas para ver mamar a los lechones, ir a la cocina y echar del cántaro a la jícara de latón esmaltado el agua que por milésima vez me matará la sed de aquel verano.
(...)
No tengo mucho donde elegir: el río, y la casi inextricable vegetación que le cubre y protege las márgenes, o los olivares y los duros rastrojos del trigo ya segado, o la densa mata de rosáceas, hayas, fresnos y chopos que bordean el Tajo, después del puntro de confluencia con el Almonda, o, por último, hacia el norte, a unos cinco o seis kilómetros de la aldea, el Paular del Boquilobo, un lago, un estanque, una alberca que al creador de los paisajes se le olvidó llevarse al paraíso. No había mucho donde elegir, es cierto, pero, para el niño melancólico, para el adolescente contemplativo y tan frecuentemente triste, estas eran las cuatro partes en que se dividía el universo, de no ser cada una de ellas el universo entero.

José Saramago: “Las pequeñas memorias (fragmento)”

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María Elsa Rodríguez nació en San Miguel (Buenos Aires, Argentina) en 1966. Supo que lo suyo no eran las obtusas matemáticas, y que los sueños la movilizaban más que la realidad. Estudió Cinematografía, Fotografía, Bibliotecología y Archivística (áreas estas dos últimas en las que desarrolló su labor profesional los últimos años, sin dejar de seguir ampliando en talleres, su interés por la dramaturgia y la literatura). Estrenó obras en teatro, publicó cuentos y su primera novela. Desde entonces, comparte algo de su material en los sitios que administra en la Web: • https://artistinconcluso.blogspot.com/ • http://unadextranjerosenyankilandia.blogspot.com/ • http://ailaviuforever.blogspot.com/ • https://www.facebook.com/Libros-para-olvidar-la-editorial-de-los-libros-perdidos-984324104963181/