Me entró una nostalgia que parecen dos, así, "re-depente". Apareció mi amiga Alicia con kinotos en almíbar en un frasquito y fue como ver a mi mamá cocinándolos en una enorme olla color amarillo...
Durante días se los juntaba de un arbolito que no paraba de dar y dar los kinotos enormes como gemas que aterrizaban en la alfombra verde de mi casa.

Mi papá tenía su oficina en "la quinta" que lo mantenía ocupado prácticamente el día entero. Adoraba las plantas tanto como a San Lorenzo... y en la siguiente imagen creo que estamos discutiendo ese mismo asunto (mi amiga que está de pié era -¡ES!- de Racing y algo le había dicho acerca de su grave error…).

Ahora, ya no quedan “quintas” en las casas… se las llama “huertas orgánicas” y la gente que quiere tener una planta frutal o sembrar lechuga para ver que se siente, hace un curso para aprender semejante novedad.
Creo que estoy muy mayor…
En mi casa ya sabíamos que había que poner una semilla en el suelo y esperar o comprar un arbolito en el vivero.
“Sabiduría popular”, se llamaba.
No comments:
Post a Comment