… que añorar lo que nunca jamás sucedió"… cantaba Joaquin Sabina.
Ahora, con el aniversario del “Mayo francés”, se me ocurre que, cuando perecía que el mundo empezaba a despertar en 1968, en este país de "Cangrejos del Cono Sur", entrábamos en un letargo… una especie de profundo, pesado y oscuro sueño, como los mundos de "Narnia" o "La Tierra Media". A la sombra de una larga pesadilla.
Entonces se me ocurre otra frase, que cantaba otro “gallego”:
“a menudo los hijos se nos parecen
Y nos dan la primera satisfacción”
Ahora, con el aniversario del “Mayo francés”, se me ocurre que, cuando perecía que el mundo empezaba a despertar en 1968, en este país de "Cangrejos del Cono Sur", entrábamos en un letargo… una especie de profundo, pesado y oscuro sueño, como los mundos de "Narnia" o "La Tierra Media". A la sombra de una larga pesadilla.
Entonces se me ocurre otra frase, que cantaba otro “gallego”:
“a menudo los hijos se nos parecen
Y nos dan la primera satisfacción”
Ayer en una librería (después de recorrer varias por la calle Corrientes), escuché la mejor de todas:
“¡Ma!... Quiero plata solo para comprar de ahora en más solo libros y películas. ¿Entendés?”
Si, si, comprendo perfectamente la sensación…¿Para que otra cosa nos podría servir?
Pero… ¡Vamos ya a comprar algo de plata que la nuestra se acabó!
“todo se gozará a su debido tiempo”, leí en “Diario de un seductor”.
Mientras oía que una de mis hijas opinaba que la otra estaba en estado de “neurosismo”, pensaba que si no me sentía ya, lo suficientemente “extraña” y cansada de caminar… como atontada porque estos pibes me queman la cabeza… en la galería del Subte B, frente al obelisco, esa extraña sensación de volver a pisar los mismos pasos… se concretó finalmente: ¿Déjà vu en patota?
Frente a mi, apareció la misma librería donde compré mis primeros libros de “Séptimo Arte” en los años ’80, cuando estudiaba en el Instituto Nacional de Cinematografía.
A mi hija le dio otro ataque, al notar que ya no le alcanzaba para nada más…
No sabia muy bien si consolarla… (no hay consuelo) o explicarle que volvíamos cuando ahorre otra vez…
El viejo “Cine Arte”, estaba ahí, llamándome… tentándome como a Frodo el anillo único.
Allí cada sábado a la noche se proyectaban: “The Wall”, “Tommy”, de “The Who”
Feel me
Touch me
Heal me…”
Tal vez eso fue lo que me dejó en este estado…
Los parecidos, a veces son asombrosos, otras, tal vez, solo para quien los quiera ver:
1 comment:
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