"Cada hoja es todas las hojas del innumerable Arbol de los Relatos"

Friday, November 30, 2018

Visiocidio


Lo que más me gustó de esta novela es que es tan ágil que parece una película. No se demora en metáforas innecesarias, que la mayoría de las veces obstruyen la acción, ni tiene modismos españoles que un latinoamericano no comprendería. Cualquier lector de habla castellana, puede verse inmerso de entrada en las desventuras del protagonista, un hombre cerebral y ordenado que descubre un don que más de uno quería poseer.
Este héroe de la vida real, debe inmiscuirse en asuntos de trascendencia muy a su pesar, como les suele pasar a los de Marvel o DC… pero es tan verosímil, que de entrada se podría dudar si esto que nos cuenta Carlos Pérez Sanjuán es una anécdota cierta que él camufló. Explica de forma racional, que existen personas entre nosotros, con ciertos poderes más dignos de la ciencia ficción que de una tesis doctoral. Pero insisto, es demasiado creíble y brinda una serie de explicaciones científicas que más de uno intentará corroborar.
Este personaje no es elástico ni vuela ni usa capa, a lo sumo se pone unos lentes para evitar cometer un accidente catastrófico innecesario.
Para el protagonista de esta historia, este asunto es cosa seria y se diseña una vida normal, pero a los superhéroes no les resulta fácil pasar inadvertidos mucho tiempo. A este hombre tampoco.
¿Quién no querría fulminar con la mirada a los malos o a los que nos irritan, simplemente? Pues: este personaje no quiere… y yo quisiera contarles más, pero debo ser discreta por ahora. Les dejo mis inquietudes y mi recomendación de que lean “Visiocidio”.
No se la pierdan: “véanla” antes que llegue al cine y pasen por la página a dar "me gusta", para saber como sigue esta historia:

https://www.facebook.com/Visiocidio-1772020716225235/?__xts__[0]=68.ARDPOqgnsIL_Nt3X2xJ6a-WKXW9rJVG5LHv1NY6x7haX0L1UAKO7EbFVvpNGXhidHpbjIMan9Ft7ay-C-wRLvVD26juHR58WPGk0cOu9jZnwIwt_rR7dLkczrKo2LVK0tPQJiaVw_aUQC-BIvL03HH_0nJSVPCi_PU6muc5naL0HWe6fKcdgYD30VqdydTPmP5wBUfzWgfQv5dLBpxhCQsVecahe_Xu0E-UWSRiE_ogJRruUl9RaBw3EodX_ecMeEoT8Kx8yVP13VsZeV3Vb6ZbcWo-wp-CHNRpzg_c4EFAuf7d_PR3sSLL0uF-hl-r8KNoc8LyQeMVRPRB9QhFYJw&__tn__=k*F&tn-str=k*F



Tuesday, October 30, 2018

"MIRNA,UN DOMINGO EN CAMISETA" ("Obra de Teatro a pedido"...)


(De María Elsa Rodríguez. Derecho de autor Nº: 298933)

(Domingo por la mañana. Primer cumpleaños sola. Mirna se acaba de separar y el departamento está a "medio armar", con los cuadros sin colgar y cajas apiladas. A la izquierda la entrada y la cama en la que ella está, aún con la mascarilla del día anterior en la cara. Al fondo, de frente, vemos la cocinita. A la derecha el baño y, en primer término el espejo de pie con un banquito enfrente. Un equipo de audio en el piso. Despierta, se despereza y remolonea un rato. Es todo muy lento. Tiene mucha fiaca.)

MIRNA_ Domingo... "cuarenta y"... solo: "cuarenta y"...  Lo malo es lo de "solo", suena a: "sola" (suspira) "Señora"... "señora descasada"... estado civil: "separada", ó: "cambiada sin consulta previa"... ¡Ah, las explicaciones!... Tantas explicaciones para dar... ¡Qué plomo cumplir años justo esta semana!... ¿Lo habrá tenido en cuenta ese guacho? Ni se habrá acordado (se da vuelta en la cama, se vuelve nuevamente hacia el público).  Pero mi vieja ya sabe. No sé si es peor, aguantar a los que les tengo que contar por qué me mudé, o, a las que ya saben "y no saben lo mucho que me rompen" ¡Uf! (boca arriba, se tapa la cara). No voy a dar pena... "Mirna, no serás patética"... por hoy, al menos. Es un trato.

(A partir de ahí, comienza por levantarse de la cama y prepararse para enfrentar el día, ensayando las posibles respuestas que dará a cada uno de los que la llamen para "felicitarla por su cumple", o para "solidarizarse por su pérdida". Comparte sus opiniones con la audiencia, buscando su complicidad... "porque a las chicas del público, ya les habrá pasado".)

MIRNA_ Me levanto y listo... la cago a mi vieja, que es capaz de no ir a misa para pescarme en la cama... ¡No te voy a dar el gusto! La veo aparecer por esa puerta: “Una de aparecidos"... ¡Ay, qué miedo!

(señala la puerta. Se para en el sitio y hace la mímica de su madre con los brazos cruzados y moviendo la cabeza, como desaprobando el desorden)

MIRNA_ “¿Todavía no colgaste los cuadros?... ¡Típico tuyo!"... (al público)...Y así con cada cosa: "que le dejé a Él las tazas que ELLA me regaló a mi"... "que seguro algo habré hecho para que se fuera  con la pendeja (a su madre, con las manos en la cintura, en tono desafiante): ¡SÍ! ¡Crecí, mamá, crecí!... "Me vine grande" (al público): ¡Pero a él también le pasó!... Lo que pasa, es que la pibita "no se le dio cuenta"... y, él tampoco se dio cuenta... ¡Menos aún mi vieja!... (Baja los brazos con pesar): Ahora me va a decir, la muy vil:" si esperabas una semana más podíamos estar festejando tu cumpleaños... no pensaste en mí?" A veces la odio... ¡Y las otras veces también!... ¡No sos una "Idishe mamme", mamá!... Pero parecés... ¡No sos judía! ¡Además vos sos racista!

(se pone la bata. Pasa frente al espejo. En eso, al verse, advierte que ha dormido con la mascarilla, que ahora está reseca en su cara. Mientras "se da consejos" se va sacando la mascarilla con un algodón húmedo)

MIRNA_ No podés estar destruida... mirá si te agarran así, toda seca... ¡Reseca!... Este "pergamino" no estaba "tan ajado"... ¡Me cago en la maldita gravedad que nos juega en contra "y manda todo para abajo” (se levanta el busto consternada)... ¿Cuándo se me vino abajo la estantería?... Yo acá tenía una cintura bárbara (se toca y "se fabrica un corset" tironeando la bata para atrás exageradamente, y ajustando el cinturón, "mete panza pa' dentro", aspirando el aire): ¡Claro! El, a la pendeja le ve "a primera vista" lo que yo ya me tengo que "andar dibujando"

(se afloja "el matambre", resopla y se sienta nuevamente. Termina con la mascarilla)

MIRNA_ ¡Ufffff!... Me temo que el gimnasio... a "las chicas de nuestra edad", nos encontrará: "unidas o abandonadas"... ¡Pobres minas las del miriñaque y el corset... ¡Qué sacrificios no habremos hecho por ellos! ¡Desgraciados, desagradecidos!... Ya me pongo a régimen y me "hago toda nueva"... pero el régimen lo empiezo mañana, porque hoy es mi cumpleaños y ni torta tengo ¿Habrá "delivery de tortas?... ¿Estará bueno el pibe que hace el reparto?... ¡Cuántas preguntas! Al final, yo también parezco una pendeja

(va a la cocina. Mientras se prepara el café, se hace algunas preguntas y planteos)

MIRNA_  ¿Para qué me habré traído este florero? Si nos lo trajo una tía de "El"... La tía Rosa, que es insoportable y siempre repite lo mismo: "nena” (al público)... “a mí "me decía: nena (continúa) “menos mal que te estás poniendo más gordita, porque a ellos les gusta tener de dónde agarrarse 

(mira el florero y lo tira a la basura, como si nada. Sigue hablando)

MIRNA_ El me lo estaba advirtiendo, ahora que lo pienso: "Hacete un lifting, ponete lolas"... "Si ya tengo dos", le digo yo... ¡Qué tarada!... No buscaba una respuesta ingeniosa, él... ¡Es  que ya no tenía de dónde agarrarse, el pobre!

(va otra vez hasta el espejo. Se mira)

MIRNA_ La gravedad hace estragos con el cuerpo... pero yo no veo que "haya hecho tanta injusticia con este"... "esto no está tan alicáido". Laura, mi amiga "la que sale con pendejos", está "re- peor"... ¿Cómo hace?... Debe ser por su "simpatía", que tanta ya no tiene tampoco... ¡Ay  yo no quiero ser como Laura!... Dar consejos "a troche y moche" y nadie le ha pedido ninguno que yo sepa. Ella es de esas personas "que se las saben todas"... "que no dejó títere con cabeza"... esa gente que te carga porque sos una aburrida porque siempre estás con el  mismo tipo... "¿No te aburre la rutina?"... pero después, antes de irse, te dice: "me quedaría a dormir... porque en casa no me espera nadie esta noche tampoco"... es como "el crítico de cine". Los críticos solo critican mientras no hacen nada, al final, por no animarse, me parece.

(Se sienta y va tomando el café mientras sentencia)

MIRNA_ La profesión de "crítico", es netamente femenina... o de "trolos"... por jodida. Exactamente así, es Laura. Sigue levantando los que sabe "que no le van a durar... ¡Porque quiere estar sola!" ¡Qué pirada que está la gente! Los críticos te mandan a ver la "mejor película de la semana", no la que vos querés ver. No importa que quieras reírte para olvidar... “porque, el sabio del crítico" te explica que, "en realidad, lo que tenés que ver" es una película que te hace llorar como loca, y al final, por tanto sabio suelto... ¡Te querés matar! Cuando, por fin vas a ver el "bodrio que vos querías"... ya no está en cartel Porque la cartelera del cine cambia... "como la vida misma".

(Va a dejar la taza en la cocina)

MIRNA_ El problema con esta gente, es que no nos ponemos de acuerdo en lo que es importante. Cuando yo le pregunto algo, Laura me responde: "Eso es personal... lo tenés que resolver  vos". Y yo, lo que quería, saber "tan ansiosamente" era: "¿Cómo me quedará el pelo más corto?" por ejemplo. No, acerca de mi vida, o de mi pareja... que, como "ya fue pareja de tantas", se ve que no era algo "tan personal". Porque todo el mundo opina de esas cosas... ¡Y el marido sí que es un "objeto" personal!... ¡Personal y exclusivo! No te digo que es como el cepillo de dientes... ¡Pero debería serlo! Porque una no le anda prestando a cualquiera lo que se lleva a la boca.

(Va a buscar el cepillo de dientes al baño. Vuelve con él cepillo y sigue)

MIRNA_ ¿Llamará Laura? Si me empieza a indicar los "pasos que debo seguir, le paro el carro de una". No voy a aceptar más consejos. Hoy tomo coraje y se lo digo. Después de todo, ella, al ex-marido, se lo puso de enemigo, y yo no quiero eso. Yo me conformo con que "la nena" le contagie algo mortal... o lo largue y se muera de vergüenza... ¡Mínimo! Porque le habrá visto el auto la piba... mirá si lo hubiera visto en "el bondi", como lo vi yo... ¡Ni bola que le daba!  (cambiando el tono de voz por uno más triste. Vuelve)... Hoy tendría que alquilarme una película "de llorar"...llorar a lo loco para que se me acaben para toda la eternidad las lágrimas. O, una comedia de esas "filosas", que te hacen llorar de risa. La cuestión es llorar. Prefiero llorar por una película que porque nadie me llamó el día de mi cumpleaños. ¡Qué raro mi vieja!... Che, esta resentida es capaz de haberse muerto para no "pasar una vergüenza por mi culpa"... (rezonga con las manos en la cintura. Sigue el relato). Laura está sola y "levanta" en el laburo ¡Claro! Es por eso. Como la de la canción De Arjona... "la de las cuatro décadas", que anda con pibitos.

(Empieza a buscar algún CD.  Arrodillada tras la cama, mira debajo)

MIRNA_  Y, de lo que estoy segura, es que jamás voy a poner el televisor en el dormitorio. "Eso mata la pareja"... "rompe el diálogo"... y el tipo se ratonea con esas brujas infernales “mitad de plástico”... ¡Y la otra mitad también! (se asoma y rezonga indignada, golpeando sobre la cama): ¡La mitad de los discos se "me llevó este turro"!

(Por fin saca de debajo de la cama, una caja de zapatos que mira extrañada. La coloca sobre la cama. Saca de adentro un pilón de CDs. atados con una corbata)

MIRNA_ ¡La puta que lo parió… que Dios la tenga en su santa gloria y no nos la devuelva nunca! (Lo dice como una plegaria, juntando las manos y hablando al cielo). Este pelotudo se llevó los disco míos, nomás... y me dejó esta porquería... todos compilados... ¡Ni para elegir un disco sirve este nabo! (Desata la corbata que los une con fastidio, moviendo la cabeza). Por lo visto, el "muy pendex", ya ni la corbata se va a poner... ya lo veo con esas zapatillas con cierre, bien de maricón... ¡Qué papelonero! ¡Qué puto de mierda! (lee lo títulos de los CDs. Les "discute  y contesta mientras lee los títulos de las canciones”)... ¡Con razón!... "Podés vivir a tu manera"... "Algumos deslices", de Pappo... ¡Mirá quién te aconseja!... "No confíes en tu suerte"... ¡Ja! Yo te recomendaría que vos tampoco... "Oye, Dios que me has dado"... Ay, estos deben ser los famosos "discos con mensajes satánicos"... ¡Le llenaron la cabeza! "Solo se trata de vivir"... ¡Si, no me cabe duda! Pero, desde un disco cualquiera da cátedra. ¡Me quiero morir!... "Yo no quiero volverme tan loco"... ¡Yo tampoco! ¡Voy a quedar como "la solterona de la tía Mirna"! ¡Justo el nombre de la vieja esa me tenían que poner! (lee el último. Queda el pilón sobre la cama)... "Lustrabotas de la avenida"... este lo escribió una mina engañada... ¡Y tiene razón!... ¡Así vas a quedar cuando "la nena" te gaste hasta el último mango! No lo puedo creer... me quiero morir, en serio...  (Al público) ... y, si me muero, voy a volver como: "El fantasma de Canterville"... ¡Para interrumpirlo cada vez!... "interruptus tras interruptus", así no va a haber romance que le dure al guacho ese... El espejo me lastima... los años me atormentan... (en tono "tanguero y melancólico")... y los amigos que ya no están...
La vida es un tango, nomás...

(Agarra una escoba de al lado de la cocina)

MIRNA_ Mejor, barro un poco... (Al público): "Para olvidar"... algo tengo que ordenar... y mirá si será cierto que mi vida es un tango... que ya no vivo "en un palacete de Barrio Norte", "ya no soy su Margarita"... ni "la reina del hogar"... ¡Me destronaron mal!... Me "derrocó la juventud"... "una imberbe", como diría "el general". Pero más que reina, siempre fui "la Cenicienta", la fregona... me la he pasado ordenando y barriendo la tierrita turra que se empecina en volver al otro día, y se deposita en el mueble que yo limpié. La tierrita es mujer, jodida y persistente, como una madre... (pasando la mano sobre el teléfono, sacándole la tierra)... "Es cosa e' mandinga o es obra de la naturaleza... y, si la naturaleza es "tan sabia"... ¿Quién soy yo para llevarle la contra? Dejo la tierra en su lugar y listo.

(Deja la escoba al costado de la cocina, tal cual estaba antes. Busca la caja de la basura. Tira algún producto de limpieza. Se sacude las manos, como si las tuviera sucias. Se acerca al teléfono, lo mira, reflexiona)


MIRNA_ ¡A otra cosa!... Por suerte, de la que me salvo hoy es de la "solterona de la tía Mirna"... (se acerca al público y le cuenta)... Porque esa sí que ya no me puede llamar... desde que entró "al club de los panza para arriba", no amarga a nadie más. Pero, con el antecedente de "la eterna soltería" ¡Me hubieran buscado otro nombre!... ¡Yo no quiero ser solterona como la tía Mirna! (va hacia la cama. Saca los CDs. y se pone a hacerla). Porque el nombre te condiciona, evidentemente... ¡Por lo menos no me pusieron: "Soledad"... ¡Pero no hizo falta! Acá estoy, pasándola "bomba" conmigo misma... (se detiene. Sigue con la cama). Ahora, cuando empiecen a llamar, voy a extrañar esta "tranquilidad". Soledad, se llama la hermana de mi amiga Dolores (al público). Se ve que la madre no las quería... o, por lo menos, no  las quería ver "felizmente acompañadas"... ¡Pobres chicas! Son chicas de "mi edad", claro... (al público otra vez) Pero son chicas que están arruinadas...  (va al espejo, muy resuelta y se mira, con aire triunfal)... Y, después de todo, "la tía Mirna, estaba fuerte".

(Se acerca a la cama, la termina, mientras le dice al público)

MIRNA_ Soledad, la hermana de Dolores, "es nuestra hermana, también"... y de todo el Universo.  Es monja. Le hizo honor al nombre y se quedó "solo con Dios". ¡Qué le es: "re-fiel",  parece! Eso hay que reconocérselo... pero, de otros tipos, "ni hablar, la Hermana Soledad" (Se detiene. Piensa). Eso me parece un contrasentido... porque, entonces, "no le ha visto la cara a Dios, todavía".


(Se sienta en la cama como "para chusmear", con las piernas cruzadas)

MIRNA_ Es cierto, el nombre condiciona. A "Dolores", siempre le hemos dicho: "La pobre Dolores", porque siempre le duele algo... "es un lágrima"... "re-depre". Ella se queja: de lo que no hizo, lo que ya no hará y de todo lo que no le sale... ¡Ojalá que no me llame! (mira al teléfono y le hace el gesto de la cruz "antimufa" con los dedos. Se dirije al público, como una confidencia) ¡Qué ni aparezca! Yo ya la veo "mufa", inclusive. Desde la otra vez que dijo "que me estaba  poniendo panzona", ya le tomé idea... (imitándola con bronca)... "Si es con patitas, yo quiero ser la madrina"... me dice, con ese tono lacrimógeno que usa para hablar, como un lamento. El otro, "mi ex"... pegó un salto "que ni te cuento"... ¡Claro, si él ya tenía una nenita! Pero yo, ya me pongo en campaña para con seguir "el hermanito"... (hace el gesto característico del “corte de manga”con el brazo) ¡Tomá! (se levanta con decisión. Va  a la cocina y se sirve algo. Brinda.) ¡Por la victoria!... ¡"Victoria"!... ¡Qué nombre para una "Winner"!... (vuelve hacia la cama y cuenta) "Victoria Besada", me tendría que llamar, "ganadora total", como mi otra tía, la de Burzaco... la que tenía muchos admiradores... ¡Nunca "Virginia"! Ese es un nombre fatal... pero igual, para eso ya es tarde. (piensa y baila acercándose al espejo)... ¡"Salomé"! ¡Para hacer justicia con la cabeza de ese "zátrapa"! Ni una carta me dejó cuando se fue... un mail, me manda: "Como no tengo explicación, me voy sin decir nada". Por una amiga me enteré. (se seca una lágrima. Mira el espejo. Se dice) Me haría toda de nuevo... pero seguro el cirujano es hombre y se entusiasma, como el peluquero. Yo fui a que me "recorte las puntas" y me peló... ¡Se entusiasmó el loco! Pero el pelo va a crecer... y el mal momento va a pasar... ¡Dale, che! "Ponele onda" que van a empezar a llamar y no tenés que hacer puchero" (se tira en la cama. Se estira. Suspira). Me voy a  tener que cambiar... Otra cosa que "te condiciona", es "el laburo". El, en la oficina, con tanta secretaria y tantas "pasantes"... se habrá creído Clinton, el muy pavote... El trabajo es hombre, y también puede destruirte... porque está lleno de mujeres imposibles, que de ser "macanudas a simple vista", se vuelven tus enemigas mortales. Por eso yo preferí cambiar "El Ministerio por la mercería"... a tres cuadras de casa, ganar en tranquilidad mental, "tener tiempo para mí". Pero, "creer o reventar", igual hay envidia... las mujeres somos capaces de envidiar cualquier pelotudez... ¡Siempre que la tenga otra mujer! "Mi ex", antes de mi, tuvo otra "ex"... y yo se lo envidiaba a ella. Pero en la oficina, yo era la reina... ¡Y me di el lujo de traerme el señor que quería y venirme al barrio para tener mi "casita y la mercería!"... con las señoras que cosen y sus puntillas. Haciéndole "la lencería  las otras" (Se sienta enojada). ¡Qué boluda! Para colmo, "en las horas libres, para salir un poco", se me ocurre vender cosméticos... "Consultora de belleza, a sus órdenes"... ¡Qué truchada!

(Se levanta y sigue hablando mientras busca un bolso que saca de detrás de la cama. Lo pone encima)

MIRNA_ Todo el día escuchando a señoras con celulitis y a las pendejas con acné...

(se saca la bata, la cuelga en el perchero y se pone el trajecito “de Consultora de Belleza” lleno de prendedores “a modo de condecoraciones”, y toma el maletín. Le habla al público como si fueran sus clientas)

MIRNA_ Bueno, chicas... les vine a salvar la vida. Tengo exactamente lo que cada una de ustedes está necesitando... (al perchero, como si fuera una señora, o a una mujer de público)... Si señora, aunque usted no lo crea, tengo una amplia gama de productos de belleza, que son "altamente adictivos"... por lo que no se van poder resistir... ¿Cómo es su nombre?... "Delia"... ¡Tenemos tanto en común! Yo tengo una amiga que también se llama Delia... ¡Qué pequeño es el mundo! ¿No quiere ingresar a mi empresa?... ¡Nos da tantas oportunidades! Conozco gente todo el tiempo... ¡PERO NUNCA UN SEÑOR, claro! (al público, enojada) ¡Qué injusticia deslomarse así al pedo! (fantasea)... Si tuviera la suerte de tocar el timbre de una mansión y me atendiera un tipo bárbaro, que "se prendara" de mi belleza... ¡Pero esos ya tienen quien los atienda! Mejor sería un albañil musculoso, grandote y  todo transpirado... cubierto de polvo... ¡Ah! (se tira en la cama, "en llamas", gira y se levanta para contarle a la gente)... Y antes del polvo, propiamente dicho, le pruebo en su hermoso cuerpo todos mis productos de primera calidad... ¡Ay, lo puedo ver! (se desespera de la emoción, se agacha, agarrándose la panza)... El tipo abre la puerta de la casona. El está solo... reparando esa gran casa, que está en medio de un country alejado de la civilización... y me avisa (al público): "La señora va a tardar". Yo me doy cuenta de que "me tira onda"...

(saca del maletín un perfume que destapa)

MIRNA_ ...entonces, le ofrezco un perfume: "re-varonil"...

(Mira al público primero mostrándole el perfume y luego "rocía al imaginario señor que tiene enfrente")

MIRNA_ Lo que pasa... es que usted (haciendo gesto de desagrado con la cara y moviendo la mano libre para "espantar el aroma")... para notar la verdadera fragancia... "DEBIERA DARME"... ¡NO! Quiero decir: "Debiera darse" un buen baño... ¡Es que así no hay perfume que valga, mi estimado! ¡Déjeme a mí, siéntese! (acerca una silla. Saca un pomo y "le muestra" al imaginario señor que "ha sentado en ella"): ¿Ve?... Esta mascarilla es justa para un cutis maltratado como el suyo (deja la mascarilla en la cama y se apoya con las manos en los brazos de la silla)... yo se la aplico... y, mientras "se endurece”... (al público, gritando) ¡La mascarilla! (suspira)... le hago las manos (se frota sus manos). Usted va a lucir: "limpio (saca del maletín un par de productos más)... ¡Bárbaro!... ¡Fenómeno!" (llevándose las manos al pecho, con productos y todo) Le haría los pies (mira los pomos que tiene en las manos, desconsolada. Los deja sobre la cama)... ¡Pero me olvidé los productos! (se agarra la cabeza. Después ríe) ¡Ay, como una geisha soy!... ¡Qué imaginación!... ¿Quién me ha visto y quién me ve?

(Se acerca y vuelve "sobre el señor", apoyándose nuevamente sobre los brazos de la silla. Le habla de manera imperativa)

MIRNA_ ¡Vaya ya mismo a probar ese baño que está arreglando! (elige cuatro o cinco de los productos de la cama y el bolso. Va hacia el baño, "hablándole desde afuera al señor") ¡Escúcheme!... ¡Dese un flor de baño y no deje de probar TODOS... ¿Me comprende?... ¡Todos los productos de nuestra línea para el cabello y, por supuesto las cremas para el cuerpo! ("se las deja" en el baño. Vuelve muy apurada y se para al lado de la silla vacía. Mira la cama. Piensa. Se vuelve y le habla "al hombre que se está bañando") No olvide NINGUNA de las cremas (sonríe. Mira al público con complicidad). Son cuatro, las cremas... es imposible que acierte el orden... porque el es albañil, no "consultor de belleza"... no le va a quedar más remedio que llamarme y voy a tener que aplicárselas yo misma... (suspira)... ¡Después de todo, esto es un sacerdocio! (se sienta en la cama, exhausta)... ¡Qué desdicha no haberlo vivido! (se desploma sobre la cama, y se retuerce en "pleno éxtasis") ... Mirá si el tipo al afeitarse... (se detiene y se sienta súbitamente) ¡Ta' digo!.. ¡Me olvidé de "venderle" la loción y la crema de afeitar! ¡Qué boluda!... Por eso no hago diferencia (agarrándose la cabeza. Se deja caer otra vez sobre la cama)... Mirá si el chabón, al afeitarse era un príncipe... ¡No doy más! (busca un CD. ó algo para "hacerse aire". Se sienta nuevamente y observa el desorden que quedó en su cama. Toma la almohada y la abraza). Todo esto me tiene podrida...

Se levanta y tira las cosas (CDs., bolso, productos, corbata) en la caja de la basura. Se limpia las manos con el gesto característico y prende la radio, advirtiéndole)

MIRNA_ Te doy una sola oportunidad, o te tiro a vos también... (se escucha:)

RADIO_ "y ahora me siento mucho más fuerte
sin tu amor"...

MIRNA_ ¡Eso!... ¡Grande, Charly! Te dicen loco, pero vos sos el único que me comprende (aplaude. "Baja el volumen". Apenas se escucha la radio, para que Mirta pueda seguir hablando. Mira el teléfono)... Vos y mi "amiga de fierro": Loly... que si no se oxidó esta mañana, "le pasa raspando".

(Se pone a ordenar nuevamente la cama tarareando, cuando suena el teléfono, se detiene, sonriéndole al público)

MIRNA_ ¡Lo sabía! Siempre que pienso en ella aparece... como un hada madrina (se acerca al teléfono, que vuelve a sonar)... cuando ella estaba embarazada, vomitaba yo (atiende. "Dialoga" con su amiga, gesticulando)... ¡Hola Loly! (escucha, sonríe)... Gracias. Y... ¿Quién va a ser?... ¡Ahhh, qué linda!... vos también. Si ¡Claro! ¡Buéh! Ta' bien... si, te escucho (escucha). No, no. Dejá, otro día... todavía estoy en camiseta (mira la hora) ¿Qué te importa la hora? ¿Yo te ando preguntando tu edad a vos?... ¿Cómo qué tiene que ver?... Es una pregunta como cualquier otra. No tengo ganas y (escucha a su amiga, hace caras y niega con la cabeza)... Yo tengo ganas de tener ganas... ¡Pero no me sale!... ¡No, no! A ver, dame una buena razón (sonríe con malicia, asintiendo con la cabeza)... "Venganza y hombres"... Suena lógico... esas si son dos buenas razones... te escucho (escucha)... Ahá... ¿Se me pasa "la depre" si me voy con un mocoso?... Eso si, se me calman los nervios... Hummmm... ¡Buéh! ¡Los hombres maduros están todos usados y a la miseria!... ¡Loly, qué decís! (gesticula negando con la cabeza y pateando en el piso, enojada)... ¿Quién... ¡Noooo!... ¿Cuándo?... (cambia súbitamente de ánimo)... ¿Si?... ¡Dale! (anota, mientras escribe murmura) 466... Mmm.... Mmmm... Si, lo tengo. Listo. Contame ya, dónde estaba... COMO ESTABA. ¿Vale la pena sacarme la camiseta por alguien que no veo desde adolescente?... ¿Con una mano en el corazón contestame. (ella hace el mismo gesto) ¡En todo sentido me saco la camiseta, obvio!... Lo cortés no quita lo caliente... ¿Por quién me has tomado? (sonríe, se da vuelta y se mira nuevamente al espejo, con entusiasmo) ¡Menos mal que mi tía Mirna estaba "re-fuerte"!... ¿Cómo que tiene que ver mi difunta tía?... por el nombre... "EL NOMBRE CONDICIONA"... ¿No te conté a vos?...  (duda). Bueno... te corto... ¡Ya me tenés harta!... ¡No!... ¡En broma!... ¡Che, no te enojes!... ¡Es joda! ¡No, mirá que lloro!... ¡No, llores vos!... ¡Es una broma! (gesticula con desesperación, sin saber como  consolarla). Escuchame... ¿Estás segura que vale la pena "el muchacho este"?... ¿Cómo quién?... Loly... ¿De quién estábamos hablando?... ¡De Sergio!... ¡"Acabáramos"!... ¡No, yo! Dale... ¿Está pelado?... ¿Y si es peluquín?... ¿Estás segura?... Bueno, esta semana, lo llamo. (Suspira, se sobresalta por el reto de su amiga) ¡Bueno!. No me grites... me da vergüenza... no, decile vos. ¡Llamalo y contale que es mi cumpleaños... ¡Dale, no seas bruja que te corto! ¡No, no, otra vez no!... Loly... estás peor que yo... ¡Basta, basta, me ponés mal!... Bueno, bueno, tomate algo, que me parece que llegó "mami"... si... chau, chau...

(Corta, se queja)

MIRNA_ ¡Ahhhhh!... ¡Está "pior" que yo!... ¡Qué sensible! (mira el papelito donde anotó el número de teléfono, se lo lleva al corazón y suspira como una adolescente)... ¡Sergio!... ¡Qué lindo chico! (al público)... "un chico de mi edad"... que espero que haya superado la crisis de los '40, tenga pelo todavía y poca panza (al público, nuevamente)... ¿Mucho pedir, no?... ¡Buéh, un día lo llamo!... Hoy estoy a la miseria... y tengo una panza bárbara... mejor me tomo una copita para animarme (agarra una botella y la abraza. Con nostalgia "le dice"): La última vez que me "diste valor se te fue la mano, compañera"... cuando me desperté estaba sola... abandonada... ¡Qué crueldad!... Dejar a una chica en pedo librada a su suerte (sonríe, deja la botella). Ahora me da risa. No hace tanto, lloraba... pero, la verdad... ¡Qué loca es la vida!... Acá estoy yo, a punto de llamar a mi "primer noviecito"... y mi ex, se fue con la pendejita "que le cagaba la vida"... porque cuando lo conocí, a ese zátrapa, ella era "la hijita de la mujer"... y, como estaba celosa la nena, lo fastidiaba todo el tiempo. Las nenas son así (al público). No se si me explico: yo llegué para consolarlo, en aquellos dorados años "de levante en el ministerio" ¡Qué mocosa desagradecida! ¡Todavía que entonces "se lo saqué de encima"!... Bueno, ahora "me lo sacó de encima ella a mi". Pobre de su madre... ojalá que no se acuerde de lo bueno que era "tenerlo encima"... porque la hemos hecho doblemente cornuda, la nena y yo. Espero que le duela más lo de la hija, así no me remuerde más la conciencia (hace una pausa y busca nuevamente el papelito del número telefónico). Espero que Sergio no tenga esas mañas... bueno, si tiene novia si. Que la engañe conmigo...

(Agarra el teléfono. Lo deja, indecisa. Camina alejándose)

MIRNA_ Peor si es trolo ¡Está el mundo lleno de traidores y trolos!... Y peor todavía si en lugar de gustarle las pendejas le gustan los nenitos ¡Guacho pederasta! ¡Qué lo parió!... ¡Mirá en lo que se pudo haber convertido el pavote este! (vuelve al teléfono. Lo mira. Va a servirse otra copa) ¿Qué estoy diciendo?... Todavía no estoy mamada y ya digo tantas pelotudeces (toma. Agarra el teléfono y ensaya): Hola... ¿Sergio?... Soy Mirna, estoy en camiseta porque el camisón es de vieja... ¡No! Mejor le digo: Bueeeenas... ¡Chin- chin! (toma. ¡Qué rico!... ¡No, "qué rico está esto"!... No te puedo decir a vos (al teléfono, como si fuera Sergio)... porque a lo mejor estás hecho pelota (se ve en el espejo y se recomienda): ¡Che!... Ponete otra pilcha... ¡Tú puedes, chica! ¡Tú puedes!... Si es que puedes encontrarla...


(Corta. Duda. Busca "alguna pilcha" y se la pone por encima cuando suena el teléfono. Se sobresalta y trata de cubrirse como si la hubiesen visto desnuda)

MIRNA_ ¡Ahhh!...

(Mira el teléfono y corre al baño. El teléfono no vuelve a sonar. Se asoma y lo mira. Sale lentamente, con la ropa en la mano. Duda un instante. Le dice al aparato)

MIRNA_ ¿Qué me hacés?... ¡No lo puedo creer! (va al espejo y "se reta" furiosa): ¿Qué te pasa?... ¿Sos loca o estás en pedo?... ¿No ves que ahora se ofende y no llama más?... Bueno, no llores... no seas pavota, ¿Eh? (se toma una última copa. Agarra el tubo del teléfono. Suspira y lo amenaza).  Escuchame una situación... si vos sos del mismo gremio de la radio y que el espejo... y se complotan en mi cumpleaños para joderme... problema de ustedes... te digo como le dije a ella  (señalando a la radio): “cuando se me pase la mamúa" te tiro a la mierda... porque ahora no sé si llego hasta la caja... (señala lo alejado que está. Corta, vuelve a suspirar y marca). Mm... Mmm... Mm... ¡Ayyy!...

(Espera. Se sorprende cuando le contestan inmediatamente)

MIRNA_ ¡Hola!... Si... ¿Es Sergio?... ¡Ah, hola!... Yo soy Mirna (pone cara de sorpresa mayúscula, mira cómplice al público y les señala el tubo, con nerviosismo)... Si, me imaginé que eras vos... “porque me dijo Loly” que te iba a llamar (se encoge de hombros como escondiéndose por lo que dice)... si, hace un rato me dijo... ¡Qué diviiiiina!... Si, estaba de un humoooor. "Re- simpática", si (negando con la cabeza)... ¿No te interrumpo nada, no?... ¡Ah, bueno, no se! (Hace gesto de triunfo con la mano levantada) ¿Cómo te va?... ¡Tanto tiempo!... ¡Gracias!... Si, todavía cumplo la misma edad que vos ¡Qué rico!... No le vas contar a nadie (sonrie falsa y exageradamente)... ¡Claro!... ¡A ver si se creen que nos compramos la peluca en el mismo boliche! ¡Ja- ja- ja! (sorprendida)... ¡Tenés el pelo largo!...

(Mira al público. Se va al espejo, se peina con la mano libre)

MIRNA_ ¿Y sos de ir al gimnasio también?... ¡Epa!... Si me decís que sos travesti... te largo una carcajada que ni te cuento, porque me siento de contenta (Mira la botella y la abraza, con una sonrisa)... ¿Vos dónde estás que hay tanto bochinche?... Ah... Tenés una casa de comidas... ¿Hay "Delivery de tortas"?... ¿Si?... ¡Qué amor!... Gracias... bueno, traémela bien grande (al público): ¡La torta!... (a El)... Bueno... te espero... chau (suspira muy sonriente)... ¡Ahhhh!... ¡No lo puedo creer!...

(Cambia el tono, por uno de desconfianza)

MIRNA_ ¿No será "un tipo fácil"?... Capaz que solo es "el chico que hace el delivery" ¡ Bueh!... lo mantengo y listo (se sobresalta, mira la hora)... ¡Ah! ¡No me verás en camiseta!... ¡La pilcha, la pilcha!... ¿Dónde están? (se ríe)... Después de todo... hoy puede ser un gran día... y, a lo mejor... si festejo mi cumpleaños...

 (Se va al baño, juntando algo de ropa para cambiarse)







                          María Elsa Rodríguez

Saturday, October 27, 2018

Amor de padre

“Una palabra tuya bastará para sanarme”, piensa Nacha una y otra vez. La porteña “incurable”, casi se quema los dedos con el cigarrillo que se consume sin haber sido tocado, mientras divaga mirando al cura en la soleada California.
Ha dejado de fumar, pero no el cigarrillo… el viejo vicio de tenerlo encima, envuelta en ese olor, le recuerda a Buenos Aires. Como el tango (música que detestaba mientras vivía allá, pero ahora la hace llorar nostalgiosa). Inclusive, se sorprende canturreando alguno. Por culpa del cura uruguayo.
¿Qué lugar es este para venir a enamorarse de un “oriental”? Un oriental del Cono Sur.
Debe tratarse de un error, como el mismísimo viaje ¿Quién iba a decir que se arrepentiría de dejar un lugar tan inexplicable como la Argentina?
Buenos Aires, específicamente la Capital. No conocía más que alguna ciudad balnearia de la Provincia de Entre Ríos y la costa uruguaya. Pero Uruguay, es otro país aunque no se note. Da lo mismo ir a Entre Ríos que a Uruguay… misma distancia, puente parecido… hablan igual. Es más raro que un porteño viaje al norte o al sur de Argentina, que cruce “al país oriental”.
La cuestión, es que ahora escucha como el sacerdote de “Colonia, Uruguay”, canta un tango en “Santa Mónica, California”.
El hombre es, a simple vista, un yanqui medio rubión, bastante pintón, diríamos. Pero no. “La vida te da sorpresas”.
En Buenos Aires no iba a misa ni oía tangos… “nadie es Profeta en su tierra”.
Nacha, aplaude como los otros latinos que se acercan a felicitar a Guido, el curita que les enseña a hablar “en gringo”. En inglés, bah! Aprovecha su pasión por la música y los pone en el coro para que se animen a “chamuyar” la lengua de Shakespeare. Un piola el flaco…
Pero ella no es ni tan macanuda como él ni tan simpática. Aún no ha hecho el menor esfuerzo por congeniar con nadie. Su hija Amelia… “Amelita” ahora, rebautizada por toda esta gente extraña, le recrimina que sea tan cerrada: “por esa actitud, no nos quieren… ¿De qué te la das?” La Joven no parece extrañar la crisis económica ni el dulce de leche ni una mierda… tal vez porque se consiguió novio y se lo está pasando bomba. Al menos mejor que una “vieja cuarentona resentida”. Lo de “vieja” duele… no está dicho cariñosamente… lo de “resentida” no es del todo incorrecto. “Re sentida” con el tipo que la arrastró a este sitio y se volvió arrepentido a la Patria que los vio nacer, a los dos meses de llegados, dejándola “con la criatura” y los problemas idiomáticos. Y económicos… igual que antes, pero peor. El tema que le molestaba a Amelita, era justamente, que por resentimiento, por capricho, por no aflojar, no se volvía de una buena vez “a su sitio”. Y la fastidiaba a ella, al final.
“¿Por qué no habré nacido nene?” dice en voz alta Nacha (pero para si misma), como una queja contra el destino… “¿Incorrecta repartija de cromosomas?”, le responde Guido sonriente (y, con un acento que no le molesta en absoluto).
Se disculpa sonrojada, sin saber muy bien que carajo ha dicho “para afuera”. Una pena que el cura sea simpático, uruguayo y tan lindo muchacho. ¡Qué injusticia! Los hombres son siempre tan imperfectos…
Con el único con el que hablaría de buena gana y no le puede decir lo que está pensando… ni lo que viene maquinando como loca hace días ¿La nena pensará lo mismo? “No nos vamos a pelear por un chabón”, se promete, recordando que, Amelita tiene novio…”pero eso es curable. Aparte, el padre nos va a plantar a las dos”... Si no era un reprimido, era un desquiciado, un pervertido ¡Un insensato!
¿A qué edad un muchacho decide tomar los hábitos? Dejando con este solemne sacrificio (al menos para la vista del público) los demás “hábitos” normales de la gente.
Su madre siempre contaba una vieja historia de una tía que se había hecho monja, porque los hermanos se burlaban de ella, quien había perdido una oreja cuando se le derramó aceite hirviendo encima, siendo muy niña. Las monjitas del convento la mimaban y la adolescente en que se convirtió, prefirió quedarse en ese lugar más amable que su propia casa.
Pero un pibe… un lindo pibe como este: ¿Qué problema lo puede llevar a entrar a un lugar con el fin de ser un sacerdote para toda su vida? Se supone que un adolescente con las hormonas “a full”, no piensa en un monasterio…
¿Habrá tenido el bueno de Guido, un accidente vergonzoso de chico?
¿Vocación?
¿Será gay y esto le permitía estar con los otros muchachos?
¿Le gustarían las criaturas?
Lo había visto jugar a la pelota con los nenitos en el parque una tarde… justamente eso era lo que la había conmovido. Era la imagen de una película viejísima: “El cura Lorenzo”… el tipo corriendo como Sandrini[1], en un “picadito”.
Después lo vio besando ese trapo azul y granate que se ponía sobre los hombros para dar misa. ¡Cuántas coincidencias! Los mismos colores del club de fútbol que funda el Padre Lorenzo: “San Lorenzo de Almagro”.
Por supuesto se consiguió una remera azul y roja, que no logró despertar la menor emoción en Guido… ¡Qué era uruguayo e hincha de otro club del país de él! Y le gustaba más la música, por supuesto. Evidentemente estaba empecinado en hacerla enojar…
¿Quería guerra? ¡Pues la tendría!
Su hija, intentó en vano, recordarle que “era un hombre de Dios”. Nacha, de cualquier forma, no era creyente. Pero si, muy observadora. A simple vista, las demás feligresas de la congregación de Guido, como ella, esperaban que al final afloje… y no fuera “tan” religioso. No tenía, en efecto, muchos varones en su rebaño, el padre. Seguramente, eran putos y venían por lo mismo que las chicas.
Pobre muchacho”, pensó la pecadora… y se fue a confesar.
Le dijo redondamente lo que sospechaba de esta especie de confabulación que se gestaba entre los concurrentes a su parroquia, con el único fin de tentarlo. En general, Guido hizo silencio, pero en algún momento, creyó escuchar que reía despacito. No estaba muy segura de cómo interpretarlo. En un punto, creyó que tal vez lo había conmovido. Lo sospechó al notar que no le daba una penitencia normal, de esas que consisten en rezar un “Padre Nuestro” o dos “Ave Marías” y “listo el pollo” hasta la semana que viene… el caballero, salió del confesionario y se sentó a su lado a seguir charlando del asunto, en uno de los bancos de la iglesia. Nacha, la que detesta ser “una señora mayor”, lo escucha decir amorosamente: “¿Mayor que quien?”. Y le rompe el encanto a la cuestión uno, sentado detrás, que interrumpe: “mayor que todas esas que esperan su turno al lado del confesionario”.Guido, levantándose para dirigirse a cumplir su importante misión, le aclara a la ofendida Nacha: “él también es argentino”. Ni duda cabía… “otro jodido”. Molesto, fastidioso. Un insoportable. La mujer lo miró con todo el odio que solo un argentino siente por otro y le espetó lo que se merecía el cabrón: “¡Andate a la puta que te parió, pelotudo!”. Y, acto seguido se fue ella.
Tardó en volver, un poco por vergüenza, y el otro poco también.
Se sorprendió al saber que Guido había sido trasladado y en su lugar estaba otro sacerdote.
No supo muy bien como tomarlo. Se sintió confundida y algo culpable un tiempo, hasta que su hija llegó un día muerta de risa y le contó que había sabido por donde andaba el curita cantor…
Guido, había dejado los hábitos de monje, para irse a Las Vegas.
Lo sabía”, contestó con resignación Nacha. Después charlaron acerca de la conversación que mantuvo con el ex cura, la última vez que lo vio. Amelita, como él en esa ocasión, medio se reía y escuchaba. Después le dijo que estaba equivocada. La madre se quebró y en medio de un estallido bramó: “¡Los espanto! Siempre los espanto… se van con otra, los traidores.”Y no era así, pero no quería escuchar lo que la chica trataba de contarle. No se había largado con otra de sus feligresas, ni con otro… eran una banda, digamos. No, tampoco es lo que ustedes creen.
Tal vez, en un punto, Nacha había tocado alguna fibra íntima del uruguayo, pero no de la manera en que había sospechado.
El niño”, ese joven que había sido Guido… había querido ser cantante, bailarín. Pero el lugar al que pudo acceder para expresarse, no era otro que el coro de la iglesia del pueblo, así que tal vez como aquella muchachita que se quedó con las monjas, había permanecido en ese espacio feliz hasta que el traslado a Las Vegas le permitió ingresar al “Cirque du Soleil” aprovechando sus cualidades artísticas y sus conocimientos de idiomas para realizarse de una buena vez.
“¿Se hizo artista?”. Bueno, ya lo era, pero ahora salía de gira…
Nacha se quedó pasmada. Se sintió extrañamente ofendida pero contenta, en un punto.
El domingo siguiente, observó con suma atención al cura nuevo y, como era su costumbre, desoyó por completo la misa. Le pareció que este nuevo hombre, se parecía a Sean Penn.
“Lindo muchacho”, pensó Nacha…


María Elsa Rodríguez





[1] En realidad, la película está protagonizada por Angel Magaña… pero Nacha, como tantas otras cosas,  no lo recuerda tal cual es.

Thursday, October 11, 2018

Banda de covers



Estoy un poco harta de pelear cada día al despertar con mi innecesaria compañera de cuarto. Esperaba un trato VIP, al menos. Odio escuchar la música que me obliga a oír cuando se saca los auriculares y esos berridos inundan nuestro pequeño universo de gitanos.
Mi nombre es Daniela. Pero como papá, prefiero que me llamen por mi seudónimo artístico: “Demmy”. A mi hermana le parece absurdo y se ríe porque elegí el nombre de mi ídola… (y ella era una cantante de Disney). Pero como estamos en Disneylandia de gira, su opinión no me interesa (¡Y le agregué una “m” y una “y” para diferenciarnos y que todos me pregunten: “¿Es Demmy con dos emes e i griega?”). Es una tarada. No entiende nada de marketing. Que se vaya a Europa si es tan fina y se consiga un manager.
Dice que más que cantar, lo mío es un lamento nasal que la tortura…
La mataría mientras duerme, ahogándola con la almohada, para no oír sus chillidos agudos de cantante de ópera del subdesarrollo.
¡Ridícula!

Yo soy Amelia. Mi nombre es antiguo y pasado de moda. Pero mamá es gran admiradora de Amelita Baltar[1], una cantante única, según ella. Cuando cantaba canciones de protesta conoció a papá. Los unió la música. Y la verdad que no sé si le han hecho un favor al dedicarse a lo que más les gustaba. A veces pienso que mis padres son mutantes… o extraterrestres. Pero ni siquiera eso. Son solo un par de especímenes sin remedio. Parecen personas sin terminar. Como mi hermana. Al menos ella aún podría usar esa excusa, ya que es una verdadera adolescente tardía. Tiene veinte años y mis viejos cincuenta. Pero no pueden asumirlo y me avergüenzan. Yo soy la única adulta de esta familia y no tengo mucho más edad que mi aborrecible hermanita. Ella “canta” horrible y mamá tiene el don (según cree) de imitar las voces de sus ídolos y acentos. Entonces la gente sospecha que sabe hablar inglés, pero la verdad es que no tiene la menor idea. Es sólo fonética. Lo está pasando mal en este sitio. No tiene real formación como cantante, solo “se mimetiza” con el tema que está interpretando en el escenario… y, a veces, logra una buena performance. Eso fue lo que llevó a mi padre a incorporarla a su banda de covers. Y seguramente para conquistarla, por supuesto. El “don” de él es el chamuyo[2]… ese talento del porteño de halagar a alguien para conseguir lo que sea necesario. A él le gusta el rock y su grupo es “Black Jack”. De hecho, ahora dice ser el propio Jack. Estoy cansada de decirle que ya existe un actor muy famoso con ese nombre[3]… que el suyo es Jorge Negroni. Pero como ya dije. A veces son impresentables.
Cuando éramos chicas nos encantaba ir de gira con la banda. Mamá y papá eran los integrantes fijos y los otros se iban cansando y rotando. Tuvieron poco éxito. Ahora, somos un clan de cantantes, ya que nos incorporaron a nosotras dos. No estamos tan de acuerdo (sobre todo yo, que tengo aspiraciones más altas). Pero la verdad es que recorrimos todo el país y cruzamos muchas fronteras. Sobre todo viajábamos a Uruguay en el verano (cuando se llena de argentinos). Hicimos giras con otros grupos por Latinoamérica y al final estamos cumpliendo el sueño “de Jack”. Llegamos al norte del Río Bravo.
No veo la diferencia para nosotros. Pero yo estoy dispuesta a intentar abrirme camino como solista. Quiero ser como Tarja[4]. Papá cree que no me doy cuenta que trata de retenerme incorporando algunos temas de Nigthwish… pero aprovecho para ensayarlos bien antes de estar segura y seguir mi propio camino. A todas nos hace lo mismo. Y creo que esa es nuestra principal debilidad. No tenemos un repertorio contundente y definido. Cada una es la solista en la canción que más le gusta… y a las tres nos gustan cosas tan dispares, que no hay manera de encontrar un estilo para la banda. Terminamos siendo bizarros. Somos un grupo de parodiadores. Al final, como mamá, imitamos a ABBA, Kiss... hemos llegado a salir vestidas las tres de charros mexicanos. Eso fue bochornoso. Papá daba bien el look con su sombrero gigantesco, pero nosotras (todavía con esas mallas ajustadas debajo y los bigotes enormes y falsos) nos sentimos morir de vergüenza. Creo que fue el punto más bajo de nuestra lamentable carrera. Por un lado sé que es todo experiencia… pero no podría poner que tengo tantos años en esto si debo explicarlo en mi currículum. Ya no se que hacer para salirme de esta historia. Si nos sigue yendo tan mal, espero que papá logre reconocer que es el momento de cerrar esta etapa circense y que cada uno siga su camino. El que quiera seguir siendo nómada, que lo haga… y si mamá quiere volver al país, creo que también es entendible. Me parece que ella está madurando al fin, después de todo.

Mi marido no me entiende. A ninguna de nosotras. Yo ya no se ni quien soy… me perdí en los excéntricos vestuarios que usamos en cada show.


No me siento cómoda ni cantando “en inglés” ni con esta ajustadísima ropa que me corta la respiración. Antes no me molestaba tanto… no es tampoco que me agradase lucir la lozanía de mi cuerpo (que creo ya no tengo) en el escenario, pero ahora que me paro entre mis dos lindas hijas, es realmente frustrante, casi patético. La otra noche, un tipo se puso muy pesado y terminé por golpearlo. Nunca supe si me insultaba, me piropeaba o gritaba groserías a alguna de mis nenas (sé que no lo son, pero tampoco prostitutas ni cantantes de piringundín[5]). A Jack no le importa. Parece no darse cuenta. Se emociona como un verdadero rockstar cuando el público se enciende, por así decirlo. A  veces me asustan, parecen hordas que podrían realmente incendiar el lugar y tomarnos de rehenes como un grupo de vikingos en celo. No consumen nuestra música (la que técnicamente no es nuestra, claro) ni nuestra interpretación de esos temas ajenos. Lo que les atrae de nosotros, somos nosotras. O ellas, más bien.
La cosa es que el pobre hombre, se fue con la narizota rota. Y si digo “pobre” es por su condición económica. Es casi un indigente. Solía entrenar boxeadores. Pero ya saben como es eso, un trabajo casi tan efímero e inestable como el nuestro. Un día estás en la cima y al otro en la calle, olvidado. Al final, con un poco de traducción, nos comprendimos. Lo veo en el gimnasio de mala muerte que está cerca del lugar en el que cantamos esa vez. Solíamos alojarnos en los hoteles casino que nos contrataban para actuar. Ahora, ni eso. Vamos cuesta abajo. Ese sitio era un tugurio. Un verdadero espanto. Yo temí que subieran al escenario y nos secuestraran. Con el maquillaje de Kiss, es obvio que no notaron que soy una vieja y cuando todo se descontroló, solo podía ver muchos hombres alcoholizados y excitados aullando y gesticulando por nuestros trajes ajustados. Jack con su panzota, era la imagen más lamentable a la que Gene Simmons[6] pudiera aspirar en una pesadilla. Si eso pudiese catalogarse como una aspiración, claro. Pero al público ya pasado de rosca a esa hora de la madrugada, las chicas y yo, con las tetas y el culo marcado por esa ropa absurda, me temo que les estábamos generando cierta confusión en sus alocadas cabecitas… y el escenario era particularmente bajo y accesible.
Quizás ya estaban algo encendidos por la performance de la bailarina exótica que se presentó antes que nosotros, pero bueno. Es lo que decía antes, estos lugares no son seguros para nuestra salud ni para el espíritu del grupo.
Ni bien empezaron a sonar los acordes de la canción y salimos cantando: “I was made for lovin you baby…[7] corearon y vivaron. Inmediatamente, trataron de estirarse sin demasiada dificultad para tocarnos a nosotras, que se supone “tocábamos para ellos”. Lamentable malentendido, que me llevó a reaccionar de forma instintiva pero brutal. Jack estaba en la gloria y nosotras en la antesala del infierno. Cuando este fulano trató de meterme mano, giré y le di un tremendo puñetazo en la cara, aplicado con tan buena fortuna que le rompí la nariz. Y lo de “buena fortuna” es algo que él mismo opina…porque ahora me entrena. Cree que puedo sacarlo de su mala racha y me apodó “La rompe tabiques”. Dice que el boxeo femenino “es para chicas”. Lo que técnicamente es cierto. Pero se refiere a que puedo ser buena en esto del pugilismo, que él consideraba algo tan masculino. Y creo que me gusta la idea de ser realmente buena en algo.
Nos estamos entendiendo gracias a que hay otros latinos en el gimnasio y él ya conoce algunas palabras en español. De todas maneras, lo nuestro es sólo físico. Y me refiero a que para entrenar no necesitamos mucha charla. Me muestra como pegarle a la bolsa, que alimentos debo incluir y evitar en mi dieta y listo. Ni un si ni un no. Los hombres son muy básicos. Me siento cómoda en este ambiente sin divismo.

Yo soy Jack. El orgulloso líder de Black Jack, la banda de covers conformada por mi y mis tres bellezas: Nacha (la más sexy de mis esposas) y mis dos hermosas hijas, Amelita y Demmy. Ya llevamos tres años con esta formación y no puedo quejarme. Viajar y compartir el escenario con ellas ha unido a nuestra familia y nos permitió salir del Cono Sur para llegar a: “América”…
_ Jack, salimos de Sudamérica y llegamos a Norteamérica. Nunca salimos de América…
_ Lo sé amor… estoy ensayando mi speech.
_ “¿espich?”
_ Si, Nacha. Hablamos en inglés en “Norteamérica”.
_ Somos latinos, hablamos en español todo el tiempo.
_ Estamos viviendo de prestado en su casa… lo mínimo a que queremos es  caerles bien.
_ No nos quieren. Nunca nos quisieron y espero que esta parte del continente se les hunda por el peso del dinero que nos roban a nosotros y al resto del mundo… ¡Cerdos capitalistas!
_ ¡Shhh!
_ ¿Quién se va a asustar de oír eso en este barrio de ilegales? ¿Un yanqui? La culpa de lo que nos pasa es nuestra por cipayos…
Así es Nacha. No termina de adaptarse al cambio. Todavía se porta como la militante que era a los veinte años cuando la conocí. Eso me gusta de ella, aunque a veces me irrita. Me encanta su pasión, pero me gustaría que se de cuenta de que ese discurso no tiene mucho sentido en este lugar. Es casi absurdo que se niegue a hablar en inglés. De hecho, algo entiende, pero no siempre, y se mete en líos. Como la noche en la que inició una batalla campal en lo mejor del show. La verdad es que fue tan salvaje que la amé cuando se metió con el público enardecido. Era como una guerrera… hizo estallar el lugar cuando arremetió contra ese tipo enorme al que noqueó antes de saltar con furia sobre el otro, al que también derribó. Después: el caos total. Hacía mucho que no vivíamos un éxito semejante, ni tan buen sexo después de la función. Esas son las cosas que me alientan a seguir. Estos días, mis hijas tratan de independizarse. Se que tienen el talento y la edad para hacerlo, pero trato de incluir los temas que les gustan para retenerlas un tiempo más. Y creo que eso es lo que tiene tan triste a Nacha, por eso está con esa idea de volver a Buenos Aires, para que las chicas no nos dejen. Ella piensa que esta aventura en “extranjerilandia” debería terminar también. Pero yo no estoy listo para jubilarme y ahora se que ella tampoco.
Me siento exultante.
Ayer me decía que ya estaba cansada de pintarse la cara para que no noten que ya está vieja… ¡Y es a ella a quien quieren tocarle las tetas!
_ Lo que me preocupa, Jack… es que crean que soy un travesti.
_ ¿Por tu voz?
_ Ya no puedo tener la voz de soprano que tuve ni ser joven. Esa es Amelita…
_ Te estás convirtiendo en Tina Turner[8]… ¡Me encanta! Hay que incorporar temas suyos. Tina es sexy _ se acerca libidinoso y ella lo arroja a un lado con furia_. ¡Fah! ¿Ves? A eso me refiero… ¡Qué salvaje!
_ ¡Uy! Perdón _ Lo ayuda a levantarse.
_ ¿Estás tomando anabólicos o algo así?
_ Entreno mucho… quiero parecerme a Sarah Connor[9].
_ ¡No! Ella era plana y hombruna.
_ Tina Turner también…
_ No es lo mismo. ¿Qué tal un tema de Karen Carpenter[10]? Estás en ese registro vocal… tal vez.
_ Hay que asumir que no nos va bien con la banda, Jack… mi voz ya no es la misma y las chicas tienen sus propios proyectos.
_ Podemos solucionarlo. No podemos rendirnos justo ahora. Somos sólidos sobre el escenario…
_ En el deporte si soy buena… “puedo ser bueno”, incluso. Ahora me siento bien conmigo. Es lo que quiero, quizás siempre lo quise.

_ ¿Escuchaste lo que le dijo a tu padre?
_ También “es tu padre” y ella “tu madre”.
_ A veces parece mi hija.
_ Nadie te pide que nos sigas cuidando Amelita. Yo soy muy capaz de hacerme cargo de mi misma y de “tus padres” si te parece que es momento de que nos dejes de una buena vez.
_ ¿En serio?
_ ¡Si, claro!

Esta piba me saca…
Porque fui a un recital sola arma tanto lío. ¡Somos cantantes después de todo! No monjitas. Me habían prometido entrar por el VIP y a ella no. Esa es la bronca que tiene. Y mamá me fue a buscar pensando que terminaría siendo alguna de las groupies de Bono. Era un recital de U2, obviamente. Y la entrada de mi hermana era tan lejos del escenario que casi quedaba fuera del estadio…
Bueno, la cuestión es que mamá entró como una desquiciada y llegó al camarín del famoso cantante (pero tenía el humor de Liam Neeson[11] en “Taken[12]”, queriendo matar al que le toque a la nena). Nadie entendía lo que le gritaba a Bono. Ella no sabe inglés y él no entiende castellano, así que, ofendido al creer que la señora pretendía ser una de las groupies, se indignó y la hizo sacar por los de seguridad.
Por alguna razón, la pobre mujer amaneció en la cama con los dos gordos de la banda Tenacious D.

_ What? _Nacha despierta al escuchar la voz de un hombre que habla en inglés, diciendo algo así como: “nadie puede tener unos pies tan pequeños…” y al abrir los ojos maquillados de negro, como si le hubiesen rociado pintura con un aerógrafo sobre ellos y la nariz (como Daryl Hannah[13] en su papel de la replicante de “Blade Runner”) se ve reflejada en el espejo del techo de un lugar que no parece ser el camarín de U2. Tiene el pelo rojo brillante como una señal de alerta, apenas una sábana blanca cubriéndola a ella y a dos tipos (ninguno de los cuales es “su” Jack), que están uno a cada lado… pero uno de ellos  acostado a la inversa. Es quien está mirando sus pies. Nacha se sienta casi de un salto, tapándose los pechos, confundida. El tipo le sonríe y ella reconoce al verdadero Jack Black al que tanto idolatra su marido… y el otro, parece ser su fiel compañero de banda. Pero no está del todo visible.
_ ¡¿What?! _ grita Nacha confundida y tironeando de la sábana con desesperación, para tratar de enroscarse en ella. Destapa a J. B.[14] _ quien era el que habló al principio y gira sonriente también para mirarla. Ambos están desnudos como ella, pero muy relajados_ ¿What? _ insiste ella, con estupor, tratando de salir de la cama, lo que le resulta bien complicado,  ya que no logra que suelten la sábana que ella quiere llevarse. Ambos, muy divertidos, finalmente la dejan ganar la lucha y señalan su espalda, en la que han dibujado las aberturas de un violín o viola (sobre los agujeritos que la naturaleza creó sobre sus nalgas), mientras se aleja de ellos.
La mujer sale al pasillo del hotel y se enrosca lo mejor que puede la sábana al cuerpo, tratando de crear un vestido drapeado, cuando nota que tiene un tatuaje recién hecho (por lo que le arde y por lo enrojecido de la piel que lo circunda) en su seno izquierdo, que sentencia: “T. D.”
Los agradecidos músicos, escuchan su grito de furia desde la comodidad de su habitación: “¡¿WHAAATTT!?”
_ God bless youuuu _ escucha ella, mientras trata de caminar sin tropezar con esa especie de matambre en el que está metida. Un hombre muy apuesto se cruza con ella y la mira. Nacha se endereza y sigue caminando con el garbo, el swing y el charme de una reina, hasta girar en el recodo del pasillo. Allí se detiene y se pregunta:
_ ¿Cómo puede ser? Siempre gordos, petisos y pelados… ¡Que decadente!
Vuelve sobre sus pasos a buscar al desconocido, pero ya no está. Bufa con desencanto y retoma su camino hacia la calle. En la vereda, hace lo mismo que antes: finge una dignidad que no siente y camina sin saber muy bien hacia donde ir, buscando un taxi o algo. Entonces divisa un grupo de estatuas vivientes en la esquina y se alegra, apurando el paso. No logra llegar para mezclarse entre ellas, porque un par de policías la detiene. Trata de explicarles que es “del equipo ese”, señalando desesperadamente a las inmóviles personas que pretenden ser figuras que la ignoran con todo éxito…
Para su suerte, un policía es latino y se compadece un poco de ella, que alega que eso que viste es un vestido de novia.


Y por eso, mi hermana arma tanto escándalo (finalmente tuvo que ir a sacarla de la cárcel). Ni siquiera papá se ofendió tanto como ella. Lo que a él le jode y le rompió el corazón, es que mamá desperdició la oportunidad de “ser amiga” de Bono y de que seamos teloneros de U2. ¡Ojo! A mi madre también le molestó la actitud de los irlandeses, que serán más lindos que los Tenacious D… pero por como la despreciaron no merecen un tatuaje en ninguna parte.
Al final, mamá se camufló el pelo como Ziggy Stardust[15], y está adoptado ese look andrógino de David Bowie, que a mí no me gusta mucho, pero a papá le pareció una buena oportunidad para que haga un dúo con mi hermana con el tema de Queen[16]: “Under pressure”, como cuando lo cantó con Annie Lennox[17]. Eso sirvió para que las dos se reconcilien, ensayen… y dejen de preguntarme donde estuve durante ese recital y el día posterior.
A papá tampoco le preguntaron donde andaba él, que sigue sin comprender porqué mamá baja cada vez más el registro vocal. No nota (o hace como que no lo nota, pero le sugiere tímidamente que tiene algo de bigote y patillas). Ella a veces se porta como Pappo[18] y ya puede cantar en el registro de Paul Stanley[19]. Agregamos los vibrantes temas: “Bones”, “Mr. Brigthside” de The Killers[20] y otros de Foo Fighters[21], debido a la potencia que mamá quiere desplegar en el escenario.
Pero papá está siendo como siempre un negador.
Tal vez es un poco inocente… teme que “Billy the kid”, como apodan al entrenador de mamá, esté tratando de seducirla. A mi me parece que ya es muy viejo para ella, y la trata como a un chico más de su gimnasio.
Lo que yo veo es que trata de convertirla en un verdadero muchacho…
El público se va poniendo cada día más hostil, a veces debemos hacer algunos shows con play back y por momentos temo que lleguemos al punto de correr peligro de muerte. Mi ex madre amorosa demuestra su destreza pugilística, repartiendo piñas entre la audiencia casi a diario.
El maquillaje de Kiss le sirve para tapar los ojos morados, pero en algún momento deberá confesar lo que le está pasando.

Le conté a mamá que audicioné para una ópera contemporánea. Si quedo en el elenco, deberé dejar la banda. Ella dice que me apoya y que va a hablar con papá de eso.
_ ¿No hay nada más que quieras contarle? La charla con Billy… por ejemplo.
_ El no lo entendería. Trataría de convencerme de que lo que quiso decirme es que las chicas no saben pegar. Y yo se… pero quiero ir por más.
_ Es que quizás, no trataba de decirte que cambies de sexo, mamá…
_ No me lo dijo, hija.
_ Por ese tipo de cosas sería genial que trataras de intentar aprender el idioma. Tal vez te confundiste…
_ Quiero ser como Peter Gabriel[22] en sus diversas facetas de Génesis[23]. Y al final, cuando ya esté igual a él en los ‘80, lanzarme sobre el público al cantar: “Lay your hands on me”.

Jack comprendió al principio la emoción de Nacha (hacía tiempo que no saltaba sobre el público, ya estaba gordo y poco ágil para eso, temía que los espectadores lo dejasen caer).
Nacha siguió evolucionando hasta llegar a parecerse a Benny Anderson, el pianista con prolija barba del grupo ABBA, logrando un muy efectivo cover de “Dancing Queen”, con Jack como Bjorn (el otro muchacho de la banda) y las chicas como las bellas Agnetha y Frida.
Pero para cuando quiso dejarse la barba tupida como David Groll[24], Jack le preguntó a su esposa si estaba sucediendo algo que debiese saber…
Y ella le explicó que estaba tomando hormonas masculinas para ser una buena pugilista. Entonces él le confesó que no le gustaban los muchachos. Bueno, no como para tener uno de esposa.
Así que, en ese punto, prefirieron ser amigos y ahora liberaron a sus hijas para ser un dúo como The Bluesbrothers[25].
A los dos les sientan bien los trajes negros y Nacha ya no usa barba.
Los que a toda su familia le parece una acertada decisión.








María Elsa Rodríguez




[1] Cantante de tango.
[2] Argentinismo que significa manipular a alguien con la conversación.
[3] Jack Black.
[4] Cantante con formación clásica, con una tesitura de soprano-lírica, pero que se hizo famosa como la voz de la banda de metal sinfónico Nigthwish.
[5] Bar de ínfima categoría, que suele ser también prostíbulo.
[6] Bajista y cantante de la banda Kiss.
[7] Hit de la banda Kiss.
[8] Cantante norteamericana que es conocida por sus enérgicas actuaciones en vivo, sus estrafalarios atuendos, su poderosa voz y su longeva trayectoria.
[9] Es un personaje ficticio, heroína en las primeras dos películas de Terminator, que en la cárcel logra un cuerpo atlético.
[10] Cantante famosa por el dúo conformado con su hermano Richard.  
[11] Famoso actor que lograra un nuevo y sorpresivo suceso en su edad madura con una serie de películas de acción.
[12] Film que relata la violenta búsqueda de un padre que sabe que su hija ha sido captada por una red de trata.
[13] Actriz que interpreta uno de los androides de la película de Ciencia Ficción Blade Runner, con un maquillaje muy extravagante.
[14] El otro integrante de la banda Tenacious D.
[15] Personaje creado por el músico David Bowie.
[16] Banda de música icónica liderada por el cantante Freddie Mercury.
[17] Cantante que se hizo famosa con el dúo: Eurithmics y que interpretara junto a David Bowie en el homenaje a Freddie Mercury el tema mencionado en el comentario, con el maquillaje del personaje también mencionado previamente.
[18] Cantante de rock argentino con aspecto de rocker desprolijo.
[19] Voz líder del grupo Kiss.
[20] Grupo musical.
[21] Grupo musical.
[22] Extraordinario cantante y compositor.
[23] Grupo de rock sinfónico inglés en el que Peter Gabriel, su primer cantante se caracterizó por hacer una performance en cada interpretación de la banda.
[24] Cantante y músico con barba oscura y contundente.
[25] The Blues Brothers empezó siendo un número cómico musical creado por John Belushi y Dan Aykroyd, para el programa de televisión Saturday Night Live, durante el período 1975-79. Al principio el grupo que les acompañaba era el del programa, pero reunieron una banda musical estable para su primer disco y luego realizaron una película junto a otras leyendas de la música (y Aykroid la secuela).

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María Elsa Rodríguez nació en San Miguel (Buenos Aires, Argentina) en 1966. Supo que lo suyo no eran las obtusas matemáticas, y que los sueños la movilizaban más que la realidad. Estudió Cinematografía, Fotografía, Bibliotecología y Archivística (áreas estas dos últimas en las que desarrolló su labor profesional los últimos años, sin dejar de seguir ampliando en talleres, su interés por la dramaturgia y la literatura). Estrenó obras en teatro, publicó cuentos y su primera novela. Desde entonces, comparte algo de su material en los sitios que administra en la Web: • https://artistinconcluso.blogspot.com/ • http://unadextranjerosenyankilandia.blogspot.com/ • http://ailaviuforever.blogspot.com/ • https://www.facebook.com/Libros-para-olvidar-la-editorial-de-los-libros-perdidos-984324104963181/