Estoy
un poco harta de pelear cada día al despertar con mi innecesaria compañera de
cuarto. Esperaba un trato VIP, al menos. Odio escuchar la música que me obliga
a oír cuando se saca los auriculares y esos berridos inundan nuestro pequeño
universo de gitanos.
Mi
nombre es Daniela. Pero como papá, prefiero que me llamen por mi seudónimo
artístico: “Demmy”. A mi hermana le parece absurdo y se ríe porque elegí el
nombre de mi ídola… (y ella era una cantante de Disney). Pero como estamos en Disneylandia
de gira, su opinión no me interesa (¡Y le agregué una “m” y una “y” para
diferenciarnos y que todos me pregunten: “¿Es
Demmy con dos emes e i griega?”). Es una tarada. No entiende nada de
marketing. Que se vaya a Europa si es tan fina y se consiga un manager.
Dice
que más que cantar, lo mío es un lamento nasal que la tortura…
La
mataría mientras duerme, ahogándola con la almohada, para no oír sus chillidos
agudos de cantante de ópera del subdesarrollo.
¡Ridícula!
Yo
soy Amelia. Mi nombre es antiguo y pasado de moda. Pero mamá es gran admiradora
de Amelita Baltar[1],
una cantante única, según ella. Cuando cantaba canciones de protesta conoció a
papá. Los unió la música. Y la verdad que no sé si le han hecho un favor al
dedicarse a lo que más les gustaba. A veces pienso que mis padres son mutantes…
o extraterrestres. Pero ni siquiera eso. Son solo un par de especímenes sin
remedio. Parecen personas sin terminar. Como mi hermana. Al menos ella aún
podría usar esa excusa, ya que es una verdadera adolescente tardía. Tiene
veinte años y mis viejos cincuenta. Pero no pueden asumirlo y me avergüenzan.
Yo soy la única adulta de esta familia y no tengo mucho más edad que mi
aborrecible hermanita. Ella “canta” horrible y mamá tiene el don (según cree)
de imitar las voces de sus ídolos y acentos. Entonces la gente sospecha que
sabe hablar inglés, pero la verdad es que no tiene la menor idea. Es sólo
fonética. Lo está pasando mal en este sitio. No tiene real formación como
cantante, solo “se mimetiza” con el tema que está interpretando en el
escenario… y, a veces, logra una buena performance. Eso fue lo que llevó a mi
padre a incorporarla a su banda de covers. Y seguramente para conquistarla, por
supuesto. El “don” de él es el chamuyo[2]… ese
talento del porteño de halagar a alguien para conseguir lo que sea necesario. A
él le gusta el rock y su grupo es “Black Jack”. De hecho, ahora dice ser el
propio Jack. Estoy cansada de decirle que ya existe un actor muy famoso con ese
nombre[3]… que
el suyo es Jorge Negroni. Pero como ya dije. A veces son impresentables.
Cuando
éramos chicas nos encantaba ir de gira con la banda. Mamá y papá eran los
integrantes fijos y los otros se iban cansando y rotando. Tuvieron poco éxito.
Ahora, somos un clan de cantantes, ya que nos incorporaron a nosotras dos. No
estamos tan de acuerdo (sobre todo yo, que tengo aspiraciones más altas). Pero
la verdad es que recorrimos todo el país y cruzamos muchas fronteras. Sobre
todo viajábamos a Uruguay en el verano (cuando se llena de argentinos). Hicimos
giras con otros grupos por Latinoamérica y al final estamos cumpliendo el sueño
“de Jack”. Llegamos al norte del Río Bravo.
No
veo la diferencia para nosotros. Pero yo estoy dispuesta a intentar abrirme
camino como solista. Quiero ser como Tarja[4]. Papá
cree que no me doy cuenta que trata de retenerme incorporando algunos temas de
Nigthwish… pero aprovecho para ensayarlos bien antes de estar segura y seguir
mi propio camino. A todas nos hace lo mismo. Y creo que esa es nuestra
principal debilidad. No tenemos un repertorio contundente y definido. Cada una
es la solista en la canción que más le gusta… y a las tres nos gustan cosas tan
dispares, que no hay manera de encontrar un estilo para la banda. Terminamos
siendo bizarros. Somos un grupo de parodiadores. Al final, como mamá, imitamos
a ABBA, Kiss... hemos llegado a salir vestidas las tres de charros mexicanos.
Eso fue bochornoso. Papá daba bien el look con su sombrero gigantesco, pero
nosotras (todavía con esas mallas ajustadas debajo y los bigotes enormes y
falsos) nos sentimos morir de vergüenza. Creo que fue el punto más bajo de
nuestra lamentable carrera. Por un lado sé que es todo experiencia… pero no
podría poner que tengo tantos años en esto si debo explicarlo en mi currículum.
Ya no se que hacer para salirme de esta historia. Si nos sigue yendo tan mal,
espero que papá logre reconocer que es el momento de cerrar esta etapa circense
y que cada uno siga su camino. El que quiera seguir siendo nómada, que lo haga…
y si mamá quiere volver al país, creo que también es entendible. Me parece que
ella está madurando al fin, después de todo.
Mi
marido no me entiende. A ninguna de nosotras. Yo ya no se ni quien soy… me
perdí en los excéntricos vestuarios que usamos en cada show.
No
me siento cómoda ni cantando “en inglés” ni con esta ajustadísima ropa que me
corta la respiración. Antes no me molestaba tanto… no es tampoco que me
agradase lucir la lozanía de mi cuerpo (que creo ya no tengo) en el escenario,
pero ahora que me paro entre mis dos lindas hijas, es realmente frustrante,
casi patético. La otra noche, un tipo se puso muy pesado y terminé por
golpearlo. Nunca supe si me insultaba, me piropeaba o gritaba groserías a
alguna de mis nenas (sé que no lo son, pero tampoco prostitutas ni cantantes de
piringundín[5]).
A Jack no le importa. Parece no darse cuenta. Se emociona como un verdadero
rockstar cuando el público se enciende, por así decirlo. A veces me asustan, parecen hordas que podrían
realmente incendiar el lugar y tomarnos de rehenes como un grupo de vikingos en
celo. No consumen nuestra música (la que técnicamente no es nuestra, claro) ni
nuestra interpretación de esos temas ajenos. Lo que les atrae de nosotros,
somos nosotras. O ellas, más bien.
La
cosa es que el pobre hombre, se fue con la narizota rota. Y si digo “pobre” es
por su condición económica. Es casi un indigente. Solía entrenar boxeadores.
Pero ya saben como es eso, un trabajo casi tan efímero e inestable como el
nuestro. Un día estás en la cima y al otro en la calle, olvidado. Al final, con
un poco de traducción, nos comprendimos. Lo veo en el gimnasio de mala muerte
que está cerca del lugar en el que cantamos esa vez. Solíamos alojarnos en los
hoteles casino que nos contrataban para actuar. Ahora, ni eso. Vamos cuesta
abajo. Ese sitio era un tugurio. Un verdadero espanto. Yo temí que subieran al
escenario y nos secuestraran. Con el maquillaje de Kiss, es obvio que no
notaron que soy una vieja y cuando todo se descontroló, solo podía ver muchos
hombres alcoholizados y excitados aullando y gesticulando por nuestros trajes
ajustados. Jack con su panzota, era la imagen más lamentable a la que Gene
Simmons[6]
pudiera aspirar en una pesadilla. Si eso pudiese catalogarse como una
aspiración, claro. Pero al público ya pasado de rosca a esa hora de la madrugada,
las chicas y yo, con las tetas y el culo marcado por esa ropa absurda, me temo
que les estábamos generando cierta confusión en sus alocadas cabecitas… y el
escenario era particularmente bajo y accesible.
Quizás
ya estaban algo encendidos por la performance de la bailarina exótica que se
presentó antes que nosotros, pero bueno. Es lo que decía antes, estos lugares
no son seguros para nuestra salud ni para el espíritu del grupo.
Ni
bien empezaron a sonar los acordes de la canción y salimos cantando: “I was made for lovin you baby…[7]”
corearon y vivaron. Inmediatamente, trataron de estirarse sin demasiada
dificultad para tocarnos a nosotras, que se supone “tocábamos para ellos”.
Lamentable malentendido, que me llevó a reaccionar de forma instintiva pero
brutal. Jack estaba en la gloria y nosotras en la antesala del infierno. Cuando
este fulano trató de meterme mano, giré y le di un tremendo puñetazo en la
cara, aplicado con tan buena fortuna que le rompí la nariz. Y lo de “buena
fortuna” es algo que él mismo opina…porque ahora me entrena. Cree que puedo
sacarlo de su mala racha y me apodó “La rompe tabiques”. Dice que el boxeo
femenino “es para chicas”. Lo que técnicamente es cierto. Pero se refiere a que
puedo ser buena en esto del pugilismo, que él consideraba algo tan masculino. Y
creo que me gusta la idea de ser realmente buena en algo.
Nos
estamos entendiendo gracias a que hay otros latinos en el gimnasio y él ya
conoce algunas palabras en español. De todas maneras, lo nuestro es sólo
físico. Y me refiero a que para entrenar no necesitamos mucha charla. Me
muestra como pegarle a la bolsa, que alimentos debo incluir y evitar en mi
dieta y listo. Ni un si ni un no. Los hombres son muy básicos. Me siento cómoda
en este ambiente sin divismo.
Yo
soy Jack. El orgulloso líder de Black Jack, la banda de covers conformada por
mi y mis tres bellezas: Nacha (la más sexy de mis esposas) y mis dos hermosas
hijas, Amelita y Demmy. Ya llevamos tres años con esta formación y no puedo
quejarme. Viajar y compartir el escenario con ellas ha unido a nuestra familia
y nos permitió salir del Cono Sur para llegar a: “América”…
_
Jack, salimos de Sudamérica y llegamos a Norteamérica. Nunca salimos de
América…
_
Lo sé amor… estoy ensayando mi speech.
_
“¿espich?”
_
Si, Nacha. Hablamos en inglés en “Norteamérica”.
_
Somos latinos, hablamos en español todo el tiempo.
_
Estamos viviendo de prestado en su casa… lo mínimo a que queremos es caerles bien.
_
No nos quieren. Nunca nos quisieron y espero que esta parte del continente se
les hunda por el peso del dinero que nos roban a nosotros y al resto del mundo…
¡Cerdos capitalistas!
_
¡Shhh!
_
¿Quién se va a asustar de oír eso en este barrio de ilegales? ¿Un yanqui? La
culpa de lo que nos pasa es nuestra por cipayos…
Así
es Nacha. No termina de adaptarse al cambio. Todavía se porta como la militante
que era a los veinte años cuando la conocí. Eso me gusta de ella, aunque a
veces me irrita. Me encanta su pasión, pero me gustaría que se de cuenta de que
ese discurso no tiene mucho sentido en este lugar. Es casi absurdo que se
niegue a hablar en inglés. De hecho, algo entiende, pero no siempre, y se mete
en líos. Como la noche en la que inició una batalla campal en lo mejor del
show. La verdad es que fue tan salvaje que la amé cuando se metió con el
público enardecido. Era como una guerrera… hizo estallar el lugar cuando
arremetió contra ese tipo enorme al que noqueó antes de saltar con furia sobre
el otro, al que también derribó. Después: el caos total. Hacía mucho que no
vivíamos un éxito semejante, ni tan buen sexo después de la función. Esas son
las cosas que me alientan a seguir. Estos días, mis hijas tratan de
independizarse. Se que tienen el talento y la edad para hacerlo, pero trato de
incluir los temas que les gustan para retenerlas un tiempo más. Y creo que eso
es lo que tiene tan triste a Nacha, por eso está con esa idea de volver a
Buenos Aires, para que las chicas no nos dejen. Ella piensa que esta aventura
en “extranjerilandia” debería terminar también. Pero yo no estoy listo para
jubilarme y ahora se que ella tampoco.
Me
siento exultante.
Ayer
me decía que ya estaba cansada de pintarse la cara para que no noten que ya
está vieja… ¡Y es a ella a quien quieren tocarle las tetas!
_
Lo que me preocupa, Jack… es que crean que soy un travesti.
_
¿Por tu voz?
_
Ya no puedo tener la voz de soprano que tuve ni ser joven. Esa es Amelita…
_
Te estás convirtiendo en Tina Turner[8]… ¡Me
encanta! Hay que incorporar temas suyos. Tina es sexy _ se acerca libidinoso y
ella lo arroja a un lado con furia_. ¡Fah! ¿Ves? A eso me refiero… ¡Qué
salvaje!
_
¡Uy! Perdón _ Lo ayuda a levantarse.
_
¿Estás tomando anabólicos o algo así?
_
Entreno mucho… quiero parecerme a Sarah Connor[9].
_
¡No! Ella era plana y hombruna.
_
Tina Turner también…
_
No es lo mismo. ¿Qué tal un tema de Karen Carpenter[10]?
Estás en ese registro vocal… tal vez.
_
Hay que asumir que no nos va bien con la banda, Jack… mi voz ya no es la misma
y las chicas tienen sus propios proyectos.
_
Podemos solucionarlo. No podemos rendirnos justo ahora. Somos sólidos sobre el
escenario…
_
En el deporte si soy buena… “puedo ser
bueno”, incluso. Ahora me siento bien conmigo. Es lo que quiero, quizás
siempre lo quise.
_
¿Escuchaste lo que le dijo a tu padre?
_
También “es tu padre” y ella “tu madre”.
_
A veces parece mi hija.
_
Nadie te pide que nos sigas cuidando Amelita. Yo soy muy capaz de hacerme cargo
de mi misma y de “tus padres” si te parece que es momento de que nos dejes de
una buena vez.
_
¿En serio?
_
¡Si, claro!
Esta
piba me saca…
Porque
fui a un recital sola arma tanto lío. ¡Somos cantantes después de todo! No
monjitas. Me habían prometido entrar por el VIP y a ella no. Esa es la bronca
que tiene. Y mamá me fue a buscar pensando que terminaría siendo alguna de las
groupies de Bono. Era un recital de U2, obviamente. Y la entrada de mi hermana
era tan lejos del escenario que casi quedaba fuera del estadio…
Bueno, la cuestión es que mamá entró como una
desquiciada y llegó al camarín del famoso cantante (pero
tenía el humor de Liam Neeson[11]
en “Taken[12]”, queriendo matar
al que le toque a la nena). Nadie entendía lo que le gritaba a Bono. Ella no
sabe inglés y él no entiende castellano, así que, ofendido al creer que la
señora pretendía ser una de las groupies, se indignó y la hizo sacar por los de
seguridad.
Por alguna razón, la pobre mujer amaneció en la cama con los dos
gordos de la banda Tenacious D.
_ What? _Nacha despierta al escuchar la voz de un hombre que
habla en inglés, diciendo algo así como: “nadie
puede tener unos pies tan pequeños…” y al abrir los ojos maquillados de
negro, como si le hubiesen rociado pintura con un aerógrafo sobre ellos y la
nariz (como Daryl Hannah[13]
en su papel de la replicante de “Blade
Runner”) se ve reflejada en el espejo del techo de un lugar que no parece
ser el camarín de U2. Tiene el pelo rojo brillante como una señal de alerta,
apenas una sábana blanca cubriéndola a ella y a dos tipos (ninguno de los
cuales es “su” Jack), que están uno a cada lado… pero uno de ellos acostado a la inversa. Es quien está mirando
sus pies. Nacha se sienta casi de un salto, tapándose los pechos, confundida.
El tipo le sonríe y ella reconoce al verdadero Jack Black al que tanto idolatra
su marido… y el otro, parece ser su fiel compañero de banda. Pero no está del
todo visible.
_ ¡¿What?! _ grita Nacha confundida y tironeando de la sábana
con desesperación, para tratar de enroscarse en ella. Destapa a J. B.[14]
_ quien era el que habló al principio y gira sonriente también para mirarla.
Ambos están desnudos como ella, pero muy relajados_ ¿What? _ insiste ella, con
estupor, tratando de salir de la cama, lo que le resulta bien complicado, ya que no logra que suelten la sábana que
ella quiere llevarse. Ambos, muy divertidos, finalmente la dejan ganar la lucha
y señalan su espalda, en la que han dibujado las aberturas de un violín o viola
(sobre los agujeritos que la naturaleza creó sobre sus nalgas), mientras se
aleja de ellos.
La mujer sale al pasillo del hotel y se enrosca lo mejor que
puede la sábana al cuerpo, tratando de crear un vestido drapeado, cuando nota
que tiene un tatuaje recién hecho (por lo que le arde y por lo enrojecido de la
piel que lo circunda) en su seno izquierdo, que sentencia: “T. D.”
Los agradecidos músicos, escuchan su grito de furia desde la
comodidad de su habitación: “¡¿WHAAATTT!?”
_ God bless youuuu _ escucha ella, mientras trata de caminar sin
tropezar con esa especie de matambre en el que está metida. Un hombre muy
apuesto se cruza con ella y la mira. Nacha se endereza y sigue caminando con el
garbo, el swing y el charme de una reina, hasta girar en el recodo del pasillo.
Allí se detiene y se pregunta:
_ ¿Cómo puede ser? Siempre gordos, petisos y pelados… ¡Que
decadente!
Vuelve sobre sus pasos a buscar al desconocido, pero ya no está.
Bufa con desencanto y retoma su camino hacia la calle. En la vereda, hace lo
mismo que antes: finge una dignidad que no siente y camina sin saber muy bien
hacia donde ir, buscando un taxi o algo. Entonces divisa un grupo de estatuas
vivientes en la esquina y se alegra, apurando el paso. No logra llegar para
mezclarse entre ellas, porque un par de policías la detiene. Trata de
explicarles que es “del equipo ese”, señalando desesperadamente a las inmóviles
personas que pretenden ser figuras que la ignoran con todo éxito…
Para su suerte, un policía es latino y se compadece un poco de
ella, que alega que eso que viste es un vestido de novia.
Y por eso, mi hermana arma tanto
escándalo (finalmente tuvo que ir a sacarla de la cárcel). Ni siquiera papá se
ofendió tanto como ella. Lo que a él le jode y le rompió el corazón, es que
mamá desperdició la oportunidad de “ser amiga” de Bono y de que seamos
teloneros de U2. ¡Ojo! A mi madre también le molestó la actitud de los
irlandeses, que serán más lindos que los Tenacious D… pero por como la
despreciaron no merecen un tatuaje en ninguna parte.
Al final, mamá se camufló el pelo como
Ziggy Stardust[15], y está adoptado ese look
andrógino de David Bowie, que a mí no me gusta mucho, pero a papá le pareció
una buena oportunidad para que haga un dúo con mi hermana con el tema de Queen[16]:
“Under pressure”, como cuando lo cantó con Annie Lennox[17].
Eso sirvió para que las dos se reconcilien, ensayen… y dejen de preguntarme
donde estuve durante ese recital y el día posterior.
A papá tampoco le preguntaron donde andaba él, que sigue sin comprender porqué mamá baja cada vez más el registro
vocal. No nota (o hace como que no lo nota, pero le sugiere tímidamente que
tiene algo de bigote y patillas). Ella a veces se porta como Pappo[18] y ya
puede cantar en el registro de Paul Stanley[19]. Agregamos
los vibrantes temas: “Bones”, “Mr. Brigthside” de The Killers[20] y
otros de Foo Fighters[21],
debido a la potencia que mamá quiere desplegar en el escenario.
Pero
papá está siendo como siempre un negador.
Tal
vez es un poco inocente… teme que “Billy the kid”, como apodan al entrenador de
mamá, esté tratando de seducirla. A mi me parece que ya es muy viejo para ella,
y la trata como a un chico más de su gimnasio.
Lo
que yo veo es que trata de convertirla en un verdadero muchacho…
El
público se va poniendo cada día más hostil, a veces debemos hacer algunos shows
con play back y por momentos temo que lleguemos al punto de correr peligro de
muerte. Mi ex madre amorosa demuestra su destreza pugilística, repartiendo
piñas entre la audiencia casi a diario.
El
maquillaje de Kiss le sirve para tapar los ojos morados, pero en algún momento deberá confesar lo que le
está pasando.
Le conté a mamá que audicioné para una ópera contemporánea. Si
quedo en el elenco, deberé dejar la banda. Ella dice que me apoya y que va a
hablar con papá de eso.
_ ¿No hay nada más que quieras contarle? La charla con Billy…
por ejemplo.
_ El no lo entendería. Trataría de convencerme de que lo que
quiso decirme es que las chicas no saben
pegar. Y yo se… pero quiero ir por más.
_
Es que quizás, no trataba de decirte que cambies de sexo, mamá…
_
No me lo dijo, hija.
_
Por ese tipo de cosas sería genial que trataras de intentar aprender el idioma.
Tal vez te confundiste…
_
Quiero ser como Peter Gabriel[22] en
sus diversas facetas de Génesis[23]. Y
al final, cuando ya esté igual a él en los ‘80, lanzarme sobre el público al
cantar: “Lay your hands on me”.
Jack
comprendió al principio la emoción de Nacha (hacía tiempo que no saltaba sobre
el público, ya estaba gordo y poco ágil para eso, temía que los espectadores lo
dejasen caer).
Nacha
siguió evolucionando hasta llegar a parecerse a Benny Anderson, el pianista con
prolija barba del grupo ABBA, logrando un muy efectivo cover de “Dancing
Queen”, con Jack como Bjorn (el otro muchacho de la banda) y las chicas como las
bellas Agnetha y Frida.
Pero
para cuando quiso dejarse la barba tupida como David Groll[24],
Jack le preguntó a su esposa si estaba sucediendo algo que debiese saber…
Y
ella le explicó que estaba tomando hormonas masculinas para ser una buena pugilista.
Entonces él le confesó que no le gustaban los muchachos. Bueno, no como para
tener uno de esposa.
Así
que, en ese punto, prefirieron ser amigos y ahora liberaron a sus hijas para
ser un dúo como The Bluesbrothers[25].
A
los dos les sientan bien los trajes negros y Nacha ya no usa barba.
Los
que a toda su familia le parece una acertada decisión.
María Elsa Rodríguez
[4] Cantante con formación clásica, con una tesitura de
soprano-lírica, pero que se hizo famosa como la voz de la banda de metal
sinfónico Nigthwish.
[8] Cantante
norteamericana que es conocida por sus enérgicas actuaciones en
vivo, sus estrafalarios atuendos, su poderosa voz y su longeva trayectoria.
[9] Es
un personaje ficticio, heroína en las primeras dos películas
de Terminator, que en la cárcel logra un cuerpo atlético.
[11] Famoso actor que
lograra un nuevo y sorpresivo suceso en su edad madura con una serie de
películas de acción.
[12] Film que relata la
violenta búsqueda de un padre que sabe que su hija ha sido captada por una red
de trata.
[13] Actriz que interpreta
uno de los androides de la película de Ciencia Ficción Blade Runner, con un
maquillaje muy extravagante.
[14] El otro integrante de la banda Tenacious D.
[17] Cantante que se hizo
famosa con el dúo: Eurithmics y que interpretara junto a David Bowie en el
homenaje a Freddie Mercury el tema mencionado en el comentario, con el
maquillaje del personaje también mencionado previamente.
[23] Grupo de rock sinfónico inglés en el que Peter Gabriel, su primer
cantante se caracterizó por hacer una performance en cada interpretación de la
banda.
[25] The Blues
Brothers empezó siendo un número cómico musical creado por John Belushi y Dan
Aykroyd, para el programa de televisión Saturday Night Live, durante el
período 1975-79. Al principio el
grupo que les acompañaba era el del programa, pero reunieron una banda musical
estable para su primer disco y luego realizaron una película junto a otras
leyendas de la música (y Aykroid la secuela).
No comments:
Post a Comment