Y, como siempre gracias a los 3 muchachos que me inspiraron semejante relato.
Para los que quieren volver a pecar después de misa, ya les subí el Capítulo dos, de la novela... que es para eso. Podrá usted lector amigo, espiar los pensamientos del muchachito, quien se cree un gringo malo en:
http://unadextranjerosenyankilandia.blogspot.com/
Tal vez, como Dolina en su genial opereta criolla: "Lo que me costó el amor de Laura"... este hombre enamorado pensaba:
"Durante mucho tiempo me ha gustado creer que todo buen verso estaba al final de un camino lleno de espantos y pena. El sendero poético que me atreví a imaginar conducía a un lugar más glorioso cuanto mayores eran los sufrimientos del camino. Los malvados elegían un camino más fácil, que no llevaba a ninguna parte.
Más tarde, Robert Graves me reveló una verdad: existe la musa y es la mujer que uno ama.
Desventuras de última hora me hicieron ver que tal vez ambas intuiciones son ciertas. El camino difícil es el camino del enamorado y el del poeta. Ese camino es el que conduce a la diosa, que es la mujer amada y la única que conoce -o nos hace conocer- la música buscada."
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