En CQC, aparecía un militar “preso” por atentar contra los derechos humanos durante la dictadura. Tan “preso ensigo mismo” se hallaba el innoble bruto, que declaraba cuando le preguntaban su nombre: “Yo no soy yo… yo no soy yo”, negando ante las cámaras que lo escrachaban, el innegable hecho de que el tipo “estaba en la calle”, eludiendo el arresto domiciliario con que la democracia (contra la que él atentó) lo beneficiaba en virtud a su avanzada edad (la que no le impedía, por lo visto, jugar al tenis… ya que regresaba con raqueta y ropa deportiva del club).

El problema, es quedar enredado con gente de esta calaña…
Lo que debiéramos es apuntalarnos, no enroscarnos: “dicen que soy un soñador, pero no soy el único”, chamuyaba uno que terminó como Nora Dalmaso… culo pa’ arriba y sin entender que carajo estaba pasando.
¿Remember Norita?
La mujer que está muerta, pero… para que no aparezca el culpable, se la hizo pasar por loca, atorranta y fiestera, como si la gente que declaró “en contra de su cadáver” no hubiese disfrutado con ella de dichos eventos multitudinarios. Chicos… ¿Estaban o no con la dama? Porque si no han sido parte, mal podrían acusarla…

¿Qué sabía TAN importante una señora que no era ni Marilyn ni las amantes finadas de Menem?
Che… ¿No ESTAREMOS exagerando?
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