

Fui a ver y oír la charla del
“artista de los hielos” Helmut Disch... (un pintor argentino contemporáneo, identificado dentro del hiperrealismo y nacido en en el seno de una familia de origen germano. En 1988, se estableció en Austria, estudiando en la Academia de Bellas Artes de Viena), quien al entrar al auditorio de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (www.untref.edu.ar)se parecía sorprendentemente a Viggo Mortensen.
Ta’ bien que yo lo he confundido con Rugther Hauer, por ejemplo, así que... la verdad que no soy un referente a la hora de reconocer a alguien.


Lo curioso es que automáticamente, pensé en lo extraño de semejante situación...
“si yo le mando cartas o mails... ¿Pa’ qué se molesta en acercarse hasta acá, este muchacho? ¡Qué loco!”Al día siguiente (todavía impactada por Helmut, que era Disch, nomás, ya que dejó claramente establecido que Boca Junios era el mejor club del mundo y que había nacido en Ballester), escucho en Rock’n Pop, a Juan Di Natale:
“Nuestro querido Viggo, tuvo problemas por llevar la yerba del mate y la bombilla en una bolsita y no en el paquete original...”.
"Me han preguntado si es una pipa, para fumar marihuana, y si la yerba es marihuana. He cometido el error de llevar el mate en una bolsa de plástico, una Ziploc en vez de llevarla en su empaque original y entonces sí tiene pinta de un kilo de marihuana o algo así", sostuvo.
Evidentemente, tenía
“el mate” puesto en San Lorenzo.
¿Si estás en cana... te mando textos allá?
Avisá. Tené en cuenta que Helmut, mucho cuadro, mucha música, mucho diseño y construcción: arte, arte, arte... pero no tiene una editorial pequeña... ¿De qué trabajará, no? Le hubiese preguntado.

"
Hamlet de Buenos AiresDanesas estirpes, Americanas prosapias.
Gaucho yanki, ó: Príncipe Dinamarqueño,
Antes que nada tendría que pedirte perdón
Por negarte tantas veces, como a ese otro
Monarca de los judíos (caballero traicionado)
Yo creí que por como chamuyás, eras un trucho,
Un porteño exiliado, un guacho mal parido
Que se piantaba por el mango.
¡Qué garrón, me da vergüenza!
Esperándote en la cancha del Ciclón,
Pa’ remediar mi falta, entre arrepentida
Y asombrada ¡Te vi saltando… en Boedo
En un parking de supermercado!"
María Elsa Rodríguez