Hace 4 años fallecía Jorge Guinzburg y yo comenzaba un libro para llorar (más o menos en secreto) y despedirme del "Tío". Aunque nunca me contrató, leyó mi material y me dió una entrevista.Fue una etapa de duelo en todos los aspectos. Dos años después, ponía el punto final. No porque me pareciera que la obra estaba lista... pero, para mi sorpresa, yo si lo estaba.
Ahora, me sorprendo al releer algunas anécdotas reales que se mezclan extrañamente con los delirios que inventé al escribir el relato.
Ya no te extraño Jorge:
Acá con otro grande:
